LAS SEMICUSPIDES TOPOCENTRICAS  3/4

por Jerónimo Brignone

(Este trabajo fue expuesto en el Séptimo Encuentro entre Astrólogos organizado por la revista Gente de Astrología en Buenos Aires, 2003. Recibió el Primer Premio a la Excelencia Astrológica, otorgado por un jurado internacional, y fue publicado en la revista astrológica española Mercurio-3) 

I.             INTRODUCCION

II.             ANTECEDENTES

III.             INTERPRETACION

IV.             FORMULAS

V.             REFERENCIAS

VI.             DATOS NATALES  

(continuación) 

III. INTERPRETACION 

III.1. La metodología aplicada en el presente trabajo

            Guiado por algunas esporádicas pero intensas percepciones personales, con el tiempo mi interés se fue centrando en estos posibles puntos sensibles pensables en la mitad de las casas topocéntricas y a las que denomino "semicúspides". Cuando decidí sentarme a verificar si había algún sustento real para la postulación de dichas semicúspides, paralelamente a la búsqueda más organizada de los referentes concretos que me habían llevado a este interés (II), decidí por supuesto mirar sistemáticamente en toda carta que se me cruzara el posible funcionamiento de estos puntos sensibles. Comencé con mi base de datos personal, es decir las cientos de cartas de amigos, parientes, conocidos y clientes, posando mi mirada en los planetas que parecían estar en el centro de alguna casa y consignándolos (el cálculo mental aproximado de la semicúspide de una casa se logra sencillamente promediando -semisuma- el valor de las dos cúspides adyacentes; es decir, su punto medio), y luego apliqué el mismo proceso a la enorme cantidad de cartas dibujadas en las diversas fuentes de la Biblioteca de la Fundación C.A.B.A.

            De los muchos ejemplos que me quedaron, además de ver qué elementos comunes podía vivencial o intuitivamente derivar de los casos que yo conocía personalmente, hablé con muchos de ellos sobre sus vivencias y experiencias al respecto. En el caso de los personajes públicos, descarté aquellos en que no conociera algún dato biográfico o en que la fuente de la hora natal me fuera desconocida o demasiado dudosa. De este modo me quedaron un par de cientos de casos puntuales, a partir de los cuales, y teniendo en cuenta los antecedentes antes desarrollados, pude postularme satisfactoriamente algunas hipótesis interpretativas, las que intentaré ejemplificar mediante los casos de figuras públicas que considero más ilustrativos.

            Las semicúspides fueron calculadas usando la fórmula del Ascendente y las correspondientes acumulaciones de 15° en la ascensión oblicua y de sextos de tangente para los polos (ver sección "Fórmulas", IV). En algunos casos que detallaré, también consideré la relación entre la ascensión oblicua de la cúspide y la del planeta.  

III.2. Hipótesis intepretativas

            Partiendo de las interpretaciones mencionadas de los antecedentes expuestos (II) de división del círculo en doce y ocho partes, así como sobre todo en su mínimo común múltiplo, veinticuatro, sea tanto en la forma de la división del zodíaco mediante los aspectos, como en la de la división del círculo de casas, y los aspectos a las cúspides intermedias, pude organizar la percepción y comprensión de los ejemplos que fui encontrando según las siguientes posibilidades, creo bastante coherentes entre sí.

            Si un planeta posicionado en la cúspide se halla literalmente en una cresta o pico de su potencia y posibilidades de expresión individual, el caso contrario de la semicúspide es el del valle o depresión en la que se hunde con una ineficacia inicial respecto de su exteriorización medioambiental que puede luego provocar diversas reacciones. En principio y por supuesto, dificultades, esfuerzos reiterados sin falta de concreción, y la eventual depresión e impotencia. Ante los sentimientos de estancamiento del planeta que ha caído en ese pozo, acumulación de tensión y de preocupaciones respecto de ese tema, que se siente que involucran una toma de decisiones, y resulta finalmente en reacciones desmesuradas y explosivas, no muy bien manejadas por el sujeto. Las cosas "le suceden" (muy acorde con la palabra "sucedente"), "le ocurren", sea desde exabruptos, síntomas físicos involuntarios o la proyección a secas en terceros. En muchas ocasiones se objetivará no solamente en esas figuras persistentemente proyectadas, sino en objetos u obras por las que será reconocido. Es decir, la sobrecompensación redundará en una demanda del medio a una respuesta no tanto activa como cosificada del planeta, el encasillamiento en una suerte de imagen o identidad social o rol arquetipal no necesariamente buscado, a veces inmanejable y al cual estará sólidamente asociado.

