ENTRE JUICIOS Y MEDIAS NOCHES
LAS PASCUAS
DE LOS IMBERBES
Sobre la
declaración de la Cámara Federal porteña acerca de los crímenes
cometidos por los montoneros en la década del setenta
La Cámara Federal de la
porteña ciudad de Buenos Aires, ha declarado no considerar delitos de
lesa humanidad los cometidos por los montoneros, durante la década del
setenta.
A confesión de parte relevo de pruebas, los
delitos delitos son, sus propios jueces así lo determinaron en la década
del setenta. Pero hoy bajo la figura o tipicidad jurídica "de lessa
humanidad" , se esta incurriendo en otro error no menos importante al
primero, la irretroactividad de la ley penal.
Bien definen mediante artilugios esotéricos
el no haber sustancia penal, para encuadrarse en los denominados delitos
de lessa humanidad, pero se olvidaron estos Señores que ya habían sido
juzgados por la tipología del delito de homicidio.
Por lo que al no estar encuadrados en la
figura dicha prescriben, y nuevamente estamos ante otra sentencia
fallida, en vez de un justo fallo para estos párvulos e imberbes, así
llamados por su padre político.
En este caso, dicho tribunal que no hace absolutamente
nada por administrar y proveer justicia, ha perdido su honorabilidad y
respeto, ya que termina negando en la praxis lo que afirma en la tesis.
Estos jueces cómplices del poder ejecutivo, han puesto de
manifiesto como siempre lo hacen, una exótica y rebuscada apología para
el delito de homicidio ejercida por estos partisanos, enquistados hoy en
sus propias conciencias contranatura y utilizando como instrumento de
coacción y destrucción pública, todo lo andado a la fecha, como
el propio poder ilegítimo que detentan y ostentan.
Pues si estos macabros delitos existieron y tuvieron
origen, fue precisamente en momentos álgidos para la Patria, donde esta
banda de facinerosos, que como no tenían nada que hacer, más que
dedicarse a asesinar , eso si, de corazón y por la espalda sin dar
ninguna oportunidad a sus rivalales, hermanos o enemigos.
También es importante conocer que estas personas actuaron
no solo bajo el embrujo y la fascinación marxista, sino también bajo el
influjo vaya a saber de qué alucinógenos, ya que no escatimaron
absolutamente nada con tal de hacer desaparecer a todos los que pensaban
diferente, por supuesto que no por rivalidad ideológica sino vaya a
saber porque derecho.
Sus caras actuales, estigmatizadas por el odio, su
permanente agresividad, y su vida antinatural, han dado sus frutos,
como nuestros contemporáneos, paroxísticos y renuentes presidentes
democráticos, y vuelvo a repetir que no conozco otra democracia que no
genere esta suerte de facciosos.
Consabidos ladrones, de todo, porque todo lo
habido, no ha sido fruto de la contracción al trabajo, sino la
contracción a la especulación para vivir de arriba y con el concurso del
menor esfuerzo.
Estos niños idealistas al decir de sus
"madres" , jamás cometieron delito alguno, al igual que los jueces
amigos de la onza, solo que olvidaron de concluir macabro juicio,
porque cometieron y cometen los crímenes mas horripilantes en el
concurso de la humanidad, que distan mucho de los de lesa humanidad.
Estos alfabetos de la calle, analfabetos
congénitos, quieren meter miedo a la sociedad, con su religión de la
traición, odio, felonía, vejación, afrenta, burla, ofensa y
la vindicta. Por esto han tomado el Estado Republicano para convertirlo
en el patíbulo de los que no piensan y obran como ellos, pero sabemos
que las puertas del infierno no prevalecerán.
Desde el inicio de sus gestiones se los vio
muy preocupados por llenarse bien las alforjas con dinero ajeno, o del
erario público. Pero nunca ha habido tantos problemas con dinerillos
dulces, mal habidos como ahora, donde todos patean el balón para no
delatarse entre ellos, mientras el pueblo de la Nación hace
cebo, esperando otra coronación de imbéciles, total el fantasma de la
prescripción los coronará y llenará de falsos pedestales.
Prescriben los delitos de los sicarios del
emblema siniestro , pero, por el solo hecho de mencionarlo, me huele a
un nuevo corte de manga de los jueces zurdarios, hacia el pueblo de la
Nación Argentina.
Ciudadano, camarada, pongámosle fecha a
estos esbirros, antes que ellos nos la pongan a nosotros.
Salvemos lo que queda de la república, nuestros símbolos y signos
patrios, antes que estos orates y sus hordas terminen tiñendo de rojo la
albiceleste.
Hagamos tan solo lo que debemos como hijos de esta bendita tierra
Mariana, para recuperar la Patria, La Nación y el Estado de Derecho.
Miguel Seipel
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