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CHARLY LLEGO AL FIN DEL MUNDO
Charly García realizó
anteanoche el primer recital de su carrera en la capital de
Tierra del Fuego y lo hizo al aire libre, ante unas diez mil
personas que lo ovacionaron y disfrutaron del buen
temperamento del músico, que tocó casi dos horas, bailó,
hizo bromas y dialogó con el público.
Cuatro
generaciones de fueguinos vibraron con la actuación de García, que
presentó temas de su último álbum, "Rock and Roll yo", y
regaló deliciosas versiones de clásicos como "No llores por mí
Argentina", "Seminare" y "Yendo de la cama al
living".
El
músico inició en Ushuaia una gira regional denominada Patagonia Tour
2004, que tiene apoyo de la Secretaría de Cultura de la Nación y que,
ayer, continuaba en Río Gallegos.
Vestido
con un pantalón rojo, buzo negro y gorro de lana, García llevó por
primera vez a Ushuaia el planteo de show que viene haciendo durante este año,
desde la disposición del escenario (con la batería adelante y a la
derecha, respecto del set de teclados, y enfrentada a un sillón de dos
cuerpos con un pianito a modo de mesa ratona que usó esporádicamente)
hasta la inclusión del trío de cuerdas (dos violones y un chelo), que
aportó el arreglo sinfónico a los temas.
García
abrió con una canción de su último trabajo, "Dileando con un alma
(que no puedo entender)", y de allí en más los temas se sucedieron:
"Asesíname", "Influencia", "Sin tu amor",
"Me tiré por vos", "Anhedonia" y "Fanky".
El
público disfrutó de cada uno de estos pequeños clásicos y, a pesar de
los seis grados de temperatura, el clima fue benigno por la ausencia de
viento. Los padres bailaban con sus hijos cargados en los hombros,
mientras coreaban las canciones de principio a fin. Distintas generaciones
se unieron y vivieron el concierto como un espectáculo único.
Adolescentes y cincuentones, todos por igual.
"Vine
con mi hija y con mi nieta y estamos todas encantadas" festejó Angélica,
una empleada municipal de 50 años. Carlos, de 43 años, recordó que
"la última vez que lo vi fue en 1980, con Seru Giran. ¡Estoy
enloqueciendo!". Mientras que Gabriel, de 33 años, se alegraba por
"lo bien que lo vi al tipo, manejando el recital, con buena onda, se
lo ve muy feliz". Nadia, una estudiante de 17 años, confesó
abrazada a su novio que "Charly me encanta, compré sus últimos
discos y los anteriores los tengo por mis viejos".
Al
cierre del recital, insólitamente, Charly le permitió al público
ingresar en el camarín con la condición de "fotos no, reportajes
no", y había anunciado desde el escenario que "se viene la
campaña «corrupción cero-more»". Luego, preguntó si "¿es
cierto que Marilyn Manson va a venir a tocar conmigo?" y concluyó
bromeando: "Tenemos que apurarnos antes de que venga el calentamiento
global".
El
único bis que hizo fue demoledor. Arrancó con una versión de
"Cerca de la revolución", que fusionó con
"Satisfaction", de los Rolling Stones, y encadenó con
"Whole Lotta Love", de Led Zeppelin.
Un
guitarrazo al micrófono que usó para desafiar a la intemperie y cantar más
cerca del público fue el gesto de despedida que cerró con un tajante
"a casa" que el público obedeció eufórico y feliz.
La
luna llena, que había permanecido oculta tras un banco de nubes, brillaba
sobre el monte Olivia para despedirlo.
INFORMACION
DE LA NACION
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