            De algún modo estos procesos y comportamientos remiten también a aquellos muy estudiados de otros elementos “no integrados” a priori de la carta natal, tales como los de los signos interceptados, tan brillantemente expuestos por Joanne Wickenburg, o los de los planetas inaspectados o ferales, antiguamente muy estudiados, y excelentemente compendiados por Bil Tierney (Tierney, 1990) y Geoffrey Dean (Dean, 1977 pp.356 a 366) a partir de su verificación estadística, así como los retrógrados o los presentes en casa XII o en aspecto a Saturno o a Plutón.

            Voy a tomar de un modo deliberadamente fragmentario los conceptos volcados por los autores citados en la sección "Antecedentes" (II) respecto de los diversos factores que fui refiriendo, y con ánimo de un espíritu sobre todo evocativo, tendiente más a abrir posibilidades que a cerrar conclusiones, sugerir algunas palabras clave para los planetas en semicúspide: impotencia, anulación (Raman), estados crónicos, indecisión, persistencia, ansiedad, inquietud (Efrein), tener que decidir (Wangemann), tensión, obstáculo, derrota, resistencia, persistencia, inflexibilidad (Rudhyar), pereza, lentitud, futuro distante, horizontes remotos, nota sorda (Fagan), somatización (Ebertin), inquietud, desasosiego, bloqueos, detenciones, sobreesfuerzos, ataduras, dependencia, miedo, adrenalina, deseos, angustia, fricción, estrés, depresión, hiperexcitación, plutoniano (Maciá), inquietud, fricción, agitación (Santos), estancamiento, persistencia, maduración, necesidad de estímulos especiales, contracción, detención, estados, centrípeto, estabilización, saturnino, delimitación (Huber), reacción, inmoderación, inestabilidad emocional, incomodidad, persistencia, fricción, tensión, irritabilidad, cansancio, inadaptación, susceptibilidad (Tierney).

            Creo que con ello ha sido sugerido un cierto clima y muchas variaciones semánticas. Comenzando con los ejemplos concretos, la conjunción del Sol de Enrique VIII de Inglaterra, en 14°39' de Cáncer, con la semicúspide (centro) de la casa X en 13°51´, simboliza sus esfuerzos infructuosos para lograr una sucesión que lo llevaron a pasar por seis esposas, así como su reacción al poderío papal por el mismo problema mediante la afirmación imperial nacionalista que marcó el primer gran cisma religioso europeo y, en un sentido, el principio político de la modernidad. El Plutón del presidente norteamericano Richard Nixon, en 28°39' de Géminis, conjunto a la semicúspide de casa X en 27°5', simboliza adecuadamente la manipulación de información, desmesurada y eventualmente infructuosa al punto de llevarlo a la caída en el resonado caso Watergate. Otro Plutón en semicúspide de X es el de Isabel la Católica, en una cerrada conjunción de 3°35' a 3°46' de Leo, combinación de símbolos que refleja la inmensa fuerza de voluntad que a la larga y a toda costa puso en juego para la imposición del poder monárquico sobre toda España, incluyendo la expulsión de los judíos y los moros.

