LA PREDICCION SIN HORA NATAL,
por Jerónimo
Brignone
(Este trabajo fue expuesto en el 5to Encuentro entre Astrólogos organizado en 2001 en Buenos Aires por la revista GeA, Gente de Astrología –ex Cosmovisión- y en el XVIII Congreso Ibérico de Astrología realizado en Madrid ese mismo año)
SEGUNDA
PARTE
A
continuación ejemplificaré esta propuesta con un caso particular. Si bien probé
y definí estos lineamientos a lo largo de muchos casos sobre todo con hora
conocida, quise traer, para hacer justicia al tema, el de un ser de cierto
renombre pero del que es sumamente improbable que alguna vez tengamos datos
fehacientes (partidas de nacimiento, afirmaciones de progenitores, etc.) sobre
su hora natal, y de quien, dicho sea de paso, admiro profundamente su obra. Es
el del poeta alejandrino Konstantino Kavafis, de quien, a continuación,
transcribo la traducción del párrafo que a él dedica la Enciclopaedia
Britannica, edición 1971:
"KAVAFIS, KONSTANTINO. (1863-1933) Poeta griego que desarrolló un
estilo individual que pulsó una nueva cuerda lírica no sólo para Grecia, sino
para toda Europa. Se mantuvo ajeno a las influencias de las principales
corrientes de la literatura griega contemporánea. En sus evocaciones del pasado
Griego y, sobre todo, Helenístico, mezcló reflexión, sensualidad e ironía, y
les dio la solidez y la variedad que encontró en su propio entorno cosmopolita,
ya que había nacido en Alejandría el 17 de Abril de 1863 (calendario juliano),
y pasó la mayor parte de su vida allí. Escribió mucho, pero publicó poco, un
total de unos 200 poemas. Su producción más importante es posterior a 1810,
por lo cual dijo alguna vez: "I am a poet of old age" (expresión
ambivalente que une "Soy un poeta viejo" y "Soy un poeta de la
antiguedad"). Su lengua fue una extraña mezcla del refinado y pomposo
griego heredado de los bizantinos, el kazarévusa, y el demótico, o lengua
hablada. Su estilo es relajado, casi conversacional, es realista y evita la
imaginería exagerada. Para honrar el coraje y el carácter toma sus ejemplos de
la historia, la religión y la política. Su manejo dramático del material le
permite entrar en extraños recesos del alma, pero su escepticismo no es mórbido
y su poesía no pregona la futilidad de la vida. Murió en Alejandría el 29 de
Abril de 1933."
Y del prólogo a la edición española de la exhaustiva biografía crítica de Robert Liddell:
"Puede
parecer, en muchos aspectos, como la antítesis del poeta, aunque en el fondo de
su soledad y angustia, de su compleja relación familiar, de su erudición y de
sus vínculos sociales y intelectuales, así como de su homosexualidad, supo
hallar una afinidad con la ciudad misteriosa que engendraría tantos mitos de sí
mismo. Nacido en Alejandría de Egipto en 1863, Konstantinos Kaváfis vivió en
esta ciudad, donde murió en 1933, un exilio interior conformando y redefiniendo
una forma de expresión artística de atormentados deseos pasajeros que halla su
base en la sinceridad del recuerdo, su eficacia en la distancia, que lucha
contra la emoción y sigue el entusiasmo de lo vivido recordado. Kavafis
constituye una de las voces poéticas más admiradas del siglo. Poeta en una
lengua minoritaria, parte de esta admiración se debe al interés con que ha
sido acogido por la crítica anglosajona. Cantor de la fragmentación de la
antigua cultura helenística, fiel pensador de la insólita e hierática
experiencia bizantina, sus viejos temas aciertan a encontrar una receptividad,
en la posteridad, muy superior a la que hallan poéticas más basadas en el
presente y en temas aparentemente más nuevos."
