Un Aporte para la Construcción de una Sociedad Sustentable
Al presidente de facto Pedro Eugenio Aramburu
"Dentro de pocas horas usted
tendrá la satisfacción de haberme asesinado.
Debo a mi Patria la declaración fidedigna de los acontecimientos. Declaro que
un grupo de marinos y de militares, movidos por ustedes mismos, son los únicos
responsables de lo acaecido.
Para liquidar opositores les pareció digno inducirnos al levantamiento y
sacrificarnos luego fríamente. Nos faltó astucia o perversidad para adivinar
la treta.
Así se explica que nos
esperaran en los cuarteles, apuntándonos con las ametralladoras, que avanzaran
los tanques de ustedes aun antes de estallar el movimiento, que capitanearan
tropas de represión algunos oficiales comprometidos en nuestra revolución. Con
fusilarme a mí bastaba. Pero no, han querido ustedes, escarmentar al pueblo,
cobrarse la impopularidad confesada por el mismo Rojas, vengarse de los
sabotajes, cubrir el fracaso de las investigaciones, desvirtuadas al día
siguiente en solicitadas de los diarios y desahogar una vez más su odio al
pueblo. De aquí esta inconcebible y monstruosa ola de asesinatos.
Entre mi suerte y la de ustedes me quedo con la mía. Mi esposa y mi hija, a
través de sus lágrimas verán en mí un idealista sacrificado por la causa del
pueblo. Las mujeres de ustedes, hasta ellas, verán asomárseles por los ojos
sus almas de asesinos. Y si les sonríen y los besan será para disimular el
terror que les causan. Aunque vivan cien años sus victimas les seguirán a
cualquier rincón del mundo donde pretendan esconderse. Vivirán ustedes, sus
mujeres y sus hijos, bajo el terror constante de ser asesinados. Porque ningún
derecho, ni natural ni divino, justificará jamás tantas ejecuciones.
La palabra "monstruos" brota incontenida de cada argentino a cada paso
que da.
Conservo toda mi serenidad ante la muerte. Nuestro fracaso material es un gran
triunfo moral. Nuestro levantamiento es una expresión más de la indignación
incontenible de la inmensa mayoría del pueblo argentino esclavizado. Dirán de
nuestro movimiento que era totalitario o comunista y que programábamos matanzas
en masa. Mienten. Nuestra proclama radial comenzó por exigir respeto a las
Instituciones y templos y personas. En las guarniciones tomadas no sacrificamos
un solo hombre de ustedes. Y hubiéramos procedido con todo rigor contra quien
atentara contra la vida de Rojas, de Bengoa, de quien fuera. Porque no tenemos
alma de verdugos. Sólo buscábamos la justicia y la libertad del 95 de los
argentinos, amordazados, sin prensa, sin partido político, sin garantías
constitucionales, sin derecho obrero, sin nada. No defendemos la causa de ningún
hombre ni de ningún partido.
Es asombroso que ustedes, los más beneficiados por el régimen depuesto, y sus
más fervorosos aduladores, hagan gala ahora de una crueldad como no hay
memoria. Nosotros defendemos al pueblo, al que ustedes le están imponiendo el
libertinaje de una minoría oligárquica, en pugna con la verdadera libertad de
la mayoría, y un liberalismo rancio y laico en contra de las tradiciones de
nuestro país. Todo el mundo sabe que la crueldad en los castigos la dicta el
odio, sólo el odio de clases o el miedo. Como tienen ustedes los días
contados, para librarse del propio terror, siembran terror. Pero inútilmente.
Por este método sólo han logrado hacerse aborrecer aquí y en el extranjero.
Pero no taparán con mentiras la dramática realidad argentina por más que
tengan toda la prensa del país alineada al servicio de ustedes.
Como cristiano me presento ante Dios que murió ajusticiado, perdonando a mis
asesinos, y como argentino, derramo mi sangre por la causa del pueblo humilde,
por la justicia y la libertad de todos no sólo de minorías privilegiadas.
Espero que el pueblo conocerá un día esta carta y la proclama revolucionaria
en las que quedan nuestros ideales en forma intergiversable. Así nadie podrá
ser embaucado por el cúmulo de mentiras contradictorias y ridículas con que el
gobierno trata de cohonestar esta ola de matanzas y lavarse las manos sucias es
sangre. Ruego a Dios que mi sangre sirva para unir a los argentinos. Viva la
patria."