ASTROLOGIA VIVENCIAL: UNA
GUIA PRACTICA
(Pautas muy simples y prácticas
para ampliar nuestra comprensión de la Astrología)
por Jerónimo
Brignone
(Este artículo fue
publicado en la revista astrológica Mediumcoeli N° 8)
En
algún otro artículo (Mediumcoeli N°3) me
he dedicado con cierta extensión a tratar las implicancias del Astrodrama o
Astrología Vivencial. Como dijera entonces, esta rama reciente de la Astrología,
nacida hace dos décadas en California, ya ocupa un puesto importante en todos
los congresos astrológicos internacionales y en muchas escuelas. Tiene
aplicaciones pedagógicas, terapéuticas, recreativas y de investigación. Se la
podría definir como la rama de la Astrología que se encarga de comprenderla a
través de métodos vivenciales tanto estéticos (plástica, dramatización,
etc.) como psicoterapéuticos (psicodrama, gestalt, programación neurolinguística,
etc.). Su valor o característica principal es el haber agregado a la aproximación
puramente intelectual que en los últimos siglos teníamos hacia la Astrología,
las dimensiones más reales y humanas de la emoción, la sensación, el
movimiento, la percepción estética e interactiva, la intensidad catártica y
la "revelación", permitiendo, finalmente, una mayor comprensión
intelectual y concreta del simbolismo astrológico.
Sobre
los cómos y porqués de todo esto, prefiero remitir al lector al artículo
mencionado. En cambio, en este artículo simplemente voy a proponerle algunos
ejercicios muy básicos y fácilmente abordables de Astrología Vivencial. Si
bien una de las formas más espectaculares de expresión del Astrodrama es la
actuación de la carta natal de algún individuo por parte de un grupo de
personas con conocimientos astrológicos y actorales, creo conveniente empezar
primero a transitar experiencias como las que ahora charlaremos, ya que pueden
ser realizadas en forma individual o en pareja o pequeños grupos. Más
adelante, sintiéndose más seguros y habiéndoles "tomado el gusto",
así como visto el valor de las mismas, se puede pasar a propuestas más
complejas.
Vamos
a cubrir diversas gamas de posibilidades que puedan ajustarse a distintos
temperamentos, medios e inquietudes. Todas estas propuestas las he venido
realizando desde hace siete años en forma individual, en talleres vivenciales,
en grupos de investigación (Sephirot) y en clase, y las he visto siempre dar
frutos hermosos e instructivos. Provienen de mi experiencia como director y
profesor teatral, de mi tránsito por diversas técnicas psicoterapéuticas y
alternativas y de experiencias realizadas con los pioneros del Astrodrama en
Estados Unidos y en la India.
Podemos
elegir cualquiera al azar o según el propio gusto e inclinaciones. Lo que sí
es muy importante para que valga la pena, es que aquello que elijamos, lo
juguemos a fondo, y tratemos siempre de pedirnos más durante el mismo. Si hay
algún amigo o amigos que estén estudiando Astrología y con un nivel similar
al propio, es muy interesante verse periódicamente para hacer estas
experiencias juntos y poder así contrastar resultados y dudas, nutrirse de lo
experimentado por el otro y disfrutar la experiencia compartida. No importa de
ninguna manera cuál sea el nivel de conocimientos que se crea tener para llevar
adelante estos ejercicios: cualquier nivel vale, y lo interesante es que
justamente se parte de las asociaciones conceptuales que uno ya tiene, y se las
potencia y enriquece, así como se facilita la aparición tanto de los baches
como de nuevas asociaciones, sea desde uno mismo o desde algún eventual compañero.
Bueno,
basta de palabras (¡porque de eso se trata!) y empecemos.
