JUAN PABLO II

UN PAPA DESEADO POR LA SINARQUIA

Rev. Padre Basilio Méramo

 

 

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Indice

Indice

Introducción.

Sinarquía y Contra- Iglesia.

Un Papa de corte Masónico.

Sinarquía y Nueva Iglesia.

Aggiornamento y Nuevo Orden Mundial

Gnosis y Ecumenismo.

Ecumenismo Masónico.

Cábala y Masonería.

Conclusión.

Introducción 

La Sinarquía o Gobierno Oculto Mundial dirigido por la Judeo-Masonería, desde hace mucho tiempo emprendió la audaz y ardua tarea de obtener un Papa conforme a sus fines. 

Un verdadero complot contra la Iglesia Católica se urdió en las Altas Logías masónicas, para obtener el fin deseado. Esto es, destruir la Iglesia desde adentro (sin hacer mártires) y utilizarla en la construcción de la Sinagoga de Satanás o Contra-Iglesia. 

Desde hace más de un siglo se reveló el deseo expreso de crear una Nueva Iglesia, con un Nuevo Sacerdocio, lo cual requería la convocatoria de un futuro concilio según los designios de los grandes iniciados en las logias judeo-masónicas, es decir, los grandes ocultistas gnóstico-cabalistas. 

Una nueva Iglesia Sinárquica requería un Nuevo Papado es decir, Papa conforme a los ideales judeo-masónicos de la Sinarquía, en vista a un Nuevo Orden Mundial, donde el Judaísmo vea realizado su falso (tergiversado) y anhelado Mesianismo. 

De aquí la necesidad de conjugar eficazmente la finanza Internacional que digita la Política y Economía Mundial y la sabiduría oculta del judaísmo contenida en la Cábala o Gnósis judaica. 

La masonería sería un instrumento de iniciación y poder para obtener los fines deseados, (judaización del mundo), y además captar a los católicos para utilizarlos junto con la Iglesia en sus planes de destrucción de la Cristiandad y de la misma Iglesia Católica Apostólica y Romana.

Revolución Judeo - Masónica 

Monseñor Henri Delassus (verdadero Patriarca de la historia moderna) sostiene respecto a la ambición de Poder y Dominación Mundial: «Esta voluntad de llegar a la dominación del mundo es propia a los Judíos; los francmasones no son en esto mas que sus instrumentos; ello explica casi todos los acontecimientos de los dos últimos siglos, y sobre todo de la hora presente» (La Conjuration Antichretienne, Ed. Descleé de Brouwer, Lille 1910, tomo I p. 145). 

El P. Julio Meinvielle, en su prólogo al libro «Imperialismo y Masonería» del P. Virgilio Filippo (Ed. Organización San José, Buenos Aires 1967, p. 13), afirma: «No hace falta, advertir que la Masonería, instrumento del judaísmo por una parte, y agente del comunismo por otra, bajo sus múltiples ritos y pantomimas, acompañadas las más de las veces de altisonantes vocablos, no es sino una vulgar secta subversiva que, bajo el disfraz de humanitarismo, trabaja a la vanguardia misma de la revolución mundial.» 

Y más adelante prosigue el P. Meinvielle, refiriéndose a la Argentina, pero que muy bien se aplica a cualquier país: «La Masonería representa en la Argentina un verdadero imperialismo, el cual a su vez se robustece por las conexiones que le ligan al imperialismo judeo-.masónico, es decir, al poder oculto mundial que maneja luego todos los hilos de la conspiración que contra la Iglesia y contra el bienestar de los pueblos, se trama en todas partes» (Ibid. p. 14). 

Mons. León Meurin, Arzobispo —Obispo de Port-Louis (Francia)— en su libro Filosofía de la Masonería[1] editorial Nuevo Orden, Buenos Aires, 1981, p. 35, dice refiriéndose a la Masonería y al Judaísmo: «El judaísmo, que ha acaparado el poder civil de este mundo, hace una guerra sin tregua ni merced a la Iglesia de Jesucristo, y a todos los que se niegan a doblar la rodilla ante el becerro de oro. La verdadera, la auténtica meta de la Masonería, es ceñir las sienes del judaísmo con la diadema real y poner a sus pies el reino del mundo.» 