Completo las referencias con una breve reseña biográfica tomada de dos compilaciones (José María Alvarez y Carmen Chuaqui)
"La
niñez y la adolescencia de Kavafis se vieron marcadas por la inestabilidad económica,
pues su padre murió cuando él tenía siete años y sus hermanos mayores,
carentes de las habilidades de ese próspero comerciante oriundo de
Constantinopla (Istanbul), acabaron por arruinar los negocios paternos
establecidos en Egipto e Inglaterra. La madre, y sus siete hijos varones
(Kavafis fue el menor, y claramente reemplazó a la difunta hermana Heleni, única
mujer) se instalan en Londes, donde entre los 9 y los 16 años el poeta recibió
su educación formal y desarrolló su gusto por la poesía inglesa. En 1879 la
familia decide volver a Alejandría, pero se ve obligada luego a refugiarse en
Constantinopla en 1882, cuando la flota inglesa bombardea la ciudad. Regresan
tres años después para instalarse en su ciudad natal, Alejandría, de la que sólo
habrá de salir para hacer dos breves viajes a Atenas (1901 y 1905) y a París y
Londres (1897), y donde habría de morir a los 70 años. Treinta de los cuales
-de los 29 a los 59- dedicó a una gris labor burocrática como oficinista en el
Servicio de Irrigación, labor que si bien debió ser poco grata, le dejaba las
tardes libres para hacer las investigaciones históricas a las que era tan
afecto, y sobre todo, para escribir poesía. Durante cierto tiempo repartió sus
días entre ese empleo, algunas horas como corredor de comercio y la noche de
bares y burdeles de Alejandría. Su contexto vital (la Alejandría finisecular
imponía la clandestinidad a las relaciones homosexuales) hizo que la obra de
Kavafis se haya desarrollado bajo el signo de la ambigüedad, y sólo su genio
poético permite que el mundo idealizado que construyó haya adquirido una
intensidad y una fascinación que difícilmente se dan en el mundo real."
Para
el día 29 de Abril de 1863 del Calendario Gregoriano (17 del Juliano), el Sol
culminaba en Alejandría (31°12' N
y 20°54' E) a las 8 hs 57 min 45 seg de GMT, la
Luna hacía su conjunción eclíptica al Ascendente a las 12 hs 31 min 15 seg, y
el Nodo Norte medio de la Luna a las 18 hs 54 min 20 seg, mientras la Luna Nueva
anterior se había realizado a las 3 hs 6 min de GMT. Las coordenadas de
Liverpool (en donde vivió de muchacho) son 53°25'N y
02°55'W, y las de Constantinopla, 41°01'N y
28°58'E.
Para
evitar la complicación técnica de gráficos, referiré que la carta del Nodo
Ascendente, sin signos interceptados, tiene al Ascendente y al Nodo en 8°23' de Sagitario, la casa dos en 9°56' de
Capricornio (cúspides topocéntricas), la casa tres en 14°51' de
Acuario, la casa cuatro en 19°54' de Piscis, Neptuno en
4°51' de Aries, el Parte Fortuna (19°48' de
Aries) conjunción a la cúspide de casa cinco (20°39' de
Aries), dentro de la quinta el Sol en 8°56' de
Tauro conjunción Plutón en 10°49' de Tauro, la cúspide
de seis en 16°14' de Tauro y Mercurio adentro en 19°17' de
Tauro, en la siete Venus en 12°00' de Géminis, Urano en
18°23' de Géminis, y Marte en 1°07' de
Cáncer. En la diez, la Luna en 20°15' de Virgo, conjunción
Mediocielo, Saturno retrógrado en 29°35' de Virgo y mordiendo
la once, Júpiter en 20°23' de Libra, retrógrado.
¿Qué
podemos decir de Kavafis a partir de dicha carta (1A), sus aspectos y
configuraciones (1B) y sus puntos medios (1C)? Los principales elementos
distintivos quizás sean la Luna en Virgo en conjunción al Mediocielo, junto a
Saturno retrógrado en grado de pérdida y en la casa que le es natural. Un
Venus angularizado en séptima (su casa natural) en Géminis, con otros dos
planetas en dicha casa, y rigiendo el signo de Tauro, signo en el cual el Sol en
casa quinta (su casa natural) conjunta a Plutón. Completaría esta primera
simple visión Sagitario ascendiendo con Júpiter, su regente, en Libra en
conjunción a la cúspide de casa once, todo ello en el contexto de una carta
con la mitad de los planetas (incluídas las luminarias) y el Mediocielo en
signos de tierra, así como la mitad de los planetas y los ángulos en signos
mutables, volviendo a imprimir a todo un fuerte sello virginiano.
