JOSEPH RATZINGER: ¿QUIÉN ES?
.

COMIENZOS DE LA CARRERA DEL

SUPERMODERNISTA JOSEPH RATZINGER [*]

   La revista italiana «30 Giorni» publicó un artículo muy documentado y muy esclarecedor sobre los primeros pasos del clérigo apóstata supermodernista JOSEPH RATZINGER [1]. Helo aquí. Hemos recogido algunas citas que ilustran bien el pensamiento y la acción del que se hizo jefe de la Secta conciliar. PETER KUHN, luterano, discípulo de KARL BARTH, especialista del judaísmo, se hará asistente de RATZINGER en Tubinga:

«Los caminos sugeridos por RATZINGER a los estudiantes para saborear el ajetreado descubrimiento de la Tradición son los mismos que le apasionaron a él en sus estudios universitarios: la historicidad de la Revelación, san Agustín, la naturaleza sacramental de la Iglesia

   Esta teoría de la Iglesia-sacramento después será retomada ampliamente en el Vaticano II. Como buen modernista que es, el clérigo apóstata RATZINGER privilegia lo afectivo en detrimento de la búsqueda de la verdad que no fue nunca su preocupación:

«Él quería hablar al corazón de los estudiantes. No le interesaba solo ampliar sus conocimientos. Decía que las cosas importantes del cristianismo se aprenden sólo si calientan el corazón

   Desde su comienzo de carrera RATZINGER rompe con la Tradición de la Iglesia, caricaturizada de la siguiente manera:

«En Bonn sigue habiendo profesores ancianos que se formaron según los cánones del antimodernismo más estricto, que se limitan a proponer esquematismos de la teología neoescolástica para evitarse problemas con Roma. Él no parece estar condicionado por intimidaciones y conformismos académicos

   Y la concepción de la Iglesia de RATZINGER desarrolla esta vieja concepción anglicana «falibilista» de la Iglesia, que él trata de deslizar en el espíritu de sus contemporáneos por analogías degradantes:

«Cuenta HAHN: “Me asombró cuando una vez en clase se valió del pretexto de un fragmento del Antiguo Testamento para comparar la imagen de la Iglesia que circulaba en aquellos años con el imperio de los medas y los persas, que creían que durarían para siempre por la inmutabilidad estática de sus leyes. Añadió con ímpetu que había que defenderse de aquella imagen de Iglesia”.»

   Desde su juventud RATZINGER es un discípulo ferviente del «ecumenismo»:

«La libertad y la apertura resaltan en su relación con el mundo protestante.»


   Ya R
ATZINGER asienta los jalones de un programa de apostasía con los luteranos, programa cuyo su artesano el mismo sería algunos decenios más tarde:

«Al estudiante de entonces VINZENSENZ PFNÜR, el que había seguido a RATZINGER de Freising a Bonn, le asignó una tesis sobre la doctrina de la justificación en LUTERO. Y varios años después, como profesor de Historia de la Iglesia, dará su aportación al acuerdo católico-luterano sobre la justificación firmado en Augsburgo el 31 de octubre de 1999. Cuenta a 30 Días: “En el 61 RATZINGER escribió para el Lexicon protestante Die Religion in Geschichte und Gegenwart un artículo sobre el protestantismo en la perspectiva católica. Entonces era insólito que a un católico se le pidiera que escribiera para aquella publicación.”»

   Aún guardando cierta distancia estudiada con una recuperación demasiado comprometedora del pensamiento de BULTMANN, RATZINGER intenta proponer una versión corregida en el mundo católico:

   «En Bonn RATZINGER conoce y entabla amistad con HEINRICH SCHLIER, el gran exegeta luterano que se convirtió al cristianismo en 1953. Explica PFNÜR: “SCHLIER como alumno de RUDOLF BULTMANN era un maestro del método exegético histórico-filológico. Con respecto a la pregunta sobre el Jesús ‘histórico’, para SCHLIER era posible reconstruir rasgos decisivos de las vivencias de Jesús, pero el Jesús de la fe no es accesible a través de la reconstrucción del historiador, sino sólo a través de los cuatro Evangelios, como únicas interpretaciones legítimas. […] Un enfoque que asume y valora con discernimiento crítico también rasgos importantes de la lección bultmaniana sobre el modo de acercarse a las Sagradas Escrituras, sin rechazos apriorísticos. Entre finales de los sesenta y comienzos de los setenta los dos profesores animarán juntos las semanas de estudio para jóvenes teólogos organizadas en Bierbronnen, en la Selva Negra. SCHLIER será también huésped de los encuentros teológicos periódicos del círculo de los estudiantes doctorandos de RATZINGER, inaugurados de manera sistemática a partir del periodo de docencia en Tubinga.”»