            Los exabruptos y explosiones a los que puede llegar el planeta en semicúspide cuando se siente frustrado son elocuentemente reflejados por la carta del temperamental tenista John Mac Enroe, con Urano en 13°49'de Leo, conjunto a la semicúspide de X en 12°52', y Marte en 2°49' Géminis sobre la semicúspide de VIII (1°9'). Que son justamente los dos planetas que el presidente norteamericano George W. Bush Jr. tiene también en semicúspide: Marte en 9°19' de Virgo junto a la semicúspide de II en 9°24', reflejando sus sostenidos esfuerzos por comenzar la guerra con Irak para apoderarse de su patrimonio y desarrollar la propia industria armamentista, y Urano en 19°0' de Géminis conjunto a la semicúspide de XI en 19°7' de Géminis, su ruptura de los tratados y convenciones grupales (Naciones Unidas). Desde la perspectiva de lo proyectado en otros, ese Urano también es amigos "que se rebelan" (su antiguo socio comercial Bin Laden), y el hecho de que le tocó ser presidente durante el primer ataque (Marte) sorpresivo (Urano) recibido en el propio suelo de los Estados Unidos en su historia.

            Siguiendo con los exabruptos, Fabián Tablado, el resonado caso de un adolescente skinhead argentino que en 1996 apuñaló 113 veces a su novia Carolina en un acceso de celos, tiene a Plutón en 10°59' del vincular Libra en la semicúspide de VIII, en 10°33'. La exasperada vivencia de víctima amorosa que luego proyectó en su pareja se puede ver con más orbe en la conjunción de Venus, en 17°49' de Acuario, a la semicúspide de XII (19°18') y de Neptuno en 13°57' de Sagitario con la semicúspide de X (15°8'). En otro orden de eventos, Neptuno en 1°12' de Sagitario también refleja el agua y el ahogo en la tragedia (semicúspide de VIII en 1°23') del accidente aéreo de la década del setenta en el que los mejores bailarines del Teatro Colón de Buenos Aires perdieron la vida hundiéndose en las aguas del Río de la Plata. Y si de excesos se trata, el tortuoso simbolismo escorpiano aparece vinculado a semicúspide de los jerarcas nazis Himmler (Plutón en 17°32' de Géminis sobre la semicúspide de IV en 16°32'), Goebbels (Marte en 13°35' de Escorpio sobre la semicúspide de IV en 13°16') y Goering (Luna en 15°52' de Escorpio en una muy abierta conjunción a la semicúspide de XII, en 19°25'). Completa el triángulo de casas de agua, más cerca en el tiempo y en el espacio, el almirante argentino Emilio Massera (también Luna en Escorpio a 22°27', conjunto a la semicúspide de VIII en 23°44'), uno de los líderes del sangriento golpe militar de 1976 y que se ocupó de que mucha gente también terminara sus días en el fondo del Río de la Plata.

            Pier Paolo Pasolini fue un artista e intelectual reconocido por su exasperada lucha por sus principios ideológicos, sus numerosos ataques a la Iglesia y al Parlamento italiano, y decenas de juicios absurdos que le entablaron por inmoralidad y que siempre ganó. Su lucha, más bien infructuosa en cuanto tal, fue detenida por su muerte violenta, todo lo cual podría sintetizarse en su Marte en 7°6' de Sagitario sobre la semicúspide de IX en 6°48'. El presidente argentino Carlos Menem tiene a Mercurio en 25°13' de Géminis en semicúspide de XII (23°58'), y a Neptuno en 1°29' de Virgo junto a su semicúspide de II (29°27' de Leo). Ambos reflejan elocuentemente las innumerables denuncias y sospechas de malversación excesiva, corrupción y negocios ocultos que marcaron su mandato. Ese mismo Mercurio también podría simbolizar la misteriosa muerte de su hijo (Mercurio, hijos; XII pérdidas, y como derivada, VIII de V, muerte de hijo), según muchos a causa de dichos negocios (Géminis). Y hablando de negocios y de Argentina, la carta natal del país tiene a Mercurio en 6°33' de Cáncer (conjunto al Ascendente de Menem), presente y regente de casa IX, exactamente sobre la semicúspide de IX en 7°20'. El comercio exterior para el beneficio de Francia e Inglaterra fue el motivo primordial de la declaración de la independencia respecto de la corona española que generó esta carta y marcó el destino del país; comercio exterior que lo enriqueció inmensamente durante décadas, y el mismo que luego, Fondo Monetario Internacional mediante, ayudó a su ruina.

