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» "ESTO ESTABA EN LLAMAS CUANDO NACIO CALLEJEROS"

Buenos Aires, (Télam, por Pedro Fernández Mouján).- Charly García, quien el sábado en el Festival "Campo Konex" ofrecerá su tercer show masivo en lo que va del verano, se refirió al presente del rock argentino tras la tragedia de Cromañón y analizó que "alguien viene y te pregunta cómo empezó el incendio y nadie sabe, cuando uno llegó el incendio ya estaba, de hecho esto estaba en llamas cuando nació Callejeros, es el mundo el que está en llamas".

Está flaco, más flaco que nunca, con las uñas pintadas y acaso también más lúcido, Charly García, el tipo que sintetizó el inconsciente colectivo de más de una generación y le puso música de rock, el que arrancó con "Canción para mi muerte" y después dio cuenta de la época dura con "Pecado mortal" y "Los dinosaurios" para terminar con "Influencia" y "Asesíname". Ahora lo hará de vuelta en un momento especial para el rock, marcado por la tragedia de Cromañón.

Cuando las etapas más difíciles de su propia existencia, con internaciones en psiquiátricos y saltos mortales desde el noveno piso, parecen haber quedado atrás, Charly recibe a Télam en la habitación de un hotel de Puerto Madero, vestido con pantalón Grafa roto y pintado, remera blanca, saco negro y algo incómodo por no encontrar sus gafas, tres días antes de participar del "Campo Konex", que se desarrollará este fin de semana en el pueblo bonaerense de Carlos Keen.

"Sin los anteojos me siento desprotegido", dice, pero igual habla. No le escapa al bulto y analiza tanto el incendio de la disco del barrio del Once como la situación del rock actual.

"Me hago cargo de que yo tengo algo que ver con Cromañón, con esos pibes que fueron, porque yo soy rock y formo parte de esto y ante una tragedia como esta no te podés hacer el distraído y decir `yo no hago este tipo de música`, ni tampoco pensar que todo se acaba en Chabán, porque no me cabe la menor duda de que Chabán no es peor que la mitad de los tipos que tienen boliches", arranca.

-¿Esto dice algo del estado actual del rock?

-Hay cosas que no van. No va que se haga un recital en una disco porque es otro código, siempre lo fue; no va que haya gente que vaya a ver a un pibe que pone discos y que lo llamen música o que otros vayan a un recital de rock como si fueran a una cancha de fútbol, pero el mundo está así.

-Cuando el rock arrancó transitaba por otros lados.

-Era como una banda loca, estaba el cine Arte, Jorge Alvarez, el flower power, se juntaban músicos, escritores, fotógrafos, periodistas, había otra onda, había como un proyecto, ahora veo que las bandas que se quieren hacer las rebeldes solamente quieren ganar plata, que el rock se convirtió en una coreografía y los premios MTV son un carnaval de la farándula; porque en definitiva el rock es una música pero el mundo se olvidó qué música es el rock y parece que no importa mucho.

-Cambió el marco, ahora es una música no de un grupo o ghetto sino algo mucho más masivo.

-Sí, es cierto; que las bandas llenen estadios y todo eso me parece bonito, pero me gustaría más que las bandas tengan un mensaje. Un poco hay que cambiar las cosas, me parece que podríamos erigir a la gracia y la elegancia como la nueva vanguardia; porque la vanguardia no tiene por qué ser producidamente horrible. Si te fijás, hay grupos que gastan más en peluquería que en instrumentos.

- ¿Y cómo ves ese futuro?

-Me parece que va a volver eso de prender la radio y escuchar un tipo que toca una guitarra o dice algo; yo siempre vi a la música como a una virgen, como algo sagrado que si uno lo tenía y lo podía manejar era como un privilegio, pero es como que está siendo violada; entrar a un estudio de grabacion es patético, porque están las computadores, un tipo que mira las rayitas de la pantalla y toda la gracia es copiar el truquito de otro, pero ponerte ahí a tocar algo parece que pasó, creo que la tiranía del anonimato y la mediocracia ya está tocando su fin.

-Importa poco cómo se hace y se toca música.

- A mí se me burlaba mucha gente porque tocaba bien el piano, pero es una cosa medio, no sé, el virtuosismo se volvió una mala palabra, yo no estoy hablando de hinchar las pelotas dos días seguidos con un violín eléctrico sacando el último acorde recontraloco pero sí recuperar el placer de escuchar o ver algo que está hecho con gracia y bien elaborado.

-¿Cómo analizás lo que intentaste hacer en la música?

-Primero un destino, porque hasta que aparecieron Los Beatles yo iba a ser un intérprete de música clásica pero cuando aparecen esos tipos me di cuenta de que podía componer y que una canción podría ser tan perfecta como la música clásica, y además que ellos decían "vamos para adelante". Por otra parte, me parece que lo que yo ayudé a crear o ensamblar o lo que era mi sueño llega hasta la General Paz, lo que yo inventé tiene que ver con el tango, con la ciudad.

Cerca de los 60 Charly continúa trabajando, quiere grabar un disco con Keith Richards ("él que cante en castellano y yo en inglés en una cacofonía blusera-tanguera que va a funcionar"); con sacar un cd de canciones viejas que fue enhebrando Fernando Samalea y al que le pusieron el "Black Album", pero asegura que está todo muy raro.

"Por un lado te dicen `pinta tu aldea y serás universal` pero con internet te meten McDonald hasta en la selva de Croacia", concluye.

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