1. El más elemental de
todos: durante un rato, “SER “ un signo astrológico o planeta
cualquiera. O, enunciado de otro modo, hacer "como si" se fuera el
mismo. Empezar a preguntarse, imaginar y ACTUAR inmediatamente cómo
respiraría, postura corporal, gestos, cómo y qué mira del entorno, qué
quisiera hacer en este mismo instante, qué quisiera hacer en general en la
vida, sensaciones físicas, etc. Hacer un solo símbolo por vez, o mejor todavía,
ir pasando por varios.
2. Como el anterior, pero
DANZADO, símil expresión corporal. Ir pasando por la secuencia
zodiacal, empezando por Aries, moviéndose ampliamente y recreando desde
sensaciones interiores y/o asociaciones por palabras claves, imágenes, etc., la
particular dinámica y estilo de cada signo zodiacal. Darle siempre un poco más
de intensidad o exageración a lo que uno ya está haciendo. Repetir más de una
vez el Zodíaco, pero haciendo los tiempos cada vez más cortos, de modo que en
un momento determinado cada signo dure sólo dos o tres segundos, y la danza,
sin solución de continuidad, nos exprese la dinámica y sentido de la Rueda de
la Vida toda. También se pueden investigar los elementos, haciendo el triángulo
de sus signos en secuencias, etc., así como realizar la misma experiencia con
los planetas en vez de los signos.
3. Versión "de cámara"
de lo anterior: lo mismo, pero no es todo el cuerpo el que se mueve, sino sólo
una MANO. Llevar al máximo de su expresión esta parte del cuerpo, y
también hacer que desarrolle acciones específicas afines al signo o planeta
(por ejemplo, con un almohadón o una fruta). Alternar de una mano a la otra, y
luego intentar hacer en cada mano un planeta distinto al mismo tiempo, para
luego hacerlos interactuar. Pueden ser, por ejemplo, dos planetas de la propia
carta en aspecto y que uno quiere investigar, o dos signos que a uno le interesa
experimentar cómo se vinculan a nivel de sinastría.
4. Como los anteriores,
pero en vez de movimientos que reflejen al signo, ir componiendo ESTATUAS o
FOTOS instantáneas congeladas que expresen intensa y claramente al signo
para, por ejemplo, un posible espectador neófito. Tener particular cuidado en
usar todo el espacio circundante, tanto hacia los costados como en la dimensión
arriba/abajo.
5. Ante el espejo, o mirándose
con otro compañero, ir componiendo caras exageradas hasta el grotesco, que
queden congeladas en MASCARAS representativas de los distintos signos y
planetas. Inspirarse también en personas que uno conoce que le sugieren ese
signo, o en animales.
6. Buscar un corto TEXTO
(teatral, de tira cómica, etc.) o aunque sea una o dos frases cualesquiera.
Ir diciéndolo con las distintas inflexiones, tonos, actuación en general y
sobre todo intencionalidades propias de cada signo zodiacal. Se puede llevar
adelante también con algún corto diálogo, en donde el texto sea invariable
pero la situación, motivaciones, intenciones y clima cambien completamente en
cada caso al ir rotando el par de planetas o signos que van pasando por esos dos
roles.
7. Imaginar una SITUACION
muy simple ("de compras en el supermercado", "accidente en la
vía pública", "esperando al colectivo") o inclusive meramente
una ACCION FISICA ("peinar al perro", "cambiar una bombita en la
lámpara del techo"), e ir realizándola tal como la haría cada signo.
Tratar de atender hasta los más mínimos detalles que naturalmente surjan de la
situación, y que todo: movimientos, posturas, acciones, pensamientos, frases,
idiosincrasia, etc. sean coherentes con el signo. De ser más de una persona,
cada uno puede asumir un signo o planeta diferente. Esto último también se
puede hacer estando sólo, pero por escrito, como si uno fuera un guionista o
dramaturgo que se va poniendo en el lugar de cada personaje. Para quien no
sienta escribir, puede hacerlo frente a un grabador, o sencillamente cerrar los
ojos e ir imaginando la situación. Es instructivo empezar, sencillamente, con
los cuatro elementos.