            El hacer síntoma físico de los planetas en semicúspide puede estar reflejado en el compulsivo engrosamiento del ex-galán norteamericano Marlon Brando, con Júpiter en 19°54' de Sagitario sobre la semicúspide de casa I (cuerpo) en 19°5', y en tres muy obesos y famosos cómicos argentinos: Enrique Pinti, con otra vez Júpiter, ahora en 2°27' de Aries (cuerpo) sobre la semicúspide de II (ingesta) en 0°35'; Jorge Porcel, con su Luna en 20°33' de Géminis sobre la semicúspide de la voraz VIII en 20°44'; y Angel Bergara Leuman, con la oposición de Saturno en 28°42' de Capricornio a Venus en 26°43' de Cáncer sobre las semicúspides de V/XI en 29°2', remitiendo a los aspectos encontrados por Addey en su estadística sobre exceso de peso mencionada anteriormente (II.3).

            También son bastante evidentes los casos de proyección. El presidente argentino Juan Domingo Perón tenía a Neptuno en 17°59' de Géminis sobre la semicúspide de VII en 19°18', simbolizando a sus esposas, la actriz Eva Duarte, quien mediante su carismática comunicación con el público llegaría a ser considerada una Santa, y a la "bailarina" Isabel Martínez, que se convertiría, a su muerte, en la confundida presidente del país. La joven heredera norteamericana Patty Hearst, secuestrada en los setenta por un grupo de jóvenes guerrilleros idealistas al que luego se unió (inclusive en pareja), tiene a Mercurio en 16°5' de Piscis sobre la semicúspide de VII en 15°47'; cuando fueron apresados, luego se casó con su guardiacárcel (Piscis). El popular cantante argentino Sandro, con Luna en 2°33' de Capricornio sobre la semicúspide de VII en 2°24',  ha convivido siempre recluido con su madre, y desde hace décadas cosecha la admiración de millones de fans, característicamente y sobre todo señoras mayores. Su exasperado sex-appeal estaría también simbolizado por Plutón en 10°21' de Leo conjunto a la semicúspide de X en 8°6'. El polémico gurú hindú Osho (Rajneesh), que atacaba a los pilares según él corruptos de la sociedad, tenía a Saturno en 21°28' de Capricornio opuesto a Plutón en 21°42' de Cáncer sobre las semicúspides de II/VIII en 20°37', y la cúpula del poder de esa sociedad atacada se volvió en su contra cuando el gobierno de los Estados Unidos y la CIA lo secuestraron, envenenaron y deportaron ilegalmente en 1985, llevándolo a la muerte.

            Otro caso de proyección del contenido plutoniano en una virulenta reacción pública fue la del gran filósofo, pacifista y defensor de los derechos Bertrand Russell, cuyo Plutón en 19°33' de Tauro conjunto a la semicúspide de VII en 20°33' simboliza su violento enfrentamiento con la pacatería anglosajona de su tiempo (sobre todo sexual). El filósofo tan conocido por su estudios sobre la sexualidad y el poder, Michel Foucault, tenía a Plutón en 15°57' de Cáncer en semicúspide de II en 14°23', y una de las causas de su muerta fueron sus excesos sadomasoquistas. Pero quizás el ejemplo más impresionante de proyección sea el de Anna Freud, cuya profesión e identidad social estuvieron fuertemente determinadas por la obra y personalidad de su padre, el pensador Sigmund Freud, y que tiene a Plutón (psicología) en 11°46' de Géminis en oposición al Sol (padre) en 11°13' de Sagitario (Dios), exactamente sobre las semicúspides de I y de VII en 11°4'.

