CUANDO LA MANGUERA
CHORREA PARA AFUERA
(Una
historia de pillaje varias veces repetida)
Juan Pampero
Copia de un bono
emitido por el Estado de Israel y comercializado en la
Argentina por el
Comité de Cooperación Económica con el Israel en Buenos Aires.
(Hacer "clic" sobre
la imagen para ampliar)
En uno de
los artículos anteriores les hablaba dando pruebas de cerca de una
docena de vaciamientos perpetrados por los sionistas en nuestro país.
Documentado esto parecería que lo restante que se pueda decir está de
más. Sin embargo no es así: porque a este paquetecito le está faltando
el moño. ¿Y cuál vendría a ser el moño de tal entuerto? La forma en que
los sionistas sacaban el dinero de los vaciamientos, defraudaciones,
estafas y quiebras fraudulentas del país mandándolo a la Medinath
Israel, para la financiación de la gigantesca industria que
levantaban en el Negba en las décadas de 1960/1970, con la agricultura,
el transporte, obras públicas, canalizaciones, explotación de minas y la
compra de armamento para ser empleas en sus fines imperialistas,
espionaje en países amigos, pago de sobornos de todos sus agentes
dispersos por el mundo entero y sabotajes.
La
organización tenebrosa a cargo de este latrocinio contra el Pueblo y la
Nación Argentina se llamaba Comité de Cooperación Económica con
Israel, integrado por las siguientes personas:
Presidente:
Simón Mirelman (propietario de las casas por él construidas en el barrio
residencial Ramat-Gan, Israel, con parte del dinero argentino evadido
clandestinamente); Vicepresidente:
doctor Marcos Satanovski; Secretario General:
doctor Jacobo Damm; Tesorero: Elías
Teubal; Director para la República Argentina:
Samuel Gilead, todos con domicilio en Capital Federal.
No
obstante ello, este siniestro organismo cobijado bajo el ala de la DAIA
(representante del Estado de Israel en Argentina), y la AMIA (el órgano
comunal de aquel estado que está dentro del Estado Argentino), tenían
subcomités en casi todas las provincias argentinas.
He aquí
diez beneficios (perjuicios para nosotros) que los
sionistas obtenían al adquirir los bonos del Estado de Israel, comprados
con dinero negro, es decir no declarado al Estado Nacional
(esta es una de las causas por las que la DGI no puede ni debe
funcionar bien nunca y jamás lo hará; si la DGI se pone a
funcionar sobreviene un golpe de estado en 72 horas a manos de
un General que no soportaría la opresión de la tiranía):
-
El Bono del
Estado de Israel es un valor en dólares estadounidenses.
-
El bono pagaba
una renta del 4% de interés anual, siempre en dólares.
-
El Bono Ahorro
integraba el 150% a los diez años.
-
Ambos tipos de
bonos, el Bono Cupón y el Bono de Ahorro, pueden utilizarse para
inversiones en Israel, en cualquier momento, de acuerdo con los
planes de desarrollo del Estado de Israel.
-
Ambos tipos de
bonos podían canjearse en Israel análogamente a los Travelers
Cheques, en cualquier momento, como dólares en efectivo,
al cambio de 1,8 ₤ I. (libras israelíes) por cada dólar.
-
Los Bonos del
Estado de Israel son transferibles en cualquier momento para
Instituciones Culturales, Religiosas y de Beneficencia, que
funcionen dentro del Estado de Israel.
-
El bono
constituye también una póliza de Seguro de vida. En caso del
deceso del titular, los herederos tenían el derecho de percibir
el importe del bono inmediatamente, incluido el interés
devengado.
-
Los tenedores
de bonos podrían obtener préstamos sobre el valor de los mismos,
hasta un 75% en algunos de los bancos más importantes de los EE.
UU., tales como el Bank of América y el Chase
Manhattan Bank.
-
Al 31 de
diciembre de 1968 la organización tenía vendidos bonos por más
de 226.000.000 de dólares (al cambio de hoy 9.040.000.000 de
dólares), que es el dinero que los Virreyes Onganía, Levingston,
Lanusse, Videla y compañía iban a pedir, en su práctica
mendicante, a los bancos judíos de los EE.UU, Francia,
Inglaterra, etc.
10.
La adquisición de los Bonos del Estado de Israel no sólo
constituyen una prudente y segura inversión, sino
que también es una demostración de confianza en aquel
Estado y la forma más eficaz de contribuir a su
afianzamiento económico e industrial y al programa de desarrollo
del Estado de Israel. |
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