LA RELIGION ADULTERADA

Rev. Padre Basilio Méramo

 

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Un acercamiento con la Roma prostituida, corrompida es una contradicción en sí mismo y una claudicación ante la Verdad Milenaria de la Iglesia. 

La Tradición Católica no es la que ha cambiado, luego los que han cambiado son los que deben volver a las fuentes puras de la Verdad Católica. 

La Verdad Católica no es objeto, ni de concesión, ni de transacción ni de negociación. La Verdad Católica se la acepta o se la rechaza, todo lo demás es corromperla, adulterarla, falsificarla, en una palabra es prostituirla. 

La Verdad no es objeto de negociación, ni de manipulaciones diplomáticas, es objeto de testimonio. Y cada uno puede ver, o negarse a ver la Verdad, pero Verdad es la Verdad, es la realidad. 

No resistir el error es aprobarlo, no defender la verdad de algún modo, es oprimirla. 

La religión adulterada, falsificada, corrompida, prostituida al fin de los tiempos está representada por la forneguera o gran meretriz vestida de escarlata (color cardenalicio) que bebe el cáliz profanando la sangre de los mártires, en adultera relación con los reyes poderosos de la tierra. En su frente lleva su nombre: Misterio, por ser la madre de los fornicarios y de las abominaciones, como Babilonia la Grande, donde se daban cita todas las falsas religiones, como Madre de fornicaciones y abominaciones. 

El término abominación designa en las Escrituras la idolatría y los vicios que proceden del culto de los ídolos. Es una corrupción cultual, religiosa. (Cf. Straubinger Nota 3 Ap. 17). La fornicación designa igualmente la idolatría en lenguaje profético y escriturístico ( Cf. Castellani Apokalipsis... p. 262). 

Cuidado con la Roma actual (que será la sede del Anticristo según La Salette: Roma perderá la fe y será la Sede del Anticristo), la Roma modernista del Concilio Vaticano II y de la reunión ecuménica en Roma (octubre 1999), la cual es un signo de apostasía y además de profanación y blasfemia sobre la tumba de San Pedro, símbolo y sede de la fe, que ha sido ultrajada con la reunión interreligiosa de quienes, como dice el salmo 95[1] tienen a Satanás por autor de sus creencias en falsos dioses. La Cátedra de Pedro, quedó no sólo profanada, ultrajada, sino además negada con ese acto ecuménico que reconoce al error y prostituye la verdad, y la reniega.  

Es verdaderamente la abominación en lugar santo, todas las falsas religiones congregadas en San Pedro. Habrase visto mayor abominación. Es un hecho, y contra los hechos no hay argumentos.

Para que entendamos todo esto se hace necesario recordar algunos textos del P. Castellani que dan luz y explicación a lo que está hoy pasando; todos tomados del libro El Apokalipsis de San Juan, Ediciones Paulinas, Buenos Aires 1963. 

«Cuando una Iglesia (o una época de la Iglesia) decae y se corrompe lo que hace Dios es simplemente retirarle su luz, con lo cual termina de pudrirse, surgiendo en otro lugar el resplandor de la fe y el fervor.» (p. 31). 

«Hacia el fin del Apokalipsis aparecen en él dos Mujeres misteriosas, una Madre y una mala Hembra.» (p. 255). «La “mujer” significa en la Escritura constantemente Israel, es decir, la Religión del pueblo judío – y el pueblo judío. Dios apostrofa a su pueblo como una adúltera – o la requiebra como una novia.» (p. 256).