            Pese a los casos más difíciles y a la sensación de agobio del conjunto de palabras claves referidas al principio (III.2), afortunadamente es más frecuente encontrar en las cartas de figuras públicas a planetas en semicúspides que simbolizan aquel rol o producto que las ha caracterizado en su proyección social, sobre todo en términos de una elaboración más teórica o artificial de los mismos. Obviamente, la manifestación aquí es más agradable y constructiva, remitiendo a la resultante final del proceso postulado al principio de este segmento respecto de la interpretación de los planetas en semicúspides. Por ejemplo, fasmosos diseñadores con la Luna en semicúspide en algún signo femenino o estético: Christian Dior, Luna en 27°5' Cáncer (semicúspide de IX en 27°7' de Cáncer); Cocó Chanel, Luna en 11°30' de Piscis (en trígono a la semicúspide de X en 12°17' de Escorpio, y en conjunción mundana con la semicúspide de II: la ascensión oblicua de ésta es 342°35', y la de la Luna, 343°16'); Pierre Cardin, Luna en 17°33' de Libra (semicúspide de XII en 17°35' de Libra); Herbert de Givenchy, Luna en 12°21' Libra (semicúspide de V en 13°4' de Libra). Y siguiendo con las Lunas en Libra, Walt Disney, quien hasta la fecha diseñó las fantasías de generaciones enteras de infantes occidentales, conjunta a dicha luminaria desde 9°10' de Libra a la semicúspide de I en 7°47'.

            Es asimismo interesante asociar la conjunción de Saturno en 2°51' de Piscis a la semicúspide de IV en 3°1' del filósofo Jean Paul Sartre con su concepto central de náusea, el vacío interior y la angustia existencial (complementario al Plutón en 21°25' de Géminis sobre la semicúspide de VIII en 19°15'), o el Mercurio en 3°38' de Géminis sobre la semicúspide de III en 3°40' del pensador Karl Marx, que fundó en la actividad económica y la dialéctica su comprensión del fenómeno humano, explayada en vastos escritos (Júpiter en 12°57' de Capricornio sobre la semicúspide de XI en 11°51' también refleja sus ideas de mejora de la estructura social). O el Urano en 1°17' de Virgo junto a la semicúspide de III (29°14' de Leo) de Albert Einstein, arquetipo del genio del siglo XX. Hugh Hefner, el magnate fundador de la revista Playboy, tenía a Plutón (sexo) en 12°38' de Cáncer (¡conejos!) sobre la semicúspide de X en 12°19', y William Hearst (abuelo de la antes mencionada Patty Hearst), pionero consciente del poder de la prensa norteamericana como formadora de opinión y constructora del poderío económico personal y nacional, tenía a Marte en 1°0' de Cáncer, y, como Bush, sobre la semicúspide de II, en 1°6' de Cáncer. Por su lado, el filántropo Albert Schweitzer tenía a Júpiter en 0°9' de Escorpio sobre la semicúspide de I en 0°10' opuesto al otro regente de Piscis, Neptuno, en 28°1' de Aries en VII (¿los aborígenes africanos?).

            En el caso de los actores, que trabajan una construcción social de la autoimagen que no guarda necesariamente relación con su personalidad, encontramos al modelo escocés Sean Connery encasillado en James Bond, arquetipo del agente secreto, con Marte en 28°16' de Géminis conjunto a la semicúspide de VI en 29°3' (y Mercurio en 29°1' de Virgo no muy lejos de la semicúspide de VIII, en 2°4' de Libra), a la luminosa y seductora belleza de Grace Kelly, simbolizada por el Sol en 19°34' de Escorpio sobre la semicúspide de I en 18°31', convertida en Princesa (Sol) de Mónaco, estado basado en movimientos financieros millonarios (Escorpio). También a la actriz fijada desde hace décadas en la conducción del programa televisivo argentino "Almorzando con Mirtha Legrand", que tiene su conjunción de Urano (televisión) en 28°0' de Piscis (glamour) y Venus (belleza, ingesta) en 26°54' abrazando a la semicúspide de VI (hábitos) en 27°12', o la vedette argentina Moria Casán, quien, con Neptuno en 15°15' de Libra cerca de su semicúspide de I en 17°27', y sobre todo su Urano en 7°59' de Cáncer en conjunción a la semicúspide de X en 8°33', ha sido identificada por sus diversas actividades, sobre todo sus pioneros talk-shows de la tarde, como la revolucionadora de los prejuicios del ama de casa promedio.