Aparece
con mucha claridad el artista (Sol en quinta en Tauro, Luna elevada y
angularizada, regente del ascendente en Libra, Parte de la Fortuna conjunción cúspide
de quinta, Venus angularizado y particularmente "bien" -trígono a Júpiter
en Libra, en trigonocracia, recepción mutua y en la casa angular que le es afín),
incluído su carácter historicista, realista, filigranado e hiperartesanal
(Luna y Saturno en Virgo dominantes, la importancia aquí de dicho signo y la
voluntad conservadora de Tauro, desde donde Mercurio hace un trígono en casa
seis). También el amante profuso, promiscuo y célibe (denotado por el Sol en
Tauro en quinta conjunción Plutón, el Venus en Géminis angularizado en casa
siete, conjunción a Urano, el cual hace trígono al exhuberante Júpiter,
regente del ascendente en Libra y sobre la cúspide de casa once, el sexual
Marte en la casa de las relaciones en cuadratura a Neptuno en Aries, todo en el
contexto de desapego propio no sólo del aire, de los mutables y de Urano, sino,
especialmente, del fuerte Virgo).
Aparecen
también dibujados el oficinista burócrata (Virgo, Tauro, Luna trígono al
Mercurio en seis, en cerrado paralelo de declinación -8'- a Saturno regente de
dos y tan presente ahí en diez -¡entró a los 29 y dejó a los 59!-), y la
fuerza de la imagen de su madre en su destino (Luna conjunción Mediocielo en
una décima importante y una carta muy receptiva "del otro" por la séptima
y el hemisferio occidental muy ocupados), incluída su temprana feminización en
la búsqueda de reemplazo de su hermana muerta (Venus en Géminis -hermanos-
oposición Ascendente, conjunción a Urano regente de casa tres, cuadrado éste
a la femenina madre Luna en diez rigiendo la casa ocho -muerte-, la cual está
en trígono a Mercurio -hermanos-). Y por supuesto, también su carácter de
extraña mezcla de, por un lado, identidad de extranjero casi extraterrestre, y
lo parecía, importándole tres pepinos los eventos históricos y políticos
contemporáneos, con, por el otro lado, su apasionada valoración del propio
pasado helénico (Sagitario ascendiendo, con Júpiter en Libra conjunción once
en trígono a Urano, para lo uno, y lo visto de Luna, Saturno y Tauro, para lo
otro).
En
cuanto a aspectos, obviamente el más llamativo es el del Sol en conjunción
Plutón en Tauro en casa cinco, ya visto someramente. Y las configuraciones más
características que se arman, definiendo así el mapa, son dos: la T cuadrada
de Saturno en diez oposición Neptuno en cuarta y cuadratura ambos a Marte en Cáncer
en siete, y la figura armada por los dos trígonos de la carta, Luna conjunción
Mediocielo con Mercurio en seis, y Júpiter conjunción cúspide de once con
Urano en siete, unidos entre sí por cuadratura (Luna-Urano), quincuncio (Júpiter-Mercurio)
y dos semisextiles.
A
la T cuadrada se la asocia con dinamismo y compulsión (doblemente aquí, por
ser cardinal) expresada sobre todo en el planeta focal, que en este caso es
Marte, el planeta de los deseos y los actos, imbuído de necesidades elementales
y muy personales denotadas por el signo de Cáncer, y volcadas al mundo de
relación (casa siete). En la medida en que los tres planetas de la T son maléficos
y dos están en caída y el otro en grado de pérdida, las experiencias pueden
interpretarse como poco felices, sobre todo en el área biológica y afectiva,
expresadas en una búsqueda erótica privada y relativamente solitaria -Cáncer,
Aries, Virgo- desarrollada en forma compulsiva, con una vivencia de "placer
prohibido" y vergonzoso en términos sociales y familiares (Saturno en diez
y Neptuno en cuatro), y en posibles pérdidas tempranas de figuras masculinas de
autoridad. En general, su orientación se centró en muchachos muy viriles,
trabajadores explotados de muy baja condición social (el simbolismo me parece
explícito). Luego, Saturno y Neptuno sencillamente llevaron a la renuncia de
esta actividad, y su instalación en el mundo de la memoria y la poesía, esfera
no biológica en donde la combinación de los maléficos dio sus mejores frutos.