«Las dos mujeres del Apokalipsis representan la religión verdadera en sus dos polos extremos, la religión corrompida y la religión fiel: la “Forneguera”sobre la Bestia Roja y la Parturienta vestida del sol de la fe... Estos dos aspectos de la Religión son perfectamente distinguibles para Dios, pero no siempre para nosotros... (p. 256). » 

«Cuando vino Cristo eran tiempos confusos y tristes. La religión estaba pervertida en sus jefes, y consiguientemente en parte del pueblo... Cuando Cristo vuelva la situación será parecida. Solamente el fariseísmo, el pecado contra el Espíritu Santo, es capaz de producir esa magna apostasía que El predijo: “la mayor tribulación desde el Diluvio acá”, será producida por la peor corrupción, la corrupción de lo óptimo. El dolor solo remediable por Dios en persona[2] es el causado por la corrupción irremediable, “la sal que pierde su salinez”. Por eso San Juan vio en la frente de la Ramera la palabra MISTERIO, y dice se asombró sobremanera; y el ángel le dice: “Ven , y te explicaré el misterio de la Bestia”. Es el misterio de iniquidad, la abominación de la desolación: la parte carnal de la Religión ocultando, adulterando y aun persiguiendo la Verdad. “Sinagoga Sátanae”. Por esto la parte fiel de la Religión padecerá entonces “dolores como de parto”, y el dragón estará a punto de tragar a su hijo, que se salvará por milagro; y ella se salvará huyendo a la soledad con dos alas de águila, y aun allí la perseguirá la oleada de agua sucia y torrentosa que el Dragón lanzará contra ella... la nueva Esposa pura y sin mácula, inmaculadamente concebida de nuevo.» (p. 257-258). 

«La Esposa comete adulterio: cuando su legítimo Señor y Esposo Cristo no es ya su alma y su todo; cuando los gozos de su Casa no son ya toda su vida[3] ; cuando codicia lo transitorio del mundo en sus diversas manifestaciones; cuando mira sus grandezas, riquezas y honores con ojos golosos; cuando (como Israel un día) busca la alianza de un poder terreno contra otro poder terreno, cuando reconoce al mundo como “una realidad muy ponderable” y lo mira como una potencia cuyas iras procura evitar a cualquier costo, cuyo grado y benevolencia solicita, con cuya “sabiduría”, educación, ciencia, cultura, política, diplomacia, está encantada, “jam moechata est in corde suo”, ya pecó en su corazón. Esto es lo que llama el profeta “fornicar con los reyes de la tierra”[4] . Primero se fornica con el corazón desfalleciendo en la fe; después en los hechos faltando a la caridad » (p. 258).  

«El error fundamental de nuestra practica actual – y aún de la teoría a veces – es que amalgamamos el Reino y el Mundo, lo cual es exactamente lo que la Biblia llama “Prostitución”.» (p. 258). 

«Dios mantendrá sus promesas acerca de la inerrancia de la doctrina en el Magisterio Supremo, aún cuando parezca anochecido, brillará esa Luz. En los últimos días el “residuo”de cristianos fieles a sus jefes serán visibles ¡Y tanto! Serán explosivamente visibles, a causa misma de la furiosa persecución contra ellos... porque “el mundo los odiará”, y ellos darán fastidio al mundo entero. “Y seréis odiados del mundo a causa mía”. Así que hoy conviene probar todo espíritu, y quedarse solamente con el que es bueno; porque ¡ojo! las dos Mujeres son gemelas. Las dos mujeres son hermanas, nacidas de una misma madre: la Religión, la religiosidad, el profundo instinto religioso, inerradicable en el ser humano. » (p. 260). 

«Y la Bestia de la Tierra se parece al cordero, “hace prodigios y portentos”, promete la felicidad y habla palabras hermosas, llenas de halago. Promete el Reino en este mundo. Como Cristo. El Reino en este mundo por las solas fuerzas del hombre, como el Dragón le prometía a Cristo, en el Monte de la Tentación.» (p. 261). 

«...la Mujer ramera y blasfema es la religión adulterada, ya formulada en Pseudoiglesia en el fin del siglo, prostituida a los poderes de este mundo, y asentada sobre el formidable poder político anticristiano... » (p. 261).  

«La fiera cabalgadura conocemos. ¿Quién es la “Forneguera” ? Luego el Ángel se lo explicará a San Juan netamente. ¿Por qué “Forneguera”o fornicaría? Esto es importante. La “Fornicación”en dialécto profético es la idolatría. Esta Mujer que “fornica con los Reyes de la tierra”y que “hizo beber del vino de su fornicación a los moradores de la tierra”, es la cabeza y canal de una religión adulterada, idolatrica. “Fornicar con los Reyes de la Tierra”es poner la religión al servicio de la política[5] ; de la “potentia saecularis”, que es el instrumento del Anticristo; convirtiéndola por el mismo hecho en un dios falso.» . (p. 262 – 263). 