Con estas citas queda suficientemente demostrado, los fines de la Masonería y su conexión con el Judaísmo.

Sinarquía y Contra- Iglesia 

La Sinarquía auspicia el Nuevo Orden Mundial que tendrá su plena realización con el advenimiento y el Reino del Anticristo. La oposición dialéctica entre Capitalismo Liberal y Comunismo (Capitalismo de Estado) confluirá en la gran síntesis del Nuevo Orden Mundial con la Primacía Judaica sobre las naciones a través de la Técnica y la Finanza. 

La gran simbiosis (coagula) esta casi a punto de realizarse, será la obra del Anticristo, pero su aparición tendrá lugar cuando esté satánicamente preparado, para que emerja como la Bestia del Mar siendo universalmente aclamado y reconocido como el Redentor de la Humanidad, prometiendo Paz y Seguridad social con todo el poder del dinero y la técnica repartiendo bienes materiales, convirtiendo la tierra en una especie de Edén o Paraíso terrenal, ideal del Meseanismo Judaico en esta Tierra. Lo único que sobra es Cristo y su Iglesia, pues es el Paraíso Terrenal, pero sin Dios ni Fe. 

Así el P. Castellani advierte que: «El Capitalismo y el Comunismo, tan diversos como parecen, coinciden en su fondo; digamos, en su núcleo ‘místico’: ambos buscan el Paraíso Terrenal por medio de la Técnica; y su ‘mística’ es un meseanismo tecnólatra y antropólatra - cuya difusión vemos hoy día por todos lados, y cuya dirección es la deificación del Hombre; la cual un día se encarnará en Un Hombre.» (El Apokalypsis, Ed. Paulinas Buenos Aires, 1963 p. 347). Y este hombre será precisamente el Anticristo pues como dice el P. Castellani en otro pasaje refiriéndose a los movimientos de unificación mundial: «Propician la amalgama del Capitalismo y el Comunismo, que será justamente la hazaña del Anticristo.» (Ibid p. 189). 

De tal modo que bajo el bienestar terrenal más prodigioso se encontrará la impiedad diabólicamente institucionalizada, no siendo otra cosa que una verdadera Satanocracia, la Ciudad del Hombre bajo la que se esconde la Ciudad de Satanás, en contra de la Ciudad de Dios. 

Sobre la Sinarquía el P. Meinvielle nos dice: «que es el movimiento de proyección universal, manejado por los judíos, que ejerce una especie de liderazgo sobre los negocios económicos y políticos de los pueblos. Sinarquía de la palabra griega ‘sym’, con, y, ‘arque’, principio, iniciación, significa cogobierno o gobierno equilibrado, porque en él se realiza un cierto equilibrio, poderes y tendencias del mundo. Es el programa para el gobierno mundial ideado por el famoso ocultista Saint Ives d’Alveydre, a fin del siglo pasado... El programa de la Sinarquía envuelve todos los problemas de la humanidad, tanto del plano biológico como económico, político, cultural y religioso.» (Los Tres Pueblos Bíblicos en su Lucha por la Dominación del Mundo, Ed. Dictio Buenos Aires, 1974, p. 294) 

Para tener una idea cabal y sintética de lo que es la Sinarquía dentro del proceso de la Revolución, transcribimos las profundas palabras que al respecto emite el P. Meinvielle con singular maestría y penetración: «La Revolución Mundial es el proceso de destrucción de la civilización cristiana que se inicia hace siglos con el Renacimiento. Proceso de destrucción del orden social erigido en torno de Dios y de Jesucristo y de construcción de la Ciudad del hombre, del Humanismo. Se inicia en el Renacimiento, porque sólo entonces y no antes los hombres de la Iglesia toman contacto, en cierto modo oficial, con el libro secreto inspirador del judaísmo -la Cábala-, lo cual implica la construcción de una Humanidad Cabalística en sustitución de la Humanidad Cristiana. Esto significa que el proceso del mundo moderno, o de la Revolución Mundial, es al mismo tiempo el de la Judaización de los pueblos. Y la erección de la Ciudad del hombre es, por lo mismo, la erección de un mundo en glorificación del judío, ya que sólo a éste le corresponde en la tradición talmúdico-cabalista los atributos humanos, y al resto de los pueblos sólo los de bestias, de cosas que han de servir a aquel hombre». 