8. Hojear PINACOTECAS e
ir clasificando cada cuadro según el signo o planeta que mejor exprese.
9. Como el anterior, pero
con fotos de revistas de actualidad. Recortarlas e ir armando COLLAGES para
cada signo o planeta.
10. Como con el anterior,
pero realizar un collage sobre la propia carta natal, y guardarlo como un MANDALA
al que se le pueden ir haciendo cambios a medida que va evolucionando
nuestra comprensión de la carta.
11. Como el anterior,
pero en vez de collage, realizar un DIBUJO LIBRE sobre la propia carta
natal valiéndose de témperas, crayones, etc., o lo mismo sobre alguna
configuración planetaria que uno siente que necesita elaborar. Permitir mucha
espontaneidad en las asociaciones, como si fuera escritura automática, y en el
resultado final tratar de que queden expresadas las cosas que uno siente más
clara e intensamente sobre dicho conjunto de símbolos.
12. Actuar un planeta
cualquiera "en general", es decir, en su expresión pura. Luego ir
actuando "cómo sería" EL MISMO PLANETA EN CADA SIGNO DEL ZODIACO,
cuidando que nunca deje de ser la expresión arquetípica inicial pero que al
mismo tiempo aparezca totalmente incorporado y representado el signo.
13. Actuar la
"mezcla" (aspecto, etc.) de un PAR DE PLANETAS cualesquiera.
Cuidar que en esa mezcla (puede ser actuación naturalista, danza o, mejor,
una estatua) aparezcan totalmente contenidos y reflejados ambos planetas
por igual. ¡Se puede! En parejas o en grupo, se lo puede ir jugando en forma de
adivinanzas, al estilo de "Dígalo con Mímica".
14. Ir danzando los
distintos signos como en (2), pero incorporando SOL, LUNA Y ASCENDENTE del
siguiente modo: al signo solar, danzarlo con una actitud o postura corporal
"convexa", como si la cara anterior del cuerpo "irradiara"
toda hacia afuera los contenidos del signo; al signo lunar, danzarlo con una
actitud y postura corporal "cóncava", de modo que la cara anterior
del cuerpo se convierta en las paredes interiores de una esfera cuyo contenido
es el signo que se transita; para el signo ascendente (y esto es una excelente
observación de la astróloga norteamericana Laurie Efrein), moverse de modo que
el cuerpo todo sea "tironeado" por aquella parte del cuerpo que la
tradición asocia con el signo, como si tuviera hilos invisibles, de modo que
sea esa parte del cuerpo la que inicia todo movimiento y "entra en el
mundo"; ir probando distintos tipos de movimientos, acciones, velocidades,
etc., y sentir y observar cómo el cuerpo se va acomodando a cada "órgano
ascendente". Con esta propuesta de signos solares, lunares y ascendentes,
se puede entonces ir pasando en cada una por los doce signos, y también jugar
con la combinación particular de una carta, tal como la propia o la de personas
conocidas. Es inmensamente revelador y descriptivo.
15. Ir danzando los
signos como en (2), ejercitando la comprensión de SIGNOS Y CASAS del
siguiente modo: el movimiento parte claramente del interior en el caso de los
signos, e imaginar que lo que corresponde a casas "proviene" del
exterior y uno reacciona. Ir probándolo con diversas combinaciones, tales como
el propio Sol por signo y casa. Por ejemplo: Sol en Géminis en Casa XII, actúo
y danzo Géminis, e imagino que "estoy en, me rodea y avanza hacia mí"
Piscis (por Casa XII), hacia el cual reacciono "geminianamente", etc.