El elemento del pasado histórico, tanto personal como el social, está denotado
por Cáncer, por casa cuatro y por Saturno, y una síntesis de buena parte de su
obra es el título de su poema emblemático "Recuerda Cuerpo" (¡Aries,
Virgo, Cáncer, Marte, Saturno! Sin olvidar la omnipresente Luna en Virgo
angular). Todo lo dicho de la T está, por motivos simbólicos diferentes,
reforzado y también retratado por la mencionada conjunción de Sol con Plutón
en Tauro en casa cinco.
La
configuración armada por Luna, Urano, Mercurio y Júpiter no tiene un nombre
que yo conozca en la tradición astrológica (tampoco está incluida en la
genial ampliación que sobre el tema hiciera Tito Maciá), ni interpretación
específica. A falta de ella, mencionaría el carácter mental de los cuatro
planetas, reforzando dicha capacidad en el sujeto por la cerrada interrelación
denotada por orbes pequeños y conjunciones a cúspides intermedias. Las
capacidades y facilidades poéticas denotadas por el trígono de la Luna con
Mercurio dialogan tensamente con el espíritu visionario y libertad interior del
trígono de Júpiter, aquí regente del Ascendente, con Urano, regente de la
casa tres, resultando en una gran inquietud interior, genialidad literaria y, de
nuevo, el extraterrestre.
En
cuanto a los puntos medios, el que seguramente más atrae la mirada del intérprete
por involucrar centralmente al Sol en conjunción y dentro del grado de orbe, es
el de éste con el punto medio de Venus con Neptuno. Una vez más, y otra vez
por otros símbolos, claramente el artista y el amante. Por otro lado, la
equidistancia (punto medio) casi exacta de la Luna respecto de Marte y el Nodo
Ascendente, refuerzan el carácter pasional y la determinación que tuvo su
madre sobre su vida de relación y sexual.
Y
respecto de la versión hindú usando la Carta del signo lunar en casa uno (1E),
para quien no conozca y no le interese este tema, sugiero saltear los tres párrafos
suguientes, ya que, como dije, voy a esbozar sólo unos pocos lineamientos sobre
este mapa y sin dar reglas de carácter general. Dicho mapa tiene a la Luna en
Leo en uno, Saturno y Júpiter en Virgo en dos, Rahu en Escorpio en cuatro, Sol
y Mercurio en Aries en nueve, Venus y Kehtu en Tauro en diez, y Marte en Géminis
en once.
Tenemos
aquí una vez más al artista y al amante subrayados por el regente de doce (los
hindúes lo llaman "los placeres de la cama") en Leo ascendiendo, y su
regente Sol exaltado en casa trikona (haciendo uno de los más potentes Yogas
benéficos), unido a Mercurio, significador de palabra y escritos, y en esta
carta rigiendo la dos (significador hindú por casa de los escritos), y por otro
lado al artístico y erótico Venus elevado y en su regencia Tauro conjunto a
Khetu (éste siempre se dignifica con y dignifica a factores en regencia),
denotando su actividad e imagen social. Júpiter, el Atmakaraka o cosignificador
más fundamental del sujeto por ser el planeta de más grados, está fuerte por
Vargottama (conincidencia de su posición por signo con el de la Navamsa o armónica
novena), y por estar aspectando por oposición a su regencia, haciendo su
aspecto especial de trígono al mencionado Venus y a Kehtu, también en
Vargottama, y rigiendo la quinta (creatividad e inteligencia). Su presencia con
Saturno en casa dos (rigiendo éste último la maléfica y burocrática sexta y
la séptima, y cuadrado por Marte en once en Géminis -los tres significadores
de hermanos varones mayores-) muestra también la ambivalencia económica, con
sus prósperos inicios, la decadencia posterior, y la estabilidad que le diera
luego su rutinario trabajo estatal.
