El Fin de
los Tiempos
Por
Maximiliano
Curcio
Sinopsis:
Todo comienza sin previo aviso. Parece surgir de la nada. En
cuestión de minutos, se producen casos de extrañas y escalofriantes
muertes en las principales ciudades de Norteamérica que desafían
cualquier explicación. ¿Qué está causando este repentino y total
colapso del comportamiento humano?, ¿Es algún nuevo tipo de ataque
terrorista, un experimento fallido, una diabólica arma tóxica, un
virus fuera de control?, ¿Se transmite por el aire, a través del
agua... cómo? Para el profesor de ciencias en un instituto de
Filadelfia Elliot Moore, lo más importante de todo es encontrar el
modo de escapar de este misterioso y letal fenómeno. Aunque él y su
mujer Alma están atravesando una crisis en su matrimonio, se ponen
en camino, primero en tren, luego en coche, con Julian, amigo de
Elliot y profesor de matemáticas, y Jess, la hija de ocho años de
edad de éste, hacia Pennsylvania, donde esperan estar a salvo de los
horribles y cada vez más frecuentes ataques. Aunque muy pronto queda
claro que nadie está seguro en ninguna parte. Este aterrador e
invisible asesino no puede ser evitado.
* * * /
BUENA
Podrá ser
amado u odiado, pero ignorado jamás. M. Night Shyamalan es, por
varias razones, uno de los cineastas más particulares que haya dado
el cine en los últimos 15 años. Sexto Sentido fue no solo su
segunda incursión cinematográfica y una grañidísima película, sino
que es una obra de las más representativas del género del terror
psicológico, para el que marco un hito. Otras de las razones por las
que Shyamalan esta muy frecuentemente en boca de todos es porque
ninguno de sus films posteriores pudieron llegar a alcanzar ni
superar el éxito del film mencionado. Films erráticos, de parodicas
conclusiones o francamente propuestas decepcionantes hicieron dudar
del verdadero talento de este señor, que parecía agotado. Pero a
Shyamalan hay que saber entenderlo y conocerlo. No es el Hitchock
contemporáneo, como alguna vez se lo tildo (un peso demasiado
exagerado para sus espaldas) pero tampoco es un improvisado. Si
revisamos su obra, veremos a un cineasta de culto, con una línea de
pensamiento muy coherente y una visión del mundo que si bien es
discutible, es profunda e inquietante y deja marcas a lo largo de
sus películas convirtiéndolo en un mas que particular facsimil de
autor.
Con su
habitual habilidad narrativa y esa capacidad para crear climas
ominosos y perturbadores, el director indio construye un buen
thriller sobrenatural cargado de tensión y expectativa. Si bien
intermitente a lo largo de la hora y media de duración del film, lo
tenebroso de la trama no alcanza un clímax superior, pero deja
deslizar una mirada muy particular, ácida y tremendista de su
director sobre su gobierno y la manipulación de este sobre los
medios de comunicación, sobre la sociedad y su curso, , sobre las
relaciones interpersonales en momentos de crisis y desesperación,
sobre las amenazas permanentes (llámese terrorismo) y finalmente
sobre ese plus que se encuentra en la voluntad divina, o en esa
fuerza superior que deja fuera del alcance de nuestras manos
tragedias de índole natural.
Shyamalan,
como dicho al comienzo, cultiva un estilo. Es un director muy
apegado y muy férreo a sus posturas que no son siempre
convencionales, por el contrario, se mueve dentro del género del
suspenso, planteando historias que parecen sacadas de fábulas,
cuentos bizarros que generan fascinación. En este caso el leit
motive es la humanidad en jaque en medio de un ambiente desolado r y
apocalíptico. Lejos del espíritu comercial, naif y taquillero de “El
Día Después de Mañana” o “Día de la Independencia” ambas
de Roland Emmerich, esta concepción del cine apocalíptico se acerca
al de clase b, más cercano a un George A. Romero. Otra extrañeza del
film radica en ese final revelador que queda trunco. Esa marca
registrada en el cine de Shyamalan en esta ocasión apenas se desliza
de forma muy sutil y casi en un segundo plano, como una realidad
perturbadora que asoma amenazante e implacable.
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