            Y ya que de Urano hablamos, María Soledad Morales, la adolescente argentina que fue violada y asesinada por elementos de la cúpula política de la provincia de Catamarca, lo tenía en 21°46 de Libra sobre su semicúspide de VIII en 21°54 de Libra, simbolizando a nivel personal su búsqueda de liberarse de las convenciones sociales provincianas en lo que respecta a los vínculos (Libra) sexuales (VIII), mientras que a nivel social, su muerte (VIII) despertó (Urano) dramáticamente en todo el país la consciencia de las fallas en la justicia (Libra). Y, mi ejemplo favorito, el caso del genial Orson Welles, cuyo Urano en 15°34' de Acuario en conjunción sin orbe con la semicúspide de IX en 15°34', simboliza tanto a la invasión extraterrestre como la mítica transmisión radial con ese tema que lo inmortalizó.

            No quisiera dejar de mencionar los otros aspectos de un planeta a las semicúspides, dado que, hasta aquí, privilegié casi en exclusiva la conjunción. Tal como el caso del líder espiritual indio Mahatma Gandhi, cuyo Júpiter en 11°24' de Libra se halla cerca de la semicúspide de XII (13°11'), y desde allí aspecta dentro del grado de orbe a las semicúspides de I/VII (11°8' de Escorpio/Tauro), II/VIII (10°50' de Sagitario/Géminis), III/IX (11°16' de Capricornio/Cáncer) y X/IV (12°33' de Leo/Acuario). Ejemplo sumamente elocuente de su condición de líder espiritual y, sobre todo, su persistente resistencia pacífica al poder británico que logró a la larga la independencia de la India, tal como la red de aspectos a tantas semicúspides (medioambiente) permite ver.

            El caso opuesto es el de un individuo con tres o más planetas propios emplazados en semicúspides. Lo vi en varios conocidos míos, y puedo asociarlo con una sensación de estancamiento, destinos difíciles, oscuros o demasiado enredados en condicionamientos medioambientales. No es de extrañar que no haya tantas cartas públicas para ejemplificarlo. Ya comenté el caso de Fabián Tablado. Otro buen ejemplo es el de Eduardo VIII, el soberano inglés que abdicó para poder casarse con una norteamericana divorciada, Wallis Simpson. Tiene al Sol en 2°21 de Cáncer sobre la semicúspide de V en 1°36', Venus en 23°18' de Tauro sobre la semicúspide de III en 23°59', Neptuno en 14°0' de Géminis sobre la semicúspide de IV en 13°56', y la Luna en 3°37' de Piscis, muy cerca de la semicúspide de I en 5°46'. Todos ellos son planetas "románticos" (incluidos los tres femeninos), situados debajo del horizonte en casas o signos de esas mismas características, por lo que no sorprende que el joven príncipe de Gales se sintiera incómodo con las pesadas cargas del protocolo real, y que se atrincherara en su casa de campo a cuidar flores, profundizar en su vida interior y mantener un círculo de íntimos. La muerte de su padre y el ascenso al trono no fueron buenas nuevas para él. Cuando el amor y las presiones políticas de su nuevo cargo (a Churchill no le hacían ninguna gracia sus simpatías germanófilas) se volvieron incompatibles, acudió a Urano, el único planeta sobre una cúspide propiamente dicha (en conjunción exactísima a la IX)  y, de hecho, el más elevado, cortando mediante su abdicación con el rol que se le había impuesto (Urano ha sido el enemigo arquetípico -oposición de Acuario a Leo- de las monarquías), y llevando empecinadamente hasta sus últimas consecuencias las connotaciones amorosas del simbolismo de sus planetas emplazados en las semicúspides, para hacerse de un lugar muy particular en la historia del siglo XX 

(continua)