      Pero el cuerpo profesoral, en un reflejo todavía católico, «quita [a SCHLIER] toda posibilidad de enseñar en la Facultad evangélica, SCHLIER no encuentra puesto en la Facultad de Teología Católica y acaba confinado a la Facultad de Filosofía donde enseña la Literatura cristiana antigua. […] «Pero ciertos profesores» —recuerda PETER KUHN— le eran «hostiles. Consideraban como sospechoso el hecho de que viniera del luteranismo y de BULTMANN

   Sin embargo RATZINGER le conserva toda su simpatía. RATZINGER se vuelve también un ferviente profesor de la enseñanza de conceptos hinduistas:

   «Otra amistad «de frontera» que marca los años de RATZINGER en Bonn es la que mantiene con el indólogo PAUL HACKER, cuya genialidad queda remarcada también en la autobiografía ratzingeriana. De procedencia luterana, también HACKER se hará católico, en un recorrido repleto de «noches enteras» pasadas «dialogando con los Padres o con LUTERO, ante una o varias botellas de vino tinto». RATZINGER se vale de la vastísima preparación de HACKER sobre el hinduismo cuando ha de enfocar las clases de historia de las religiones que forman parte del curso de Teología Fundamental. Precisamente sobre el hinduismo, en aquellos años, se concentran los intereses de RATZINGER hacia el mundo de las religiones. «Algunos estudiantes», recuerda KUHN, «se quejaban de ello, bromeando. Decían: RATZINGER se ha metido completamente en el hinduismo, nos habla solo de BHAKTI y de KRISHNA, estamos hasta la coronilla…».

   Todas las personas quienes estudian la gnosis y la cábala conocen sus nexos con las religiones orientales, muy especialmente el hinduismo.

   Esta pasión de RATZINGER por el hinduismo puede considerarse como una indicación sobre su gran conocimiento, para no decir la pasión que podemos suponerle, por el pensamiento gnóstico. Además —sin duda bajo la influencia de las sectas gnósticas e iluministas británicos tan ligadas a la High Church anglicana, como la Golden Dawn y sus círculos exteriores como la Fabian Society, y bajo la acción de la masona ANNIE BESANTE (grado 33 del Rito escocés antiguo y aceptado), discípula entusiasta de la satánica HELENA BLAVTSKYprecisamente en Gran Bretaña, en Oxford y Cambridge, es donde se encuentra —hay que subrayarlo— a los especialistas mundiales incontestados del hinduismo y de las religiones orientales.

   Y la visita apóstata de la Gran Sinagoga de Nueva York el viernes 18 de abril 2008 hecha en RATZINGER sus raíces en las frecuentaciones muy antiguas:

   «También en estos años que levanto el primera encuentro significativo de RATZINGER con una personalidad del mundo judío: el rabino HOROWITZ que daba seminarios en la Facultad teológica evangélica

   RATZINGER frecuentará en Bonn «al gran historiador de la Iglesia, HUBERT JEDIN, que según algunos estudiantes de entonces fue el patrocinador de la llamada de RATZINGER a Roma. Está el historiador de los dogmas, THEODOR KLAUSER, la estrella de la Facultad, siempre elegante, que se pasea por la ciudad con su Mercedes flamante […]; está el otro dogmático bávaro, JOHANN AUER, con quien RATZINGER se encontrará de nuevo como colega en los años de docencia en Ratisbona.»

   Y a partir de la convocatoria del concilio Vaticano II, RATZINGER va a ser elegido por el cardenal Frings:

   «Las envidias académicas crecen cuando Juan XXIII convoca el Concilio Vaticano II y el cardenal de Colonia, JOSEPH FRINGS, tras escuchar una conferencia del joven docente bávaro sobre la teología del Concilio lo elige como asesor personal teológico en vista de la participación en las reuniones conciliares.»

   Y ya entonces RATZINGER va a tomar la iniciativa para contribuir a la victoria de los modernistas en el Vaticano II que dejará en ruinas a casi toda la Iglesia católica visible:

   «Frings y su secretario HUBERT LUTHE —futuro obispo de Essen y compañero de estudios de RATZINGER en la Universidad de Munich— envían a su colaborador los esquemas de los documentos preparados por la Comisión preparatoria para que dé su opinión. RATZINGER, según lo que cuenta él mismo en su autobiografía, saca de ellos «una impresión de rigidez y escasa apertura, una excesiva dependencia de la teología neoescolástica, un pensamiento demasiado erudito y poco pastoral». Él es quien redacta la famosa conferencia leída por FRINGS a Génova, el 19 de noviembre 1961, sobre «el Concilio Vaticano II cara al pensamiento moderno» que resume las expectativas de reforma suscitadas por la inminente asamblea eclesial en una buena parte de los episcopados europeos

   Y el muy progresista cardenal FRINGS «dará así a su colaborador la ocasión de volverse uno de los actores principales “entre los bastidores” del Concilio.» [2]

   RATZINGER tiende también puentes hacia el mundo ortodoxo:

   «Del círculo de los doctorandos de RATZINGER forman parte dos estudiantes ortodoxos, DAMASKINOS PANDRÉOU y STYLANOS HARKIANAKIS, hoy metropolitanos del Patriarcado ecuménico de Constantinopla.»