16. LA HISTORIA DEL
PLANETA: esta ejercitación no pretende reflejar la historia personal de una
carta, sino vivenciar intensamente la particular combinación de Planeta, Signo
y Casa de un planeta cualesquiera de la misma. Se puede hacer actuándolo físicamente,
o relajándose y visualizándolo, o narrándolo a un grabador, o escribiéndolo
en forma de cuento. Comenzar imaginando al planeta en su expresión más pura,
independiente del signo y casa en el que se halla, como si fuera un bebé en la
cuna. Imaginar qué movimientos le agrada realizar, qué quiere hacer, qué le
gusta, qué necesita. Comenzar a imaginar el signo como si estuviera plenamente
expresado por la cuna misma y los juguetitos. Ir viendo cómo reacciona y se
adapta este bebé a este entorno y qué siente ante los diversos estímulos. Es
muy importante en todo este ejercicio extremar la descripción de los detalles
sensoriales: colores, aspecto de las cosas, olores, texturas, sonidos. Imaginar
que el cuarto es plenamente del signo: objetos, colores, etc. Luego, que entra
la madre, la cual refleja arquetípicamente a dicho signo en su aspecto, ropa y
actitud (describir), y cambia al bebé con ropita del signo. Luego éste, sólo,
se sale de la cuna y recorre la casa, que es como el signo. Entra en
habitaciones, hace cosas con objetos (hasta ahora todo lo exterior es,
recordemos, el signo). Luego, almuerzo familiar: la familia toda, la mesa, la
comida, las situaciones, reflejan al signo. Ir describiéndolos, y cómo el bebé
se va sintiendo y reaccionando. Luego, juego familiar de sobremesa. Pocos años
más tarde, va al colegio: el uniforme, la escuela, la maestra, los temas de
clase, todo es como el signo. Más tarde, ya mayor de edad, el planeta, habiendo
asimilado el signo, consigue un trabajo, el cual reflejará en nuestra ficción
a lo que asociemos astrológicamente con la casa. Imaginar entonces con todo
detalle qué tareas específicas tiene que realizar en ese trabajo, y cómo se
las arreglaría para desempeñarlas. Imaginar la disposición original de los
muebles y demás objetos, y cómo las reordenaría según su particular
movilidad y espontaneidad (planeta: recordar la cuna) y gustos (signo: recordar
su educación). Qué cosas le gustarían más, y cuáles menos, en cuáles tendría
más dificultades, y cómo las resolvería. Imaginar también en qué cosas lo
critican otros compañeros de trabajo, y en cuáles es particularmente
eficiente. Finalmente, imaginarlo maduro, exitoso en dicha tarea, realizando
plenamente sus obligaciones, inclinaciones y potenciales, y una eventual
entrevista con una revista especializada, con fotos de tapa, imaginando todos
los detalles de dicha foto y, particularmente,
su rostro feliz.
17. De una combinación
cualesquiera de PLANETA, SIGNO Y CASA imaginar múltiples variantes,
forzando hasta el límite las asociaciones, desde lo más trillado y conocido
hasta lo más absurdo e inusual, pasando por interpretaciones psicológicas,
espirituales, médicas, vocacionales, deterministas, escenas triviales,
"con buena onda", "con mala onda" (como en los libros de
principio de siglo), objetos, lugares, etc. Meramente imaginarlas visualizándolas
o mencionarlas, o, mejor todavía, actuarlas.
18. DIALOGO CON UN
PLANETA. Es un ejercicio puramente individual y muy personal, aunque se
puede hacer en grupo, cada uno trabajando lo suyo. Se trata de lisa y llanamente
charlar con un planeta de la propia carta o en tránsito del cual uno necesite
en ese momento tener una mayor comprensión. Sentarse en penumbras en una silla,
con otra silla vacía enfrente, e imaginar que el planeta está sentado dicha
silla. Verlo en todos sus detalles, rostro, expresión, atuendo, colores, etc.,
sosteniendo sobre todo la mirada el uno con el otro. Comenzar a hablarle en voz
baja con la mayor sinceridad posible, y, en algún momento, imaginar que
contesta y entablar un diálogo sostenido. Una vez agotada la situación,
pedirle un regalo y un consejo finales, los cuales serán entregados
imaginariamente en el momento. Recibirlos y agradecerle despidiéndose con un
abrazo. En algún momento se puede y conviene pasarse también a la otra silla y
personificar al planeta, imaginándose a uno mismo en la silla de enfrente (se
basa en el famoso ejercicio de la silla caliente de las terapias Gestalt y
Transaccional). También se puede hacer frente a un grabador, privilegiando lo
auditivo, o en forma de una carta escrita muy personal (y escribiendo la
respuesta).
