Quinta Los
Colorados del Monte, marzo de 2008.
Carta a don CARLOS FERNANDEZ.
Querido amigo; meritísimo compatriota:
Como usted sabe toda mi vida me he dedicado a la caza. De ella
digamos que la menor, y, dentro de ésta, a la de pluma
particularmente. Es una afición que me persigue con tesón. O yo a
ella. Así, juntos, seguiremos hasta el fin, que será cuando Dios
lo disponga y se haga Su voluntad. Y largo esta carta con introito
tan singular, porque este apego a la cinegética me ha deparado,
digamos que desde la mitad de la larga jornada y hasta aquí, una
sorpresa que, como tal, fue inesperada. Se trata de haber logrado,
en mis correrías, una buena cantidad de amigos de fierro. Ellos
son los dueños de los campos que he frecuentado. Muchos son
pequeños propietarios, otros regulares y algunos señores de
grandes extensiones de tierra. Pero todos viven de lo que les da
la heredad, unas veces amarreta y en otras generosa, pero siempre
a fuerza de andar con la mula bien cinchada, lo que me consta por
lo que he visto personalmente. Toda gente excelente: franca,
desprendida, leal, sin pliegues en la personalidad ni
especulaciones torcidas, y tanto que algún desprevenido podría
tildarlos de brutos por su sinceridad. Que no lo son desde luego.
Es un estilo de vida al que siempre me he sentido atraído y
apegado. Ellos, como yo, con un apretón de manos largan toda su
amistad y miran a la Patria con los ojos puestos en el suelo.
Como usted ya sabe don Carlos, esta gente ha caído en desgracia
desde el 11 de marzo por el asunto de las retenciones, y presiento
que andarán un buen trecho por lo desparejo, como jineteando un
novillo, simplemente porque no se enfrentarán con hombres si no
con cagatintas fríos como una navaja, y no tendrán que pulsear con
instituciones sino con bandas de forajidos de cuello duro.
Mire amigo mío: en tiempos de Joe Martínez de Hoz pasó algo
parecido, y en el primer año de su reinado desaparecieron unos 110
mil pequeños productores. Ello generó que unos 11.000 paisanos con
sus familias fueran a engrosar las huestes de las villas miserias
y a comer charaira. ¿Sabe usted del dolor de un peón de campo que
se ve recluido en un hacinamiento perdido en el berenjenal de una
gran ciudad solamente para toda la vida? No. Una cosa es decirlo y
otra verlo. Como es distinto sentirlo y que el corazón se le
estruje y quede como una pasa de higo.
Y ahora, a pesar del tiempo transcurrido, la situación es la
misma, porque son los mismos los actores de este drama
extravagante. El Ministro Lousteau, el melenudo que juega de chico
de los mandados, ha salido de las costillas más tiernas de
González Fraga que supo ser mano derecha de Joe en sus mocedades,
para gestar todo tipo de maldades. Pero en su itinerario le salió
un padre putativo al mocito, que fue Blejer, el actual Presidente
del Banco de Inglaterra. Para allí se lo llevó el hebreo y lo hizo
pasar por la bruñidora, y con el cerebro bien lavado lo remitieron
al origen con una estampilla en la frente. De manera que entre Joe
Martínez de Hoz, González Fraga, Blejer y Lousteau hay un solo
corazón, o mejor dicho, que pareciendo cuatro en realidad es uno
sólo y a un solo efecto.
Viendo esto con tanta simpleza, ¿qué quiere usted que salga de
este engendro? Si se materializa lo de las retenciones, se calcula
que serán unos 240 mil los pequeños y medianos propietarios que
desaparecerán. Y si nos atenemos a la estadística anterior unas 24
mil personas irán a engrosar las villas de emergencia. En Rosario,
Santa Fe, por ejemplo, ciudad socialista y por ello modelo en el
país, en la esquina donde usted se pare, a 20 cuadras a la redonda
seguro que hay una villa miseria. Algunas tenebrosas, otras de
triste fama y la mayoría sumidas en la más siniestra de las
miserias. Ellas son las que proveen de sirvientas, prostitutas y
mano de obra barata a la burguesía de la ciudad
liberal-capitalista, con la ayuda y beneplácito de los marxistas
turiferarios. Los socialistas hace 20 años que están viviendo del
erario público, y ¿qué han hecho? Nada. Hablar solamente: todo el
tiempo hablan. Todo el tiempo explican. Pero ahora verán
engrosados aquellos asentamientos precarios por los desheredados
de la tierra. Y con el dueto Cristina-Lousteau el pobrerío, con
todo lo que él arrastra, se verá reforzado.