   Uno de los estudiantes de Ratzinger, convertido en especialista del evolucionismo, será puesto en causa.

    Y la tesis de RATZINGER sobre SAN BUENAVENTURA estará a punto de ser rechazada por modernismo: «el profesor de Teología dogmática, MICHAEL SCHMAUS, intentó rechazar su tesis sobre BUENAVENTURA tachándola de modernista

   Una oposición nacerá en Bonn dentro del cuerpo profesoral para conseguir despedir a RATZINGER:

   «Le pregunté al profesor JEDIN si habían sido los otros profesores quienes le habían echado. Me respondió: podría usted no haberse equivocado». BOTTERWECK se jactará en sus charlas entre colegas de haber hecho que «huyera» de Bonn

   RATZINGER va a hacer de la «Eucaristía» un tema central de su enseñanza, anticipando lo que pasó a ser el sostén principal de los pseudo-teólogos del movimiento Anglicano «Radical Orthodoxy»:

   «En 1963 sus cursos están dedicados a la Introducción a la dogmática y a la doctrina sobre la Eucaristía. El seminario se concentra sobre el tema «Escritura y Tradición». En el 64 y el 65 los seminarios versan sobre la constitución Lumen gentium del Concilio Vaticano II. En el semestre invernal del 65-66 uno de los cursos de Teología dogmática consiste en una retrospectiva del Concilio recién terminado, mientras que el seminario toma pie de la constitución conciliar Dei Verbum sobre la Revelación

   «En aquellos años se añaden al cuerpo docente otras jóvenes promesas de la teología alemana como WALTER KASPER y JOHANNES BAPTIST METZ, iniciador de la teología política, con quien Ratzinger polemizará en los años siguientes

   Por su su participación en el Vaticano II RATZINGER va a encontrarse en la escuela de los maestros de la subversión de los años 50 y 60 en la Iglesia:

   «A la fama creciente del profesor RATZINGER contribuye su intensa participación en el Concilio. Escribe para su cardenal, se le encarga la redacción de esquemas de documento alternativos a los preparados por la Curia romana. Frecuenta y colabora con todos los grandes teólogos del Concilio: YVES CONGAR, HENRI LUBAC, JEAN DANIÉLOU, GÉRARD PHILIPS, KARL RAHNER [3]

   Y es así como en 1966 el superprogresista HANS KÜNG, recién premiado públicamente por la masonería alemana, lo llama a enseñar a Tubinga:

   «Así que cuando en el 66 llega una llamada para la segunda cátedra de Teología dogmática desde la Facultad de Teología católica de Tubinga, RATZINGER no se lo piensa demasiado. […] Le recibió un teólogo que RATZINGER conocía desde el 57 y que estaba también en el Concilio. Alguien que le estima y que intervino frente a sus colegas de Facultad para tenerlo en Tubinga. […] Su nombre es HANS KÜNG

http://www.30giorni.it/sp/articolo.asp?id=10302

 

 

PORTADA

______________________________________________

NOTAS:

  • [*] Colaboración del señor Patricio Shaw

  • [1] El 28 de abril de 1969 el segundo antipapa neomodernista Pablo VI anunció la fundación de la Comisión Teológica Internacional, órgano que sería paralelo a la Congregación para la Doctrina de la Fe. En esa ocasión, la seria revista francesa “Informations Catholiques Internacionales” (Nº 336 — 15 de Mayo de 1969, p. 9), presentó los antecedentes y dio la lista de los treinta teólogos elegidos por la comisión. Entre ellos: Joseph RATZINGER: Alemán, 45 años; teología dogmática, ecumenismo; hasta hace poco sospechado [de herejía] por el Santo Oficio. (que no solía sospechar ninguna otra cosa en un ideólogo religioso influyente) en el reinado de Pío XII, último papa bueno, último papa. Ver: JOSEPH RATZINGER BAJO SOSPECHA DE HEREJÍA

  • [2] Ratzinger fue el autor de la ponencia en la que el entonces cardenal-arzobispo de Colonia, Josef Frings abogó por una profunda renovación en la Iglesia. Ver:   http://www.oocities.org/ar/catolicos_denuncian/2005/quien.html y; http://www.dosorillas.org/spip.php?article819&debut_articles_rubrique=30

  • [3] Yves Congar, Henri de Lubac, Y  Karl Rahner, también estuvieron bajo sospecha por el Santo OficioVer: JOSEPH RATZINGER BAJO SOSPECHA DE HEREJÍA