19. DIALOGO ENTRE DOS
PLANETAS. El ejercicio anteriormente descripto puede realizarse también
entre dos planetas de la carta natal que uno quiera comprender mejor en su
relación, o uno en tránsito a otro natal, o en alguna conjunción u oposición
por sinastría. Consiste en ir actuando uno y otro planeta en cada silla,
mientras se visualiza constantemente al otro en la otra silla y se va pasando
por los dos roles a voluntad. Sincerarse descarnadamente, y buscar finalmente
puntos de acuerdo o pactos. También se puede desarrollar frente al grabador,
actuando, o en forma de un guión teatral. Otra alternativa es hacerlo entre dos
personas, cada una actuando constantemente un planeta y sin nunca dejar de
mirarse a los ojos ni salirse de la silla.
20. Inspirándose en
algunas ejercitaciones ya descriptas (11, 12, 13, 15, 16, 17, 19), escribir un GUION
con diálogos que reflejen los contenidos principales de la carta natal, o
actuarlos improvisando frente al grabador, o moviéndose alrededor de la carta
puesta en el piso y pasando por uno y otro planeta. Definir un claro personaje
para cada planeta, con características y motivaciones muy definidas (tratando
de incluir signo y casa), así como los "protagonistas" (regente del
ascendente, planetas angulares, Sol, etc.) y los principales "temas"
de la carta.
21. Un poco como en el
anterior, escribir o contarle al grabador o a un compañero un CUENTO DE
HADAS cuyos personajes arquetípicos (el Sol, el Rey; Marte, el soldado;
Venus, la princesa, etc.) reflejen a cada planeta de la carta natal, y el
Ascendente, al reino en su aspecto físico y temático.
22. Escribir o contar un CUENTO
BREVE con estilo y tema libres que refleje suscintamente los contenidos
principales de una carta natal (aquí no es deseable que esté representado uno
por uno cada planeta).
23. DANZAR UNA CARTA
NATAL en forma libre y sintética, pasando por sus contenidos principales.
Tratar de componer, en algún momento, una estatua que condense expresivamente
la totalidad.
24. EL CIRCULO MAGICO.
Es el nombre que se le da tradicionalmente en Astrodrama al círculo zodiacal
dibujado en el piso, y con el cual se pueden realizar algunas de las
ejercitaciones mencionadas. Algunos astrólogos lo utilizan inclusive para la
consulta, trabajando las vivencias que el consultante va teniendo al pasar por
zonas de su carta. Una versión más modesta pero también eficaz es que el
consultante tome contacto a través del dedo con las diversas partes de la carta
que habitualmente dibujamos en una hoja y con la cual se lleva a cabo la
consulta tradicional.
25. LA SOMBRA.
Evocar tres o cuatro personas con las que tenemos problemas emocionales y quizás
sintamos aversión o fuerets objeciones. Hacer una lista de los defectos o cosas
que nos molestan de estas personas, y aislar del total los tres o cuatro que más
nos desagradan o perturban. Luego, olvidarnos de las personas en cuestión, y
dedicarnos a buscar en nuestra propia carta natal qué cosas podrían reflejar
mejor dichas defectos. Si tenemos dificultades para ver lo obvio, es muy
instructivo pedir ayuda a cualquiera con mínimos conocimientos de Astrología.