«La Mujer Perdida se glorifica a sí misma ahora, con la sangre de los mártires y la loas de los santos, se ufana y se emborracha con ellas... La religión adulterada hace gala de la fama de los antiguos santos muertos; y persigue a los santos vivos.» (p. 264 – 265). 

«Los Vírgenes y el Cordero (144.000) son los Elegidos de la Visión 4 (Cap. 7), ya liberados: “Vírgenes”significa que no se manchan con la “fornicación” (o sea idolatría) de la religión falsificada; la cual fornicación o apostasía propaga la mujer ramera de la Visión 16 (Cap. 17) ». (p. 96). 

«Son los mártires de los últimos tiempos, los más “mártires”de todos, dice San Hipólito. “Vírgenes”y “Sinmancha” los llama San Juan, porque se guardaron de la apostasía y la idolatría del Anticristo, la cual en las Sagradas Letras es llamada “fornicación”. “No se ensuciaron con Mujeres”, es que aparecerá más tarde, la Meretriz Magna, fautora de la religión falsificada. Varones los pinta el Profeta, no porque no haya mujeres entre ellos, sino en señal de fortaleza.» (p. 218). 

«La Medición del Templo significa la reducción de la Iglesia fiel a un pequeño grupo perseverante y la vasta adulteración de la verdad religiosa en todos los restantes; y en esto están unánimes todos los Santos Padres. » (p. 94). 

«Todos los Santos Padres han visto en esta visión [la Medición del Templo] el estado de la Iglesia en el tiempo de la Gran Apostasía: reducida a un grupo de fieles que resisten a los prestigios y poderes del Anticristo (mártires de los últimos tiempos) mientras la Religión en general es pisoteada durante 42 meses o 3 años y medio. Pisotear no es eliminar: el “cristianismo”será adulterado... El mismo Templo y la Ciudad Santa serán profanados, ni serán ya santos. No serán destruidos. La religión será adulterada, sus dogmas vaciados y rellenados de substancias idolátricas; no eliminada, pues en alguna parte debe estar el Templo en el que se sentará el Anticristo “haciéndose adorar como Dios”, que dice San Pablo. La Gran Apostasía será a la vez una grande, la más grande Herejía.» (p.152 – 153). 

«El Anticristo no será un demonio, sino un hombre “demoníaco”: Tendrá “ojos como de hombre”, levantados con la plenitud de la ciencia humana, hará gala de humanidad y “humanismo”; aplastará a los santos y abatirá la Ley, tanto la de Cristo como la de Moisés; triunfará tres años y medio hasta ser muerto “sine manu”, no por mano de hombre; hará imperar “la abominación de la desolación”, o sea, el sacrilegio máximo; será soberbio mentiroso y cruel, aunque se fingirá virtuoso...Reducirá a la Iglesia a su extrema tribulación, al mismo tiempo que fomentará una falsa Iglesia. Matará a los Profetas y tendrá de su lado una manga de profetoides, de vaticinadores y cantores del progresismo y de la euforia de la salud del hombre por el hombre, hierofantes que proclamaran la plenitud de los tiempos y una felicidad nefanda. Perseguirá sobre todo la predicación y la interpretación del Apokalipsis; y odiará con furor aun la mención de la Parusia. En su tiempo habrá verdaderos monstruos que ocuparán cátedras y sedes y pasarán por varones píos, religiosos y aun santos; porque el Hombre de Pecado tolerará y aprovechará un cristianismo adulterado.» (p. 198 – 199). 

«En el Anticristo habrá dos cosas, un sacrilegio y una herejía (“Segunda Bestia”). Se hará adorar como Dios, lo cual es un sacrilegio, y por cierto el máximo; y para ello se servirá como de instrumento de un culto religioso derivado espúreamente del mismo Cristianismo: es decir, de una herejía cristiana: que pareciera ha nacido ya en el mismo[6] .» (p. 38). 

