AL COLON LOS
MUCHACHOS DEL
COLÓN
(En verdad los del Colón, habitan con los del colon)
Juan Pampero
Mis queridos amigos y amigas:
Como ustedes habrán visto los muchachos del Colón, los cultósico
arrimados a él, más una ancha periferia que lo circunda como nebulosa,
se han puesto a historiar al gran coliseo. Parece que la historia de
este proscenio ha sido siempre portentosa y hoy sus sienes están
coronadas con los laureles que otorga la merecida gloria. Aunque es
medio pariente del obelisco, porque nadie sabe a ciencia cierta para qué
lo crearon. Mas no entraré en estas cosas, ni en ditirambos siempre
aborrecibles.
Parece que los momentos más angustiosos de esta obra portentosa fueron
en los tiempos del General Juan D. Perón y de su esposa doña Eva Duarte.
Porque ellos habrán elegido y luego usado semejante recinto para las más
abstrusas ceremonias plebeyas, dando así un pésimo ejemplo, que luego,
una buena cantidad que no eran ni Perón ni su cónyuge.
Pero verán ustedes que, no es mi propósito en este suelto el defender a
Perón ni a Eva Perón de aquellas decisiones tomadas allá lejos y hace
tiempo. Solamente quiero contribuir a la historia de este hermoso
teatro, y veo que a la gente no se le dice toda la verdad. Como por
ejemplo es te impreso denunciador, cuya portada muestro abajo y el cual
consta de ocho hojas, impreso por Imprenta y Litografía del Hermano J.
A. Berheim, sito en la calle Perú 147 de la ciudad de Buenos Aires.
Lo que
dice la portada de esta gacetilla
(De arriba
hacia abajo)
DISCURSO
Pronunciado
por el
ILUSTRISIMO
HERMANO JOSE ROQUE PEREZ, GRADO 33
Soberano
Gran Maestre, Gran Comendador, fundador del Supremo Consejo y Gran
Oriente de la República Argentina, al Oriente de Buenos Ayres.
En la Gran
Asamblea, de la noche del 21 de julio de 1860.
Con motivo de conferirse el Grado 33 a los Ilustrísimos Hermanos
SANTIAGO DERQUI, presidente de la República Argentina; general
BARTOLOME MITRE, gobernador del Estado de Buenos Aires; DOMINGO
FAUSTINO SARMIENTO, ministro de gobierno de Buenos Aires; Coronel
JUAN ANDRES GELLY y OBES, ministro de guerra del mismo Estado; y de
afiliarse y regularizarse en el mismo grado, el gobernador de Entre
Ríos, general en jefe de los ejércitos de mar y tierra de la República,
ILUSTRISIMO HERMANO JUSTO JOSE de URQUIZA.
BUENOS AIRES
1860
¿Acaso el Teatro Colón fue usado como Templo
del Gran Oriente de la masonería? Y si fue así, y al parecer
reiteradamente, ¿por qué no lo dicen? ¡No me digan que tienen vergüenza!
En realidad no es para menos: una nación católica como la nuestra, de
vocación mariana desde las primeras briznas de la argentinidad, que haya
erigido semejante mamotreto, plagado de símbolos y distintivos de la
masonería inglesa, que es la masonería internacional, y sin un solo
emblema sacrosanto de la cristiandad, resulta realmente repugnante. Por
eso es lo de menos. Lo de más es que Perón y su mujer hayan dejado
entrar a los cabecitas negras a profanar este Altar de la Patria, aunque
después de todo a ese edificio no lo pagaron los masones, sino que lo
hicieron con los dineros del pueblo ya torturado y esclavizado.
¡DELENDA
EST LIBERALIS ET MARXISTICA RES PUBLICA!
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