Acto seguido, buscar en la misma carta cuáles son los factores astrológicos
"desde donde" se critica o condena a las partes que antes aislamos
como posible expresión de ese mismo defecto. Finalmente, usar alguna de las técnicas
anteriores de diálogo, etc., para que dichas partes puedan interactuar más
creativamente y llegar a un acuerdo. A veces, esto no es necesario, ya que
meramente el verlo produce la consciencia necesaria como para reírse del
asunto, y listo.
26. LOS MIEDOS. En
una hoja anotemos textualmente aquellos miedos que más nos acucian, comenzando
cada frase con "Tengo miedo de...", y completándola. Elegir los tres
más potentes, y reemplazar la formulación "Tengo miedo de...", por
"Quiero...", y leer la frase con esta nueva perspectiva. Luego, buscar
en la propia carta natal qué partes de hecho podrían claramente
"querer" aquello, y cuáles categóricamente "no quieren"
eso mismo. Una vez definidas, mantener contacto con cada una, permitirles
expresarse con alguna de las técnicas ya referidas en temas que no tengan
necesariamente que ver con el miedo formulado, y propiciar el diálogo.
27. EL ODIADO. Si
tenemos particulares problemas con una persona cualesquiera y su existencia nos
produce emociones negativas, molestia, etc., podemos ensayar ante el grabador o
ante alguna otra persona el leer la propia carta natal (¡si!, la de uno mismo),
"como si" fuera de la de la persona en cuestión. Tratamos así
durante esta experiencia a la propia carta como si fuera "su" carta,
desde la cual tratamos de explicar astrológicamente la mayor cantidad posible
de cosas de la vida del otro, tanto desde lo caracterológico como desde lo que
hace a su destino en general. Es sumamente revelador.
28. PAPA Y MAMA.
Como en el ejercicio anterior, pero en vez de "el odiado", esta vez
vamos a leer nuestra propia carta natal "como si" fuera la de uno de
nuestros padres. Durante la experiencia, entonces, dicha carta será
"su" carta, y trataremos de explicar a través de la misma la mayor
cantidad de cosas que podamos de la vida y carácter del él o ella, hasta
agotarnos. Se hace de a un progenitor por vez.
29. ALBUM DE FOTOS.
Imaginamos cinco fotos que expresen al máximo cada una y en secuencia nuestra
propia vida. Luego, actuamos físicamente la escena retratada, primero
congelada, como en la foto, y luego en movimiento, recreando hasta donde uno lo
sienta las vivencias correspondientes. Le ponemos un nombre a cada foto, y también
"nos vemos desde afuera, ahora" y hacemos comentarios. Agregamos una
sexta foto que expresa un hipotético futuro relativamente próximo. Luego, de
nuevo posicionándonos en cada foto/estatua, tratamos de evocar qué partes de
la carta natal aparecen mejor expresadas en cada una. A continuación
visualizamos nuestra carta como un mandala en el cual se fueron o van activando
secuencialmente dichas partes, al pasar por cada una de las seis fotos. Ver qué
partes de la carta no han sido incluídas, o cuáles sentimos que fueron
transitadas "mal". Imaginar una séptima foto/escena que incluya una
expresión que sintamos posible y positiva de dichas partes, y actuarla.
Permitirnos tanto vivenciarlas como desdoblarnos y observar desde afuera.
30. LOS MITOS.
Parecido al anterior, evocar con qué mitos (no tanto de la mitología clásica,
sino más bien películas, series televisivas, personajes históricos, novelas,
óperas, etc.) tenemos una mayor identificación, en cuanto a que nos gustan
muchísimo, o inclusive sentimos que "nos reflejan". Elegir uno o dos,
los más potentes para uno, y desglosarlos en escenas, siguiendo luego los
lineamientos del ejercicio anterior. Tomar contacto también con cómo estamos
expresando dichos componentes en nuestra vida, y, sobre todo, cómo nos sentimos
con el final de la historia que le corresponde al mito: ¿nos gusta para
nosotros dicho final?
ALGUNAS PALABRAS FINALES