«...el poder político deificado y encarnado en un “plebeyo genial”y apoyado por un sacerdocio, será la abominación de la desolación y el reinado del Anticristo.» (p. 39) 

«La historia de la humanidad se mueve entre la confusión de Babel y la armonía perfecta (aspiración indeleble de la creación, que no por nada procede de un UNITRINO) de la Nueva Jerusalén; que están en el primero y último de Los Libros. El Anticristo usurpará simplemente este ideal de unidad del género humano en la institución perversa de su Imperio Universal; pues solo Cristo es el Centro de la Historia y el verdadero principio de unidad de Universo.» (p. 303). 

«La Fiera de la Tierra es una religión falsa (falsificada) o Herejía máxima, con su jefe y conductor: quizás un Obispo apóstata que es también mago (Solovief).» (p. 95). 

« “...El Pseudoprofeta”, tiene un carácter religioso: “semejante al cordero”y surge de la Tierra firme, la Religión... » (p. 209). 

«La Urbe Prostituida está investida del falso cristianismo; el cual el Anticristo incorporará a su propio sacrílego sistema por medio del Pseudoprofeta. Nada impide que la “propagada sacerdotal” del Anticristo (Lacunza, Pieper) esté encabezada por un Obispo apóstata (Solovief) o incluso un Antipapa; así sucede en la historia humana: cuerpo pide cabeza. » (p. 334).

«Esta historia de una religión falsa, falseada, falsificada, falluta (de “fallo – fallere), caer) la veremos recurrir de nuevo en la Visión 16, la Gran Ramera; y la tal religión “fornicaria”es necesaria para que pueda surgir el culto sacrílego del Anticristo, “que cederá en el Templo de Dios, haciéndose como si fuese Dios”, según predice San Pablo. Lo cual llama Daniel “la abominación de la desolación”- y repite Jesucristo. » (p. 211). 

«El sol ennegrecido significa la doctrina ofuscada por la herejía y la apostasía, la luna sangrienta las falsas doctrinas, las “estrellas del cielo”en Daniel y San Juan designan los “doctores”de la Iglesia, muchos de los cuales aquí caen; los montes e ínsulas, los reinos y naciones sacudidos y desplazados. » (p. 213 – 214). 

«San Victorino Mártir netamente asevera que “la Iglesia será quitada”(“de medio fiet”); pero eso no significa que será extinguida del todo y absolutamente, como lee Domingo Soto, O.P.; si no de su desaparición de la sobre haz de la Tierra, y su vuelta a unas más oscuras y hórridas catacumbas. » (p. 204). 

«La Tradición (en el sentido de “fijación” o conservadurismo) aparece también como ley de la Iglesia Posterior: lo que tenéis “Krateésate”, conservadlo, reforzadlo, hacedlo fuerte... Esta recomendación de agarrarse a lo tradicional se repite en forma más apremiante y dramática en la Iglesia siguiente, como veremos.. » (p. 51 – 52). 

«Ni el culto de Satán tiene la sutil malicia y total falsificación de la verdad que tiene esta herejía adulteradora de todo el cristianismo. » (p. 188). 

«Hoy día es “un fin político lícito”y muy vigente por cierto la organización y unificación de las comarcas del mundo en un solo Reino – que por ende se parecerá al Imperio Romano. Esta empresa pertenece a Cristo; y es en el fondo la secular aspiración de la Humanidad; pero anticipada malamente y abortada por el Contracristo- ayudado del poder de Satán. En el boletín del “Canadian Intelligence Service (enero 1963) podemos ver el poder que tienen actualmente, en EE.UU. e Inglaterra sobre todo, los “One-Woelders”o partidarios de la unificación del mundo bajo un solo Imperio. Propician la amalgama del Capitalismo y el Comunismo – que será justamente la hazaña del Anticristo. » (p. 188 – 189). 

