El
Resplandor
Por
Maximiliano
Curcio
Sinopsis: Jack Torrance se traslada, junto a su mujer y a su
hijo, al impresionante hotel Overlook, en Colorado, para encargarse
del mantenimiento del mismo durante la temporada invernal, en la que
permanece cerrado y aislado por la nieve. Su idea es escribir su
novela al tiempo que cuida de las instalaciones durante esos largos
y solitarios meses de invierno, pero desde su llegada al hotel, Jack
comienza a padecer inquietantes trastornos de personalidad, al mismo
tiempo que en el lugar comienzan a suceder diversos fenómenos
paranormales.
* * * * *
/ EXCELENTE
¿Cuánto
debe el cine a Stephen King? ¿Cuanto debe Stephen King al cine? El
cine le debe incontables cantidades de historias que han sido
adaptadas y aprovechadas por un cine de terror o suspenso
psicológico que se ha nutrido de estas a lo largo de los años. Y
Stephen King, uno de los más grandes autores contemporáneos
reconocido y valorado mucho antes de que sus obras llegaran a la
gran pantalla, le debe al cine algo de su trascendencia y
perdurabilidad. Si bien muchas de sus adaptaciones han caído en
manos de directores novatos, hay unas cuantas que rescatar, pero por
sobre todo una para enmarcar como autentica obra maestra
cinematográfica y esa es “El Resplandor”.
Los
planos, la ambientación, la banda sonora, son elementos técnicos que
hacen al tratamiento de un film, que lo dotan de calidad y que un
intelectual como Kubrick sabe como modelar alrededor de una trama
escalofriante a la que Kubrick pule como una autentica obra de arte
tan lejana y distante de la mediocridad en que resultan los hoy
maltratados films de terror en manos de directores novatos. Kubrick
tiene la visión de cineasta y la habilidad de un autor para
condensar en esta adaptación la esencia filosófica de King con su
propia visión del mundo y sus inquietudes tan obsesivas como propias
de un genio que plasma en la retina de sus espectadores.
Así como
Kubrick revoluciono el cine de ficción con “2001, Odisea del
Espacio” el cine de terror de los ‘80m marcaría un hito con este
film y luego “Nacido para Matar” hará lo propio con el género
bélico. Kubrick tal un artesano articula y manipula el film de forma
oscura y macabra. Una sucesión de hechos nos anticipan lo
inquietante y enigmático. Lo cotidiano se transforma en sobrenatural
para que la premención, la anticipación de la tragedia y los malos
pensamientos simbolizan a lo largo de todo el film la mirada de
Kubrick sobre el mal, dotada de extraña belleza y donde el rostro de
Jack Nicholson (nunca más aterrador en la piel del inolvidable Jack
Torrance) se adueña de la escena con un plano para la antología y
con el cual se asocia al film desde entonces.
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