Los
significadores de madre son intensos y ambivalentes, más positivos que
negativos. Por otro lado, si tomamos la posición de la Luna en el zodíaco
lunar, está en el Nakshatra Uttara Palguini, regido otra vez por el Sol y
duplicando la importancia (y excelente posición) de éste en la carta,
Nakshatra asociado con alguien intelectual, orgulloso, dependiente y tendiente a
la disipación. El haber nacido el quinto día del segundo hemiciclo solilunar
lo asocia con un carácter vital, activo, nervioso, amante de la filosofía y de
cuerpo delgado. En la Navamsa, si tomamos al signo del Atmakaraka como casa uno,
hay una fuerte casa cuarta y Sagitario, denotando potentemente (mucho fuego en
planetas y signos, y en casas angulares) la importancia de la madre, el pasado,
de lo extranjero y lo cultural.
En
cuando a la pareja, aparece su carácter de no realización en Saturno, regente
de siete y planeta con menos grados (otro significador de relación en Hindú),
en Virgo y recibiendo y haciendo cuadratura con Marte, y Venus, aunque bien por
signo, mal por su unión con Kehtu, lo que favorece lo caracterológico y no
biológico (por ejemplo, poesía), pero no aquello que denote "con
vida", y que se expresó favorablemente más en su relación con sus
hermanos (rige tres), especialmente Pavlos, con quien conviviera por años
compartiendo correrías, aunque más tarde lo perdiera de modo desafortunado (así
como, uno a uno y dolorosamente, a todos sus hermanos).
Finalmente,
y volviendo a la Carta Natal trópica clásica, una somera aplicación de los
lineamientos desarrollados por mí en el anterior encuentro de Cosmovisión 1999
con el título de "Dominantes, Preponderancias y Carencias", nos
muestra a alguien con una acusada preponderancia de Luna y Venus con fuerte
apoyo de Júpiter y Mercurio, denotando de nuevo al poeta, al amante que
satisface sus necesidades de contacto en la multiplicidad de relaciones
(Mercurio y Júpiter como función auxiliar), al artista mediante la palabra y
la cultura en el sentido más amplio, dados en el contexto del signo de Virgo,
desmesuradamente preponderante, que refleja aquí la voluntad de perfección,
pureza y refinamiento detallista y filigranado que caracterizó su obra
-recordemos, realista- y su repliegue en sí mismo en el celibato. Con una casa
diez también claramente dominante por preponderancia, podemos comprender que su
vida haya pasado obsesivamente por conseguir que este quehacer literario se
hiciera público, logrando el debido reconocimiento social, y hasta mostrando de
un modo muy expuesto para la época sus experiencias eróticas. También vemos
el "casto amor a mamá" (Luna y Venus en Virgo en diez), y en el
comodismo de los planetas y los laboriosos signo y casa, de nuevo su particular
apoltronamiento en la burocracia estatal.
Las
dominantes por carencia, en este caso los planetas Marte, Plutón, Sol y Urano,
el signo de Cáncer y la casa VIII, se manifiestan, como es habitual con los
contenidos fuertemente inconscientes y reactivos, según el caso, mediante
proyección (sus viriles y descastados amantes, en ámbitos recluídos, privados
y con dosis importantes de peligro), sobrecompensación (lo mismo, introyectado
en sí mismo y exagerado en una hipersexuación que más tarde querrá mostrarle
a la sociedad), sublimación (el contenido fuertemente sexual, así como heróico,
tanático, bizarro y siempre evocativo de su poesía y sus objetos temáticos,
fundados en una obsesiva e intensa investigación del pasado), destino (las
contundentes pérdidas económicas de la familia y la temprana del propio
padre), represión (hubo siempre una lucha interior, avergonzada, respecto de su
actividad sexual, a la que a no muy avanzada edad parecie haberle dado un cierre
definitivo) y somatización (falleció por cáncer, con intervenciones quirúrgicas
previas). En casi todos los casos mencionados, es muy elocuente el eje de apoyo
que ofrece la función superior simbolizada por las preponderancias como
contrapuesto y dialéctico respecto de las carencias.