«El Capitalismo y el Comunismo, tan diversos como parecen, coinciden en su fondo; digamos, en su núcleo “místico”: ambos buscan el Paraíso Terrenal por medio de la Técnica; y su “mistica”es un mesianismo Tecnólatra y antropólatra – cuya difusión vemos hoy día por todos lados, y cuya dirección es la edificación del Hombre; la cual un día se encarnará en Un Hombre. » (p. 347). 

«En suma, el Anticristo consentirá a las Tres Tentaciones que puso el diablo a Cristo en el Monte. » (p. 349). 

«El mundo moderno se ha olvidado bastante de que CRISTO ES REY, cosa que ha recibido de su Padre; por lo cual se instituyó poco ha la festividad de Cristo Rey, contra la herejía del “Liberalismo. » (p. 52 – 53).

«La gran tribulación de que dijo Cristo “será la mayor que ha habido ni habrá desde el diluvio acá” (lo cual no es poco decir) y Daniel más aún “la mayor desde que existen pueblos”, no vendrá de golpe y porrazo, por supuesto: es un hecho histórico, no metahistórico como la Parusía; sometido a las leyes de la Historia. Será procedido por el decaimiento general de la religión y por persecuciones locales, no menos que por la Granguerra y paz impuesta por el Anticristo. » (p. 225). 

«El término de la historia será una catástrofe, pero el objeto divino de la historia será alcanzado en una metahistoria, que no será una creación, sino una “trasposición”; pues “nuevos cielos y nueva tierra”significa “renovadas todas las cosas”de acuerdo a su prístino patron divinal. » (p. 149). 

«El mundo va a una catástrofe intrahistórica que condicione un triunfo extrahistórico; o sea una “trasposición”de la vida del mundo en un trasmundo; y del Tiempo en un Supertiempo; en el cual nuestras vidas no van a ser aniquiladas y luego creadas de nuevo, sino (como es digno de Dios) transfiguradas ellas todas por entero, sin perder uno solo de sus elementos. » (p. 152). 

«O sea el fin catastrófico intrahistórico de la humanidad junto con el fin triunfal extrahistórico. Pues esos dos elementos contrarios se compone la esjatología cristiana.» (p. 175). 

«Cristo debe volver. Debe volver pronto. Y a medida que su retorno se aproxima, por fuerza se deben hacer más claras las Promesas de sus Santos y las Visiones de sus Videntes. Volverá no ya a ser crucificado por los pecados de muchos, sino como Rey del Siglo Futuro. Volverá para poner a sus enemigos de alfombra de sus pies, a restaurar y restituir para su Padre todas las cosas, arrojado de ellas y amarrado el Príncipe de este mundo; volverá en el climax de la más horrenda lucha religiosa que han visto los siglos, en el apice mismo de la Gran Apostasía y de la tribulación colectiva más terrible después del Diluvio, cuando sus fieles estén por desfallecer y esté por percer toda carne. Volverá Vincens ut vincat, como una rayo que surgiendo de Oriente se deja ver en Occidente... » (p. 90 – 91). 

Es evidente que si las Sagradas Escrituras profetizan para los últimos tiempos, antes de la Parusía o Segunda Venida Gloriosa de Nuestro Señor Jesucristo sobre la tierra, una gran crisis religiosa o gran apostasía universal, verdadero Misterio de Iniquidad, que desolará la misma Iglesia, al extremo de llevar al Santuario la abominación más pasmosa dentro del Templo (Iglesia) con lo cual se designa la más devastadora y perniciosa corrupción religiosa y de la misma religión que será adulterada, prostituida al servicio de los intereses del mundo y de los que gobiernan hoy al mundo (el gran poder oculto financiero de la Sinarquía en manos del judaísmo), debemos estar más alertas y vigilantes, que nunca. 

