El Orfanato
Por
Maximiliano
Curcio
Sinopsis:
Laura regresa con su familia al orfanato en el que creció de niña,
con la intención de abrir una residencia para niños discapacitados.
El nuevo entorno despierta la imaginación de su hijo, que comienza a
dejarse llevar por juegos de fantasía cada vez más intensos. Éstos
van inquietando a Laura cada vez más, hasta el punto en el que llega
a pensar que hay algo en la casa que está amenazando a su familia. A
ella le ocurre algo extraordinario y, a pesar de que es una mujer
con unos principios muy claros, su universo se tambalea poniendo en
duda todo aquello en lo que creía...
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REGULAR
En
general desconfió de aquellas producciones que se nos quieren vender
bajo el lema “producida por…” o “de los realizadores de…”. La
experiencia me ha llevado a caer a la cuenta que cuando al film le
falta sustento propio, la publicidad del mismo intenta hacerse lugar
gracias a los pergaminos de su productor o guionista. En otras
palabras, más allá de la producción del genial Del Toro, “El
Orfanato” no será “El Laberinto del Fauno”, la obra
cumbre del realizador catalán. Por otra parte, es acotado y poco
diverso el espectro del cine ibérico. Son pocas las jóvenes figuras
que despegan en medio de grandes consagrados. Allí están talentosos
como Alex de la Iglesia, Alejandro Amenabar, Cesc Gay, Fernando
Trueba, Guillermo Del Toro, y, como no, Pedro Almodóvar a la cabeza
de todos. No pretendamos buscar más, porque será en vano. Algún que
otro nombre apenas se considerará rescatable.
“El
Orfanato” en si se enmarca en el género del thriller
psicológico, un film de terror que si bien prolijo en su
planteamiento y sobrio en su resolución, deja una sensación de
vacío, de entusiasmo a medias. Es un acopio del cúmulo de lugares
comunes al que se somete en estos últimos tiempos al cine de terror,
permeable a todo tipo de incursiones. Desde el cine japonés, hoy
cada vez mas difundido en su veta j-horror, al el por entonces
novedoso y hoy remanido cine de Shyamalan, o incluso el recurrir
hasta las más clásicas herramientas de suspenso en pos de generar
atmósferas sofocantes que Alfred Hitchcock llevaba al cine hace más
de medio siglo. Suena anquilosado este mix de “El Orfanato”.
Quizás efectivo en esas búsquedas por concebir un cine de terror de
impacto, pero efímero al fin. Su orientación estética no por nada
recuerda a un ya mencionado Amenabar (y su brillante “Los Otros”)
o al propio Del Toro y un film de corte bastante similar con la
fábula “El Espinazo del Diablo”. Sendos films, de tono
gótico, tétrico y con temáticas donde fantasmas infantiles eran el
motor de la intriga y el cúmulo del miedo.
Cuesta
entender como este film hizo historia en la última entrega de
premios Goya. Este evento, deja en claro lo pobre que es el panorama
del cine español comercial por estos tiempos. Cuesta entender
también como un film como “El Orfanato”, ultra concurrido en
recursos y ambientaciones de thrillers psicológicos antes vistos
haya tenido tanta repercusión. La construcción narrativa de este
fenómeno paranormal que crea la intriga, el acercamiento visual a
este misterio provoca, al principio, una sensación de intensidad.
Que poco a poco nos dejará con las ganas de haber visto más. Y su
conclusión será el ya mencionado abordaje a lugares comunes que nos
den la certeza de que esta historia ya nos la contaron. Esta
recurrencia remite al film a la monotonía y mediocridad que gobierna
al género por estos tiempos. La contundencia no se logra mediante
escenas explicitas (no siempre, no al azar), viejos trucos en la
oscuridad no convierten al film en un clásico de culto y lo
aterrador o lo atrapante en “El Orfanato”, ya está inventado,
visto y conocido. Tanto que en su híper corrección aburre.
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