Si
bien el espacio impone sus limitaciones, espero que lo expuesto haya permitido
ver cuánto (de hecho, es mucho más) se puede extraer de esta carta del Nodo
Ascendente, y que el perfil del carácter y destino de Kavafis son claramente
inferibles de la misma. Invito al lector a hacer lo mismo con su propia carta y
la de sus conocidos, y verá como se dibuja una cierta base del propio ser y su
pertenencia a una trama colectiva, la que luego será por supuesto enriquecida
por las particularizaciones y especializaciones individuales que suponen la hora
del propio nacimiento y su correspondiente Carta Natal.
Para
las así llamadas técnicas predictivas aplicadas a eventos y que propuse al
principio, de nuevo por razones de espacio y claridad me voy a circunscribir a
un sólo episodio de la vida de Kavafis, con el cual confío en que quedará
ejemplificada tanto la utilidad de estas propuestas como su metodología. Es la
muerte de Petros, padre de Kavafis, ocurrida en Alejandría cuando éste tenía
siete años, el 22 de Agosto de 1870 (10 de Agosto en el calendario juliano, el
cual se mantuvo allí en vigencia hasta la ocupación inglesa en 1882).
En
cartas natales con hora dada (y luego rectificada) me interesa siempre comenzar
con las progresiones secundarias, ya que denotan el movimiento interno apriorístico
desde el cual el individuo sale hacia y recibe las diversas corrientes de
experiencias medioambientales. Aquí haré lo mismo, y como dije antes, voy a
privilegiar para ello la carta (2H) levantada para el día de nacimiento con la
GMT o TU de la Luna Nueva inmediatamente anterior al nacimiento (recuerdo al
lector que los datos de fechas y TU de estas cartas fueron dados más arriba).
Al cumplir Kavafis los siete años, el Ascendente progresado (clásicamente, es
decir por hora sidérea o arco solar medio ecuatorial) está todavía dentro del
grado de orbe de conjunción a Plutón, el planeta de la muerte y que en esta
carta está en conjunción natal con el Sol (padre). La angularidad natal ya
anuncia una manifestación temprana de ese contenido, así como el grado de pérdida
de Saturno (el otro símbolo de padre), el cual se manifiesta a través del
Mediocielo (padre) por trígono y dentro del grado de orbe en la época del
suceso. Por otro lado, se dan dos maduraciones (llegadas por progresión al
partil, de aspectos natales con orbe) de aspectos de planetas personales y
afectivos con transaturninos (pérdidas): la conjunción de Venus con Urano
(separación de un afecto) y la cuadratura de Marte en Cáncer con Neptuno
progresados (desaparición de la figura parental masculina).
En
esta misma carta natal, la progresión por arco solar (el clásico, es decir
verdadero eclíptico) hace más cerrada la conjunción del Ascendente con Plutón
(en rigor, exactísima conjunción al punto medio de Sol con Plutón), así como
la de Venus con Urano (orbe 3'). Plutón conjunta a Mercurio (orbe 3') y la Luna
madura (30') su cuadratura con Urano, todos posibles indicadores de muertes o
separaciones en temprana edad. La Carta Diaria en tránsito con esta misma GMT o
TU de la Luna Nueva prenatal, muestra a Plutón en exacta conjunción al
Mediocielo (orbe 10'), actualizando el contenido latente por progresión, y a
Saturno en cerrada conjunción con la cúspide de casa cinco, y desde allí
recibiendo la exacta oposición de Júpiter desde cúspide de casa once (el eje
cinco/once se asocia con muerte de padres por casas derivadas -la ocho de la
diez/cuatro-). Asimismo, Urano en Cáncer hace conjunción dentro del grado de
orbe con la cúspide de casa doce de esta Carta Diaria, otra unión de símbolos
que sintetiza pérdida parental.
