La Familia
Savage
Por
Maximiliano
Curcio
Sinopsis:
Lo último que hubieran deseado hacer los hermanos Savage es volver
atrás, a su difícil historia familiar. Después de haberse liberado
del dominio de su padre, ahora se encuentran firmemente anclados a
unas vidas propias bastante complicadas. Wendy es una autora de
teatro que se esfuerza por salir adelante, una desocupada que pasa
sus días solicitando becas, robando suministros de oficina y
quedando con su vecino casado. Jon es un neurótico profesor de
facultad que escribe libros sobre oscuros temas. Pero entonces llega
la llamada que le informa de que el padre al que siempre ha temido y
evitado, Lenny Savage, se consume lentamente. Ahora, mientras dejan
de lado sus ajetreadas vidas, Wendy y Jon se ven obligados a vivir
juntos bajo el mismo techo por primera vez desde su infancia,
redescubriendo las excentricidades que les sacaban de quicio.
Enfrentados con una agitación total y luchando por la manera en que
deben hacerse cargo de los últimos días de su padre, se encuentran
confrontados con el significado de la vida adulta, la familia y, lo
más sorprendente, lo que significan el uno para el otro.
* * * /
BUENA
“La
Familia Savage” es una historia bien catalogada como comedia
dramática, en su núcleo es un drama corriente, crudo y posible, hay
ciertos momentos de breve alegría, distensión y nostalgia. Miradas
ácidas sobre el sexo y las relaciones de pareja, pero por sobre todo
un certero (aunque modesto) estudio sobre las disfunciones
familiares, las relaciones de padres e hijos y el inevitable
enfrentamiento con la muerte. Mas allá de que la historia no sea en
si agradable, estamos hablando de falta de comunicación entre dos
hermanos con su padre y de la degradación humana, física y mental,
de este. Lo valorable reside en lo autentico de un retrato real y
austero.
La
historia, como ya dicho, tiene sus puntos sensibles y sus otros mas
light pero su punto mas fuerte es la construcción de personajes que
como buen cine independiente no abundará en diálogos, pero si en
gestos y miradas que lo dicen todo. Y son dos de ellos quienes de
por si valen la vista de este film. Laura Linney y Philip Seymour
Hoffman son las dos caras opuestas de una misma moneda. Dos hermanos
enfrentados y ahora reunidos en la tragedia y el dolor, cara a cara
reencontrándose. Linney es una gran actriz, responsable de
brillantes papeles desde su consagratorio rol en “Cuenta Conmigo”.
Hoffman por su parte se canso de recibir roles de reparto sin
demasiada trascendencia hasta que con su protagónico de “Capote”
le demostró al mundo cinematográfico que es un excelente actor. Y lo
confirmo con su genial interpretación en la reciente “Juegos de
Poder”.
Pese a
tal gris panorama donde el deterioro irremediable de la vejes se
muestra visible, el cine independiente norteamericano siempre
encuentra una veta de esperanza para insertar su cuota de lucidez y
desparpajo en este tipo de producciones. Triste, reflexiva y sin
tapujos la hora de mostrar la agonía de un ser humano en el final de
sus días, sufriendo por la confrontación y las deudas pendientes de
ambos hijos para con el y entre ellos. El final dejara mas de una
enseñanza y su mensaje es esperanzador. Tamara Jenkins, su
directora, no concibe una joya del cine independiente, pero si un
film valido para recordar. De esas pequeñas grandes historias que se
nutre el cine indie y que refresca el anquilosado melodrama del cine
mas comercial.
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