«Las etapas de la Revolución Mundial se caracterizan por los mismos pasos por donde se va cumpliendo el proceso de destrucción del hombre cristiano. Una etapa de destrucción de los sobrenatural y de construcción del hombre naturalista, que llena los siglos XVIII; una segunda etapa de destrucción del hombre natural y de construcción con el liberalismo del hombre animal, que llena el siglo XIX; y una tercera etapa de destrucción del hombre animal y de construcción con el comunismo del hombre máquina, operación en la cual nos sorprende el siglo XX. En esta tarea de construcción del hombre máquina se halla empeñado lo que se llama la Sinarquía o sea el grupo de fuerza financiero-políticas que constituyen en este momento el Poder Oculto Mundial». 

«La Sinarquía no es propiamente el comunismo ni el capitalismo -aunque pueda considerarse como variante de uno y otro-; es más bien en términos hegelianos, una síntesis o superación de uno y otro. Síntesis dialéctica del capitalismo tesis y del comunismo, antítesis, en un socialismo tecnocrático, que conserva del comunismo el igualitarismo y la nivelación social y del capitalismo el manejo y la organización de la sociedad a través de los grupos financieros empresariales. Nivelación universal y total en lo cultural-religioso, o sea la santocracia. Adviértase bien que no digo cultural y religioso, sino cultural-religioso porque en el plano sinárquico las expresiones culturales y filosóficas se confunden con las religiones, de suerte que se camina hacia una confluencia igualitaria de científicos-filosóficos-pensadores-religiosos, y en esto se incluye no sólo a católicos, judíos, protestantes, budistas, musulmanes, sino también a los ateos. En la concepción sinárquica, las religiones no son sino expresiones del hombre, y así como el hombre se expresa en la economía y en la política, también se expresa en su dimensión espiritual por la cultura y la religión. La Sinarquía es expresión total de todo lo humano -un humanismo integral- y una adoración del Hombre, culto del Hombre que, en realidad, es el culto cabalístico del ‘ojo que todo lo ve’ de la Cámara de meditación de las Naciones Unidas o el culto de Satán». 

«La Sinarquía camina entonces a la confluencia y a la nivelación universal y total de todas las corrientes económicas, políticas, culturales y religiosas, y por lo mismo, al gobierno universal y totalitario de los pueblos. Un mundo unificado de corrientes socialistas bajo un gobierno totalitario universal». 

«Este plan sinárquico encuentra un gran obstáculo en la estructura tradicional de la Iglesia, en los dogmas que la Iglesia profesa, en el gobierno de la Iglesia fundada sobre Pedro como sobre Roca, en los Sacramentos y en el culto cristiano. La Iglesia se presenta como un organismo con una osamenta, con unos huesos que le dan resistencia a todo intento de mezclarla con otras religiones y cultos. Habría que romper previamente esa osatura y convertir a la Iglesia en un molusco para hacerla luego confluir con las otras religiones, o falta de religión, y con las filosofías. Este cambio, esta transformación de las Iglesias en un molusco va a ser intentado por el Poder Oculto Mundial, y no por una acción desde fuera de la Iglesia, sino por una acción interna de disgregación.» (El Progresismo Cristiano, ed. Cruz y Fierro Buenos Aires 1983, pp 107 - 108 - 109). 

Al respecto Pierre Virión, sobre la Sinarquía también dice: «Orgánicamente, es ante todo un conjunto de potencias ocultas de todos los órdenes y de todas las escuelas, unidas para contribuir a la formación de un gobierno mundial invisible. Políticamente, es la integración deseada de todas la potencias sociales y especialmente financieras, formando ese gobierno mundial en un régimen socialista generalizado, tecnificado, extendiéndose por el mundo, divididó en zonas geopolíticas. Ese régimen no planificaría al modo del comunismo: las diversidades étnicas, religiosas, culturales y nacionales; de acuerdo con el progreso sinárquico, no deberían ser suprimidas sino integradas en unas órdenes sometidas a una colegialidad supervisada secretamente. En consecuencia, el Catolicismo, al igual que todas las demás religiones, sería absorbido en un sincretismo universal. La iglesia quedaría enfeudada al Sistema. Se afirma, además, que ese sería el único medio de resolver la antinomanía del Poder civil y de la Iglesia.» (La Masonería dentro de la Iglesia, Ed. Cruz y Fierro, Buenos Aires, 1968, p. 17).[2] 

De tal modo que: «La Sinarquía completamente realizada sería, ante todo, la Contra-Iglesia organizada.» (Ibid. p. 17-18). 