Habíamos
dicho que la otra carta que funciona muy bonito en progresiones secundarias
(pero diarias) es la de la Luna Ascendente, la carta (2J) que refiriera como
también excelente para revoluciones. En cuanto a las cúspides diarias
progresadas para la fecha, ponen al Ascendente en cerradísima conjunción a la
Luna progresada, la cual está en exacta cuadratura al Saturno natal y al
progresado, ambos en el ya mencionado grado de pérdida. La pertinente conjunción
Sol/Plutón natal se reactualiza con la conjunción de la cúspide de quinta
(derivada: ocho de diez) progresada, la cúspide de casa doce (pérdidas)
conjunta al Nodo Ascendente natal, y la de casa ocho (muerte) se coloca en el
mismo grado de la maduración de la cuadratura de Marte con Neptuno progresados.
La
Revolución Solar trópica directa para los siete años de edad en esta carta no
es tan elocuente, aunque hay elementos suficientes: el Ascendente, en 14°5' de Géminis, conjunta con dos grados al
Mediocielo, y, dentro del grado, actualiza en el punto medio la conjunción
Venus/Urano que lo encuadra (¿recuerdan el potencial denotado por la progesión
secundaria y la de arco solar? Aquí la superposición de ángulo de revolución
con ángulo natal y planetas lo cataliza). Urano en Cáncer de revolución en
conjunción a la cúspide de once remite nuevamente por derivadas pérdida
parental (está en diez natal). Y el Sol está lo suficientemente cerca de la
casa doce (dos grados y medio) para acercarnos simbólicamente al evento, así
como la quinta respecto del Saturno natal, pero además aquí cuadra al Saturno
de la revolución. Pero es mucho más representativa la revolución solar
conversa: en la misma, Marte en detrimento se angulariza a poco más de dos
grados del Mediocielo, en muy cerrada (18') oposición al Neptuno natal (otra
vez, ¿recuerdan la maduración por secundarias? El tránsito planetario
converso angularizado en la solar aquí lo actualiza). Saturno en 26°43' de
Géminis hace cuadratura a Júpiter en 27°56 de
Piscis, y éste se opone así a la cúspide de casa cinco de la solar directa,
la que cuadraba al Saturno de la misma solar y se hallaba tan cerca del Saturno
natal. Para completar el cuadro, Plutón se planta al lado (grado y medio) de la
cúspide de casa cinco, poniendo una vez más a ésta en conjunción dentro del
grado de orbe con el punto medio de la conjunción Sol/Plutón.
La
Revolución Lunar Precesional de la carta de Luna Ascendente ocurrida
inmediatamente después del evento (cuatro días) no podía ser más reveladora,
así como clásica en sus contenidos: el recurrente Plutón se angulariza a dos
grados y monedas del Ascendente, estando éste en exacto quincuncio con Saturno
en casa ocho. Una vez más el Sol conjunta a la cúspide de casa cinco (un grado
de orbe), y dentro de esta misma casa, el pequeño Mercurio toma contacto por
conjunción con los contenidos del Saturno natal en grado de pérdida. Mientras,
la cúspide de casa ocho con su simbolismo de muerte hace oposición dentro del
grado de orbe con el Urano natal conjunto a la casa diez natal que había
previamente angularizado la revolución solar trópica. Plutón hace conjunción
al Mercurio natal, actualizando la misma conjunción que se daba por arco solar,
tránsito que dentro de la revolución lunar reedita su connotación mortuoria
haciendo un quincuncio a la cúspide de casa ocho de dicha revolución. Neptuno,
por otro lado, dentro de la revolución hace una cuadratura a Marte, ambos en
los mismos signos natales, y actualizando una vez más y de un modo
impresionante la maduración por progresión de la misma cuadratura natal, la
que vimos se había también vuelto a evidenciar para esta época en la
angularización de la solar conversa.
La
Carta del Sol en el Mediocielo (2I), para la cual recomendaba también calcular
las revoluciones solares trópicas directas, genera para los siete años de
Kavafis una solar con Urano en conjunción partil a la cúspide de casa cuarta
(separación de figura parental), el maléfico Marte (recordemos que en la natal
está bastane escrachado y potencialmente vinculado a la experiencia de pérdida
de padre) en conjunción al Ascendente de la revolución, y la Luna en cerrada
conjunción con Neptuno dentro de la casa doce denota vivencias oceánicas de pérdida
familiar. Justamente Neptuno natal (que está dentro de la ocho en la carta de
Sol Mediocielo) es quien conjunta al Ascendente de la Revolución Lunar
Precesional correspondiente. En la Solar Trópica Conversa, vuelve a ser Urano
el protagonista (recordemos que se opone al Mediocielo de la directa), oponiéndose
al Ascendente de dicha revolución conversa, y con la cúspide de casa ocho de
la carta conjuntando al Urano natal, todo siempre dentro de un grado de orbe.
