Un
estudio estadístico que clasifica la situación del agua
en 147 países según cinco criterios -recursos, acceso,
capacidad, uso e impacto ambiental- muestra que algunas de
las naciones más ricas de mundo, como los Estados Unidos
y Japón, se sitúan en los últimos puestos, mientras
algunos países en desarrollo están entre los diez
mejores, afirman expertos del Consejo Mundial del Agua.
El índice de la pobreza del agua (IPA) fue
desarrollado por un grupo de 31 investigadores en consulta
con más de 100 profesionales del agua del mundo.
Según este estudio, los 10 países más ricos en agua
del mundo son, en orden descendente: Finlandia, Canadá,
Islandia, Noruega, Guyana, Surinam, Austria, Irlanda,
Suecia y Suiza. Y los situados últimos en la clasificación,
Haití, Níger, Etiopía, Eritrea, Malawi, Djibouti, Chad,
Benin, Ruanda y Burundi.
"En el IPA se distinguen claramente los nexos
entre pobreza, privación social, integridad ambiental,
disponibilidad del agua y salud", dice la doctora
Caroline Sullivan, que condujo un equipo
interdisciplinario para desarrollar el concepto del IPA en
el Centro para la Ecología e Hidrología de Wallingford,
Reino Unido. En este sentido, el nuevo índice muestra la
relación entre pobreza del agua y pobreza del
ingreso .
"El IPA demuestra que no es la cantidad de
recursos disponibles la que determina los niveles de
pobreza en un país, sino la eficacia en el uso de esos
recursos", dice Sullivan.
El IPA asigna un valor de 20 puntos como la mejor
calificación para cada una de sus cinco categorías. Un
país que alcanza los criterios en las cinco categorías
tendrían una puntuación de 100. El país que resultó
con mayor puntuación fue Finlandia, con un IPA de 78
puntos, mientras que el último fue Haití, con un IPA de
sólo 35.
Mientras que la capacidad en Argentina es alta, el país
obtiene bajo puntaje en el uso, reflejando algún grado de
ineficiencia particularmente en los sectores industrial y
agrícola. Del mismo modo, en Uruguay, las altas
posiciones en capacidad y acceso se descompensan por el
bajo uso y desempeño ambiental moderado. Con una
clasificación de 68,9 puntos, Chile se ubica bien en este
índice, con posiciones buenas o moderadas en cada
componente.