CUANDO LOS CRIOLLOS
VIENEN MARCHANDO
El juez criollo Carlos Rozanski, presidente del Tribunal Federal que
condenó al sacerdote católico Christian von Wernich y al comisario
Federico Etchecolatz, ha recibido una importantísima distinción de la
famosa B'nei B'rith. El magistrado explicó oportunamente al Washington
Post (del 21 de octubre de 2006), que lo que se trataba en aquellos
juicios, no sólo era un tema jurídico sino algo mucho más profundo. Hoy
se aprecia claramente su dimensión. La ayuda a la afirmación del Régimen
Perverso, cuyo encumbramiento y consolidación se apoya en el castigo y
escarmiento del Terrorismo de Estado.
Al mecanismo del terror lo explica el sociólogo, también de cepas
criollas, Daniel Freierstein, aludido en la correspondiente sentencia.
Determinadas personas eran asesinadas, y otras no. Éstas lo contaban y
producían terror. Se le avisaba al resto de la sociedad que le podía
pasar lo mismo y eso es el terrorismo de Estado.
El R. P. Christian von Wernich acaba de ser condenado a reclusión
perpetua, como torturador y asesino de un plan criminal con 7
homicidios, 42 privaciones ilegítimas de la libertad, 31 torturas.
Delitos tan inéditos como apabullantes, que no precisaron pruebas, e
incluso superaron en la sentencia dos graves obstáculos. El
arrepentimiento de un fundamental testigo de cargo contra el sacerdote,
que se desdijo alegando haberlo involucrado falsamente para recibir un
soborno importante. Es notable que enseguida de su arrepentimiento el
sujeto muriera violentamente, por lo que nuevamente vuelvo a preguntar
quién hizo desaparecer al delirante valetudinario de Jorge López. Pero
ello no preocupa a la investigación judicial, porque ustedes saben lo
prolijos que son los señores abogados con los tecnicismos de su
profesión. El otro inconveniente fue la denuncia -por separado- de la
aparición con vida de una de las supuestas occisas, la cual también
figura en los padrones electorales recientes, como los demás asesinados.
Pero no nos han dicho si la señora cobró el jugoso estipendio como
desaparecido. Y, ¿cuántos casos de estos hay?
Hay quienes piensan que la B'nei B'rith debería hacer extensivo su
reconocimiento a toda la justicia humanitaria. Sobre todo a partir de
algunos ejemplos: como los casos de las valijas dolarizadas que hoy
tiene a la banda con la pata en el cogote, las hazañas piqueteros de
marzo a julio de este año, o simplemente el caso de la bolsita de
Infelisa Miceli de la Guita Grosa, que ella como buena ex empleada de
Martínez de Hoz, guardaba prolijamente detrás del inodoro. Digan si esta
mujer no es asaz de ingeniosa para vaporizar latrocinios. Ni Fu-Man-Chú
hacía estas maravillas.
Tampoco me olvido, ya que estoy en el retrete, del asesor de las Madres
de Plaza de Mayo, el circunciso Dr. Sergio Schoklender, un pichón de
Picurú. Dicho abogado es el verdadero arquetipo de lo que deberían ser
los argentinos, al mismo tiempo que el patente ejemplo del moderno
derecho humanista. Después de haber sufrido cárcel por el asesinato de
sus padres junto con su hermanito –los mataron mediante golpes en la
cabeza con un hierro mientras dormían, y para asegurarse los
estrangularon con sus propias manos, para meterlos luego en sendas
bolsas de residuos y pasearlos durante una semana por todo Buenos Aires
en el baúl de un automóvil- recuperó la libertad y se dedicó a combatir
por los Derechos Humanos, que se ve sus padres no tenían, junto a Hebe
de Bonafini. Sí, la que le decía a los jovencitos animémonos y vayan, y
hoy siguen lucrando con su presunta muerte. Hoy Schoklender es un puntal
de la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo y del Museo de la
Memoria; coronando sus antiguas funciones de director del área de
Computación de las cárceles y coordinador en ellas de las actividades
de Informática por la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Tenerlo
presente, aunque más no se como depravado, cada vez que habla o hace
alguna cosa, también sería justicia.
De la B’nei
B’rith dice Jacques Zoilo Scyzoryk: Las Logias de B’nei B’rith, en
colaboración estrecha y coordinada con sus Filiales que toma distintos
rótulos conforme al país en que actúan, se manifiestan públicamente como
opositores en potencia contra todas las Agrupaciones Patriótica
Nativistas cristianas que no comulgan con la siniestra política de
penetración que ejerce el judeo-sionismo. Todos los actos públicos de
“repudio” que organizan con el pretexto de combatir el “antisemitismo”,
son inspirados por las Logias de la B’nei B’rith para distraer a la
opinión pública cristiana en la lucha por liberarse del Imperialismo
Judeo-Sionista (El Imperio Judeo-Sionista y la desintegración argentina,
Cap. XV, pp. 110 y 111, Ed. septiembre de 1972). Como puede ver el
lector, a esto no lo digo yo. Lo dice otro judío que los conoció por
dentro. Ahora bien: el Juez Rozanski, Freirerstein, Schoklender y Héctor
Timerman, ¿pertenecen o no pertenecen a la siniestra organización B’nei
B’rith? Y a usted, ¿qué le parece?
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