La vida cotidiana en los primeros
años del siglo XX
La proximidad de la ruta 197
permitía el fácil acceso a José C. Paz (se extendía desde la antigua
villa de San Fernando hasta Moreno) y de allí a San Miguel y
permitió el asentamiento de familias tempranamente.
Calles polvorientas y una
ruta (también de tierra) con una fisonomía totalmente diferente a la
actual surcaba la zona. Sus tardes apacibles, con mucho menos ruido
que hoy, eran parte del paisaje de la vida cotidiana de la época.
Como la actividad comercial
era prácticamente nula, la zona era recorrida por los carros de
comerciantes que provenían de lo necesario a los pobladores. Entre
ellos el reparto de carne de la carnicería de Eugenio García, y el
de pan, realizado por un panadero de Garín. También recorría la zona
el tendero Apud, de la zona de Muñiz.
Por entonces era habitual
concurrir a los almacenes de Lora y Platini en Los Polvorines, para
aprovisionarse de lo necesario.
Los floricultores de origen japonés, que por su
idiosincrasia forman una colectividad cerrada, que no tiene
socialmente mucha participación con el resto de la comunidad de la
zona.
Por otra parte, a partir de
los años treinta comenzó a circular por la ruta el colectivo 175,
antecesor del actual 365, lo cual facilitaba el traslado.
El ferrocarril, que desde
principios de siglo atravesaba los campos, todavía no había
establecido una parada en el lugar.
Por eso para acceder a él
había que trasladarse a la estación de Los Polvorines.
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Carro de reparto de pan de la zona