La corrupción de lo mejor da lo peor y hoy se ha corrompido la religión católica gobernando la Iglesia según los intereses no ya de Cristo sino del mundo, enseñando no la verdad salvífica de Cristo sino del error mortífero del Anticristo, sirviendo no a la Iglesia de Cristo sino a la Contra Iglesia del Anticristo o Sinagoga de Satanás. Todo está hoy corrompido oficialmente, ya no hay nada santo ni sagrado, los templos católicos están profanados, la liturgia sacra está protestantizada, la Misa católica adulterada (vaciada de su contenido sacrificial), el sacerdocio católico mundanizado, en fin la Iglesia Católica oficialmente adulterada, corrompida, vaciada, ultrajada, cambiada, subsiste gracias a Dios, reducida a un pequeño rebaño fiel, aferrado a la Sacrosanta Tradición Apostólica, que mantiene como un faro en medio de la oscuridad de la tempestad, la luz de la fe sobrenatural en medio de un clero corrupto y decadente que se ha prostituido bajo el influjo de la Gran Ramera para formar parte de ella y multiplicar hasta la ebriedad el exceso de su prostitución. 

La religión prostituída, corrompida, simbolizada por la Gran Meretriz escarlata que cabalga sobre la bestia del mar (Anticristo) y que lleva la mancha de su prostitución en la frente como culmen del misterio de la iniquidad y de la abominación en la misma Iglesia, con el prestigio de su autoridad quiere hoy seducir con sus encantos y halagos al resto fiel del pequeño y atribulado rebaño. Las dos mujeres del Apocalipsis representan la Religión fiel y la Religión corrompida al final de los tiempos. La Gran Ramera representa la Religión corrompida, la falsa iglesia; y la mujer Parturienta vestida del Sol de la fe, representa la Religión fiel, la Iglesia verdadera. 

 La Roma modernista que con el poder de la investidura y autoridad de una Jerarquía que ha claudicado en su misión sobrenatural y que persigue a la Roma Tradicional, pretende hacerle beber en el cáliz de su prostitución y abominación, buscando con el diálogo infernal lograr hacerle morder la manzana. 

Al pequeño rebaño fiel a Cristo y a su Iglesia, fiel a la Tradición Católica Apostólica Romana, (qué más Romano que la Misa Tridentina), no le queda otro camino que el refugio en el desierto (abandono, desolación, sequedad, penuria y hasta el martirio si Dios así lo quiere), la huída al desierto donde se acrisola la verdad y se forja la virtud produciendo los frutos de santidad, lejos del mundanal ruido por donde va hoy el mundo perdido, y que sin reconocer a su Dios, va sin rumbo fijo. 

Se requiere una actitud viril, es decir fuerte, constante, de equilibrio y de paz celestial para no dialogar con la serpiente, ni ceder a los halagos y seducciones de la religión prostituida bajo las caricias de la Gran Ramera. 

Los pocos obispos verdaderamente católicos contados con los dedos de la mano, como representantes y sucesores del Colegio Apostólico deben proteger y velar por el pequeño rebaño fiel disperso por todo el mundo para consolidarlos en la fe (confirmarlo en la fe de siempre), la fe recibida en el Bautismo, y que puedan defender la verdad de la Iglesia Católica como miembros ofrecidos en holocausto por amor a Cristo Rey. 

Con la esperanza del triunfo del Inmaculado Corazón de María Purísima que coincidirá con el triunfo de Cristo en el momento crucial cuando el mal parecerá haber vencido al bien, cuando Satanás habrá cantado victoria y el Anticristo haber creído ya destruida la Iglesia y Religión Católica, para ser destruido con el fulgor de la presencia de Cristo Rey y todo el poder de su divina majestad. 

                                                                                                                                                       Basilio Méramo Pbro.

Bogotá – Enero 24 de 2001

 

 

 

ÍNDICE DEL SITIO

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NOTAS

[1] Quoniam omnes dii gentium daemonia: porque todos los dioses de los gentiles son demonios.

[2] Por esto es absurdo un triunfo pleno sin la aparición de Cristo en su Segunda Venida.

[3] Como la mujer moderna que se realiza o busca su realización fuera de su hogar.

[4] Como pasó con el Concilio Vaticano II casi al pie de la letra con todo lo aquí descrito.

[5] La política del Poder Oculto de la Alta Finanza en manos del Judaísmo, de la Sinarquía, que prepara la entronización del Anticristo, y que inspira el falso Ecumenismo de hoy día.

[6] Esto fue escrito en 1963.