Mientras, Saturno en casa ocho hace otra vez su cuadratura al eje de las casas
cinco y once, el cual se halla a apenas dos grados de la conjunción con el
Saturno natal.
Respecto
de tránsitos, no tengo mucho que decir que no fuera ya mostrado en la Revolución
Lunar y la Carta Diaria, ya que son tránsitos realzados en su significación
por el marco de cúspides de casas y angularizaciones. Quisiera solamente volver
a llamar la atención sobre el importante tránsito de Plutón sobre el personal
y jovencito Mercurio (también regente de casa diez), arrastrando así su
contenido natal de conjunción con el Sol en la casa que por derivadas denota
muerte de padre (estoy usando para los tránsitos, como propuse
Los
tránsitos dracónicos en este caso son un poco decepcionantes, aunque es normal
que algunas técnicas nos funcionen mejor que otras en diversos eventos: si
funcionaran todas siempre con toda su potencia, la Astrología se quedaría con
un par de técnicas y punto, y no haríamos tanto embrollo, pero sabemos que no
es así. Sigo recomendándoselos de corazón, y aquí mencionaría, sobre todo
para ejemplificar al lector que todavía quizás no entendió qué es
exactamente ésto del tránsito dracónico, que Saturno dracónico en tránsito
(es decir, Saturno en tránsito medido desde el Nodo de la Luna en tránsito)
está en conjunción con dos grados y medio de orbe al Plutón dracónico natal,
y que ese día el Sol dracónico pasaba también por conjunción a Plutón
natal, esta vez trópico. Otra vez, aunque con cierto orbe, los tres factores
que, combinados, remitían a muerte del padre, tanto por simbolismo puro como
por su situación en la Carta Natal.
Y
aquí termino, esperando haberlos interesado en estas distintas posibles
aplicaciones de técnicas astrológicas para el caso de personas sin hora de
nacimiento. Para cerrar, y sin ánimo de probar nada, sino solamente de
compartir una habitual manifestación del mágico y bizarro sincronismo astrológico,
quisiera agregar que para el día que esta exposición toma carácter público,
es decir el día 10 de Junio del 2000 (fecha del actual encuentro organizado por
Cosmovisión), ocurren cosas muy interesantes en estas cartas propuestas para
ver a Kavafis sin su hora natal: en la Carta de la Luna Ascendente, el
Mediocielo por progresión secundaria diaria se opone a Venus natal, al mismo
tiempo que éste, progresado, está haciendo un aspecto exacto de contrantiscio
a la Luna y Ascendente natales. En la revolución solar trópica directa
calculada para Buenos Aires, el Mediocielo conjunta a Júpiter, y la exactísima
conjunción de Venus y Mercurio en casa nueve hace aspecto mayor partil al
Ascendente.
Usando
la TU de la Luna Nueva prenatal, si hacemos progresiones secundarias partiendo
de la fecha de nacimiento hasta hoy, el Ascendente progresado está conjuntando
a la Luna de la carta de origen, y hay una flamante Luna Nueva, con Sol y Luna
uniéndose en los 20° de
Virgo (casualmente la importante Luna y Mediocielo de la carta de Nodo
Ascendente), mientras que en la progresión secundaria diaria, Mercurio en Libra
está haciendo conjunción al Ascendente progresado. Y aplicando la misma TU
para enmarcar los tránsitos, el Mediocielo de la Carta Diaria hace conjunción
al Nodo natal (y por ende al Ascendente de la carta nodal), y Sol y Venus en tránsito
conjuntan dentro del grado de orbe a su Urano natal.
Urano
en Géminis, que en las diversas cartas tiene siempre por casa un carácter público
(sectores siete, diez y once). ¿Y qué mejor símbolo para resumir una exposición
astrológica sobre su cielo natal?
Jerónimo Brignone
(fin)