Bueno: pero usted se preguntará por qué pasan estas cosas. La
respuesta de esta pregunta es muy simple. A fines de 2008, y
principios de 2009, quedarán unas 240 mil propiedades vacantes.
Son espacios que van desde 3 hectáreas (apicultores, por ejemplo),
aunque usted no lo crea, y pueden llegar a 500 ó 600 hectáreas,
dependiendo esto de la región donde se encuentren. Toda esta
tierra vaca, cuya extensión es muy difícil de calcular por lo que
usted ve, será absorbida por firmas inglesas y norteamericanas,
convenientemente camufladas con el impune nombre de sociedades
anónimas, organizaciones amorales donde todos están a la hora de
los dividendos, pero que ninguno es responsable, manejadas desde
Buenos Aires por gerentes mercachifles y en el campo por
administradores sin escrúpulos.
Esta tierra que no dice nada, traducida a soja, por ejemplo, e
integrada a toda una mega organización, es mucho dinero.
Muchísimo. Y más aún si se sabe que esta demanda de alimentos se
mantendrá por 15 años. Esto es lo que le ha prometido Cristina a
los oligopolios cerealeros. El día 4 de abril, dos días después
del aniversario de la Operación Virgen del Rosario en nuestras
Malvinas, ella debe encontrarse en Londres (la Madre Patria y
epicentro de la Masonería Internacional). Allí mostrará a la
Sinarquía y a sus empleados sus deberes hechos con tanta
prolijidad que arrancará más de un aplauso: una nación con sus
Fuerzas Armadas destruidas y desprestigiadas, con más de 400
militares presos y otros tantos que está en la lista de espera
(¿cuántos militares presos tendrá Inglaterra?; ¿alguno alguna vez
habrá pisado una cárcel para presos comunes?); sin fuerzas de
seguridad, destrozadas, mal equipadas y completamente
desprestigiadas; una nación con las cárceles atiborradas: un
secuestro por hora, una violación cada 12 horas, un asesinato cada
2 horas y un asalto por minuto; una nación sin justicia y sin
leyes; un país sin Constitución, porque ella misma, Cristina, la
ha quebrantado sistemáticamente; con una economía al borde del
colapso porque la han basado en el dólar y éste, nada más que en
el 2007, sufrió una caída del 68%, y sigue en caída libre; el
incremento de la miseria y de la desocupación; con una inflación
que amenaza ser como en los mejores tiempos del Austral del
Chapulín Colorado; con una deuda interna que ya es impagable
(8.500 millones de pesos nada más que con los jubilados y
pensionados); etc.
Dicen que Cristina va en nombre del progresismo: cóctel
infernal de liberales y marxistas. Pero aquí el progresismo
murió con de la Rúa, ¿o ya se olvidaron de aquella bolsa de gatos
sin abuela? Y si no fue así, ¿a dónde lo ponemos al Chacho Älvarez
y al 21 de diciembre?
Inglaterra los reunirá a nombre de su Graciosa Majestad para darle
las nuevas directivas: económicas, políticas y sociales, bajo la
estricta vigilancia de la masonería y el CARI, conventículo
sucedáneo del CFR norteamericano y de la RIIA inglesa. De allí han
de venir como Julito Roca en 1936 con el hacha bien afilada para
hacer las Nuevas Tareas para el Hogar en el país y de nosotros
tablas.
Un abrazo don Carlos y le prometo otra que verse sobre tema
parecido.
JUAN
Milico Intransigente
P.D.
Cuando estaba cerrando esta correspondencia apareció el gobernador
del Chubut, das Neves, endilgándoles a los campiriños el mote de
terroristas. Y esto es muy grave. Porque das Neves sabe muy
bien lo que es un terrorista. Hasta unas clases nos podría dar. Y
ya que está lo podría ayudar su hermano que en esto tiene un
doctorado honoris causa. ¿O no es así das Neves? ¿Te
acordás de eso? ¡Pero sí, como no te vas a acordar! Como cuando te
hacías llamar doctor y firmabas como tal, y después nos enteramos
que no habías terminado la escuela secundaria porque tu niñez fue
muy dura. ¡Y te hacías llamar doctor! ¡Sí, cuando en tu vida no
pusiste una curita o recetaste un geniol! Después les dijiste a
los del campo que a mediodía se iban a comer un asado, como si
fuera una culpa. ¿Y vos, das Neves, qué ibas a comer a mediodía?
Seguro que un choripán no. La panza que tienes no se hace a
choripán, como no se edifica en un día. Doctor das Neves:
hacele caso a este gil, callate la boca como han hecho la mayoría
de tus colegas gobernadores, que han vivido a salto de mata a mesa
y fogón. En tu caso el silencio es salud. Yo se lo que te digo y
cuidate porque la vaca se te puede volver toro.
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