En otro de sus libros el P. Meinvielle, afirma algo de sumo interés que conviene tener muy presente: «Para la Sinarquía ya ha pasado la era del capitalismo y del comunismo. Viene la era de la civilización socialista tecnocrática.» (La Iglesia y el Mundo Moderno, Ed. Theoría. Buenos Aires, 1966, p. 211). 

Sobre la infraestructura del Poder Oculto de la Sinarquía, el P. Meinvielle dice: «Este poder Oculto tiene a nivel económico, el alto poder de la Banca Judía mundial, pero sería un error creer que es ésta el Poder Supremo. El Supremo es necesariamente teológico, teocrático. En las sectas de la Alta Masonería, donde se ha de rendir culto a Satanás, se toman las grandes decisiones que hacen a la vida de los pueblos. Pero el alto poder de los Banqueros va determinando la ejecución de estas decisiones.» (Ibid. p. 226).

Por esto, tal como dice Pierre Virión: «A fines del pasado siglo se urdió una formidable conjura contra la Iglesia, conjura que actualmente se desarrolla ante nuestros ojos. Un sacerdote de aquella época, después de apostar y de pasarse a las Altas Sociedades secretas, demuestra que sabía muchas cosas, había ya dicho y anunciado todo esto. Intérprete fiel y sumamente calificado de los grandes ‘iniciados’, vamos a seguirle en sus revelaciones, en su esperanza de ver caer al ‘Vaticano Real’ y reinar un Papa que será el Pontífice de la ‘Divina Sinarquía’, a la cabeza de un ‘nuevo catolicismo’ y que consagrara el espíritu de la sociedad moderna.» (La Masonería.... p. 16-17). 

Este plan que lleva más de un siglo de preparación y existencia involucra a la misma Iglesia, y para ello es necesario primero infiltrarla e irla cambiando desde adentro, es decir corromperla en su propia salsa, guardando la imagen católica (su fachada) pero vaciada por dentro, en su culto, moral y dogma. 

Tenemos así que la Masonería cambió de táctica para lograr absorber a la Iglesia en sus planes siniestros. 

La Masonería ya no ataca de frente a la Iglesia, sino que busca el diálogo y el compromiso, para atraer hacia sí a la Iglesia y hacerla colaborar con sus fines. 

Tan es así que refiriéndose a las fuerzas del mal, el P. Meinvielle observa lo siguiente: «Pero estas fuerzas que hasta ahora habían estado combatiendo abiertamente contra la Iglesia, en este preciso momento, cambian de táctica y pasan de una posición de ofensiva a otra, de diálogo, compromiso y aún de colaboración. Hasta ahora no se ha señalado, que sepamos, la significación y la importancia de esta táctica del enemigo. Pero ella está evidentemente vinculada al propósito, manifestado hoy de diversas maneras, sobre todo por el comunismo, de contar con la colaboración activa de los católicos y aún de la Iglesia misma en la construcción de la ciudad terrestre que están edificando apresuradamente las fuerzas del mal. Como la Masonería, en sus altas y secretas logías, constituye el enemigo primero y frontal donde se elabora la alta estrategia de la Construcción de un Mundo contra la Iglesia, es allí —en ese plano, el más profundo—, donde se ha de rastrear la penetración de la Contra -Iglesia dentro de la Iglesia misma.» (La Iglesia... p. 247). 

Queda claro que el Nuevo Orden Mundial de la Sinarquía pretende absorber en su sincretismo a la Iglesia de Cristo, una vez corrompida y adulterada la Religión Católica. 

El Sincretismo Sinárquico está cerrando el círculo. (Serpiente que se muerde la cola) englobando lo político y lo religioso bajo su Poder. Pero para lograrlo necesita que un Papa realice sus propósitos. 

Un Papa de corte Masónico 

Si, las fuerzas del mal (del maligno) necesitan un Papa que favorezca y realice los planes de la judeo-masonería y del Poder Oculto de la Sinarquía. 

