. ¿QUIENES
SOMOS?
Soy el Padre Héctor Lázaro Romero,
director de la revista digital “Integrismo”.
En el año 1992 ingresé al Seminario de
habla hispana de la Fraternidad San Pío X,
de Mons. Lefebvre. Tras seis años de
estudios, recibí la ordenación sacerdotal
en 1997, de manos de Mons. Williamson. Fui
entonces destinado al priorato de la
Fraternidad en Buenos Aires; allí ejercí
el ministerio sacerdotal hasta el 2004,
año en que abandoné la congregación por
razones de salud.
Meses más tarde, en agosto del mismo año,
decidí no volver a la Fraternidad para ser
fiel a mis convicciones doctrinales. Es
así que escribí una “Carta a los fieles”
del priorato y una a mis superiores, en
que explicaba mis razones.
Desde entonces, la posición que sostengo
públicamente es la expuesta en la “Tesis
de Cassiciacum”, de Mons. Guérard des
Lauriers O.P., sobre la vacancia formal de
la Sede Apostólica (que ha sido claramente
desarrollada desde las páginas de
Integrismo y es conocida por nuestros
fieles y amigos; en este mismo sitio
-sección documentos- puede leerse
una exposición detallada, así como
material sobre el tema).
En septiembre de 2004 salió el primer
número de la revista, en cuyo editorial
decíamos:
“(...) Esta es una publicación católica,
con todo lo que significa la palabra, con
todo lo que conlleva la palabra, con todas
las consecuencias que se desprenden de la
palabra. En efecto, esta es una
publicación que pretende ser católica
integralmente. Es una publicación
integrista. (...) esta palabra se utiliza
ante todo para referirse a quienes
sostienen la existencia de una Verdad
objetiva que no se pone en discusión. Es
justamente ése el sentido que hacemos
nuestro.
(...) Para la sociedad actual esta es una
actitud condenable, pero no lo era para la
Iglesia. Decimos esto porque esta es una
palabra ‘acuñada’ en realidad, por el Papa
San Pío X (1903-1914), el Papa
antimodernista. Este Papa persiguió sin
piedad al modernismo, convencido del daño
que podía producir a la Iglesia. Bajo sus
auspicios nació el ‘Sodalitium Pianum’ (o
‘Fraternidad San Pío V’), dirigido por
Mons. Umberto Benigni (1862-1934),
encargado de detectar a estos elementos en
las diócesis y seminarios, y de
expulsarlos. Se entiende entonces el odio
de todos los medios progresistas hacia el
Papa Sarto.
San Pío X sostuvo y promovió a este grupo
y a su prensa, a la que denominó
‘integrista’. Por eso, la denominación de
‘integrista’ debería ser un título de
gloria para el católico. Así lo afirma el
inmortal Sardá y Salvany en su obra ya
clásica: ‘El liberalismo es pecado’.
Queremos pues ser integristas.
Ser integrista significa defender la
integridad del dogma, afirmar todas y cada
una de las verdades de Fe que la Iglesia
nos enseña; sea por su Magisterio
Ordinario, sea por su Magisterio
Extraordinario, con todo lo que significan
estas verdades, con todas las
consecuencias que se derivan de ellas.
Significa estar convencidos de que la Fe
es Una, y que si se niega la más pequeña
de las verdades de Fe, o se la pone en
duda, se las niega o pone en duda a todas.
Ser integrista significa pues adherir y
prestar asentimiento interno a la
totalidad del Magisterio de la Iglesia,
también a su Magisterio político, con
todas las consecuencias que se desprenden
de esto. Significa tener como enemigo
mortal al liberalismo, y defender la
Realeza Social de Nuestro Señor
Jesucristo.
Como se ve, la palabra está preñada de
sentido católico. Queremos pues, ser
integristas. Esta es una publicación
integrista.
(...) Hoy reinan el ecumenismo, la
libertad religiosa, la colegialidad,
doctrinas éstas que la Iglesia de ayer, la
Iglesia ‘integrista’ condenó en diferentes
oportunidades.
Hoy la Iglesia sufre una crisis espantosa,
puede decirse que la peor de su historia
dos veces milenaria (...).
Nosotros, al igual que los católicos
tradicionalistas, y contándonos entre
ellos, señalamos al Concilio Vaticano II
como desencadenante de la misma; y
afirmamos que el Concilio contradice la
enseñanza infalible y tradicional del
Magisterio de la Iglesia, particularmente
en las tres doctrinas que hemos dicho
(...).
Esta publicación, como se dijo antes,
quiere defender la Verdad. Y por amor de
esa Verdad, denuncia al Concilio (...).
Pero, ¿cómo es posible que los hombres de
Iglesia, aun aquel que ocupa el más alto
puesto, avalen doctrinas erróneas? ¿No es
esto contrario a la infalibilidad y
asistencia divina prometidas a la Iglesia?
Esta publicación se compromete a tratar
este trágico problema y pretende invitar a
sus lectores al estudio del mismo; en
breve, quiere proponer a los lectores que
estudiemos juntos este problema, en el que
tanto se juega para el católico.
Ese será nuestro tema fundamental: el
problema de la Autoridad. Pero también nos
ocuparemos de otros temas de actualidad,
de política, etc.; siempre bajo la luz del
Magisterio tradicional, ‘integrista’.
Esta es la finalidad que perseguimos
humildemente, la misma de la Iglesia: la
gloria de Dios y la salvación de las almas
(...)”.
Si conoce otras personas que pueden estar
interesadas en nuestra publicación, puede
enviarnos las direcciones de mail; las
ingresaremos a nuestro fichero y Ud. habrá
realizado una obra apostólica.
Si desea
contactarnos:
Ayúdenos a continuar nuestra
modesta empresa por la gloria
de Dios, honor de la Iglesia y
salvación de las almas. |
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