ROBERT BOFOBY FISCHER
LES DIO EL JAQUE MATE
Juan Pampero
Juegan las blancas y ganan.
Hace de esto cierto tiempo, les envié por este medio unas declaraciones
que hiciera el 31 de enero de 1999,
el
antiguo
campeón mundial
Robert
Bofoby
Fischer,
ante
Michael Leidig
de
Radio Calypso
de
Budapest.
Fischer
era considerado entonces por muchos especialistas como el mejor jugador
de ajedrez de todos los tiempos y se convirtió en su país en un símbolo
de la lucha contra el comunismo durante la Guerra Fría.
Fischer
de 55 años entonces, provenía de una familia judía (por parte de madre)
de
Nueva York,
y manifestó en aquella entrevista que estaba siendo perseguido “día y
noche” por los judíos.
El genio del ajedrez habló inicialmente acerca de sus
problemas con las autoridades
norteamericanas.
Pero enseguida dijo que había estado revoloteando durante cinco años por
la Europa Central, siempre en calidad de fugitivo, huyendo de la larga
mano sionista, en países como
Alemania,
Italia
y
Austria,
pero particularmente usaba
Hungría
como su base.
El añejo campeón era reclamado en su país por la ruptura
de sanciones a
Yugoslavia
en 1992, cuando jugó allí un torneo por 3.000.000 de libras contra
Boris Spassky.
Poco después de iniciada la entrevista,
Fischer
cambió el tema del ajedrez por el de la conspiración. Entonces dijo:
“Me van bien las cosas. Tienen una fabulosa ciudad aquí. Pero vamos a
olvidar esta cháchara. Lo que sucede es que yo estoy siendo perseguido
día y noche por los judíos”. A renglón seguido agregó que sus
posesiones le fueron robadas por un guardamuebles de propiedad judía en
Pasadena, California, por un pretendido impago.
Luego añadió que “los malditos judíos en Norteamérica han ido y se lo
han llevado todo”.
Dijo que la propiedad sustraída por los
hebreos, incluía regalos que le habían sido entregados por el Presidente
Nixon y otra gente famosa. El entrevistador Leidig, que
será periodista pero no come vidrio, se dio cuenta que se estaba
hablando por radio de los Elegidos del Señor de Israel y, por
ello, su puesto, aunque también su vida, podía valer menos que un moco
en un tarrito de azafrán. Entonces intentó regresar al tema del ajedrez.
Pero Fischer volvió a derramar su vitriolo antisemita y aseguró
que el Holocausto es, en verdad, un Holojoda. Que era una
invención para hacer plata fácil de los judíos que la juntaban con pala.
Cuando el entrevistador le manifestó que él había dicho que era judío,
el ajedrecista estalló en cólera. “Si quiere ir a los lavabos,
veremos quien es el judío”, le espetó a su interlocutor lleno de
cólera. Fischer había estado escondido hasta entonces (cambiando hasta
dos veces por día de hotel), y había vivido en Serbia durante un
año, antes de seguir a su novia adolescente, Zita Raiczanyi, una
campeona húngara junior de ajedrez, a Budapest a finales de 1993.
Fischer aprendió las reglas del ajedrez
cuando tenía seis años y se convirtió en Gran Maestro Internacional
nueve años mas tarde. Ganó el Campeonato de los Estados Unidos ocho
veces seguidas y se convirtió en campeón mundial en 1972. Fischer
desapareció de la escena mundial después de una disputa con las
autoridades internacionales de ajedrez. Durante una conferencia de
prensa por su match de 1992, Fischer admitió orgullosamente que
“no había pagado impuestos desde 1976 para no darle de comer a la
judería norteamericana”. Entonces recibió una carta del Gobierno de
los Estados Unidos advirtiéndole que estaba violando las sanciones
contra Yugoslavia. “Esta es mi respuesta, declaró”, escupió en
ella y luego la orinó.
Tras
investigar varios años, Fischer comenzó a hacer declaraciones de
prensa que le hicieron ganar importantes enemigos y que lo llevaron al
exilio, tales como que "Los judíos han inventado el holocausto para
hacer dinero y utilizan sangre de niños en rituales de magia negra".
Finalmente, en sus últimos años se pronunció directamente contra los
judíos, a los que calificó como "un pueblo sucio, mentiroso y
bastardo que quiere dominar al mundo". Sostuvo igualmente que
la comida chatarra, que hoy provoca graves problemas en la juventud,
"es otra invención judia para poder destruir a
los chicos no judíos".
Fischer aseguraba que, por sus estudios en temas políticos y económicos,
tuvo que padecer una enorme persecución, liderada, según sus propios
términos, por
"los judíos, como los Rothschild, los judíos ocultos,
como Bill Clinton y su mujer y George W. Bush, y las ratas de
la CÍA que trabajan para los judíos".
Cosa que no es cierta porque la CIA también trabaja para
nosotros en Argentina, colaborando desinteresadamente, ora con los
liberales decimonónicos, o con los marxistas de todos los pelajes, según
cuadre a sus intereses y a los de la Madre Patria, Incalaperra.
Horas después del ataque del 11 de septiembre de 2001 contra las
Torres Gemelas, Fischer expresó: "Estados Unidos e Israel
han estado masacrando a los palestinos durante años. Y a nadie le ha
importado un comino. Ahora, ello se ha vuelto en su contra".
Un dicho que tampoco es verdadero, porque aquí, en Argentina, sólo se
puede ver los documentales de Israel. Lo que han filmado los
palestinos, los libaneses y los sirios, que conforman unas cinco
toneladas de cintas, no. Eso si que no. Porque nuestro pueblo no está
aún maduro para ver semejantes bellecitas. Y los hebreos nos protegen.
Ellos son así, de puro buenos, no más. Y la Sinarquía ha puesto al
periodista Repetto para que nos cuente la verdurita sancochada. ¿Qué más
quiere esta manga de guachos?
Refugiado en Islandia, en la ciudad de Reikjavik, este
legendario campeón del mundo falleció el 17 de enero de 2008 cuando
tenía 64 años. Yo no lo sabía. Lo digo honestamente. Sin rubor. Por eso
le rindo este homenaje al hombre que les dio un jaque, que, como después
se vio, era mate.
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