Mons. Delassus publicó un documento en el apéndice de su libro anteriormente mencionado, sobre las instrucciones secretas dadas a los miembros de la Alta Venta: «No pretendemos ganar a los Papas para nuestra causa, haciendo de ellos neófitos de nuestros principios, propagadores de nuestras ideas. Esto sería un sueño ridículo; y si por las vueltas de las cosas, por ejemplo, que cardenales o prelados, hayan entrado, en parte, de pleno acuerdo, o por sorpresa en nuestros secretos, no es de ningún modo motivo para desear su elevación a la sede de Pedro. Esta elevación nos perdería. La ambición solo los conduciría a la apostasía; las necesidades del poder los forzarían a inmolarnos. Lo que debemos pedir, lo que debemos buscar y esperar, como los judíos esperan el Mesías, es un Papa según nuestras necesidades.» (La Conjuration... p. 1040-1041). 

Si la Masonería busca un Papa según sus necesidades, no le interesa que sea un masón, les basta que sin ser un iniciado, lleve a cabo en la Iglesia, los planes y fines por ellos deseados. Un Papa que sin ser masón, actúe y piense como un masón y así destruya la Iglesia de Cristo, convirtiéndola en Sinagoga de Satanás. 

¿Cómo se logrará todo esto? Oigamos lo que al respecto dice Pierre Virión: «Saint-Yves no ha hecho más que bosquejar las grandes líneas de la Iglesia Universal, mescolanza de todas las religiones y de todas las sectas bajo el imperio de la ‘tecnocracia’ oculta. Roca, por su parte, ha comprendido que, para realizarla, hay que conducir al clero, o al menos a un cierto número de sacerdotes, a otro concepto de los dogmas, hay que insuflarles, sin que se den cuenta, el espíritu del universalismo masónico, hay que adoctrinarles acerca de la trascendencia de la Gnosis sobre la fe, de la unión íntima, de lo oculto y del Cristianismo, de la traición al Evangelio por parte del Vaticano. Hay que convencerles de que el Papado romano es culpable de haber sustituido el Magisterio inicial de Pedro por los honores y las riquezas de un imperialismo latino que debe caer bajo los golpes de un nuevo clero convencido de antemano de la inevitable victoria de una nueva Iglesia. Y esa última será instaurada por un futuro Pontífice que reunirá en su persona y en su cargo los del Papa y los del Mago de la Sinarquía.» (La Masonería... p. 41-42). 

Y tal como advierte Virión para los que piensen que haya o pueda haber exageración, curándose en salud, afirma: «Por asombroso que eso pueda parecer no afirmamos nada que no se encuentre en los escritos de aquel clérigo tan trístemente célebre en su época, a la vez en las altas instancias iniciáticas y en los medios católicos de los cuales hablamos, y cuya obra no está hoy tan caída en el olvido como rodeada de un silencio cómplice, ocultando a demasiados de sus inconscientes discípulos el origen secreto del neo-cristianismo y de sus bases gnósticas. (Ibid. p. 42). 

Así se manifiestan las bases gnósticas del sincretismo religioso universal de la Nueva Iglesia que se programó en las sectas masónicas. De ello hablaremos más adelante. 

Veamos lo que el excanónico Roca decía hace más de un siglo sobre el Papado y la Iglesia, y que hoy es una triste realidad que se está cumpliendo paso a paso: «En su forma actual, el Papado desaparecerá, El Pontífice de la divina sinarquía se parecerá al Papa de nuestros días como este último se parece al Papa del Lago Salado... El viejo Papado, el viejo sacerdocio, abdicarán de buena gana ante el pontificado y ante los sacerdotes del futuro, que serán los del pasado convertido y transfigurados con vista a la organización científica del Planeta a la luz del Evangelio. Y esa nueva Iglesia, aunque tal vez no deba conservar nada de la disciplina escolástica y de la forma rudimentaria de la Iglesia antigua, recibirá sin embargo de Roma la Consagración y la Jurisdicción Canónica» (Ibid. p. 47). 

 

ÍNDICE DEL SITIO

NOTAS

  • [1] Título del original Francés: La Franc-Maçonnerie Synagogue de Satan del año 1893.

  • [2] Título del original francés Mistère d’Iniquité.