Paris,
Texas
Por
Maximiliano
Curcio
Sinopsis: Cerca de la frontera mexicana en Texas un hombre
que padece de amnesia aparece en el desierto, después de caminar por
días se desploma y es llevado a un centro de salud donde se conoce
que el hombre se llama Travis y ha estado perdido por cuatro años,
es entonces cuando acude su hermano quien lo habría reportado como
desaparecido años atrás y lo lleva hacia su hogar en Los Angeles,
donde encuentra que su hijo Hunter se crió con su hermano y la
esposa de éste quienes nunca ocultaron que Travis era su padre
desaparecido, allí Travis se hace amigo de su hijo y lo convence de
ir con él en busca de su esposa y madre del pequeño de nombre Jane
Henderson, Travis encuentra a Jane y descubre que tiene un empleo
poco digno allí, la contacta y juntos reviven su pasado.
* * * * *
/ EXCELENTE
Quizás la
película más emblemática de Wim Wenders, “Paris, Texas” se
ubica como un ejemplo paradigmático de la filmografía de Wenders
abocado a films llamados películas del camino, quien también se
apunta perlitas como “El Cielo sobre Berlín” o “El Fin de
la Violencia” de las que ha sabido dotar de su marca
inconfundible de autor, en ese control sobre el producto que ha
ejercido a lo largo de su carrera, moviéndose en terrenos de
producción independiente. Su último film, “La Búsqueda”, es
una road movie inevitablemente comparable a “Paris, Texas”,
pero sin la genialidad de esta, icono cinematográfico del realizador
alemán tres veces ganador de la Palma de Oro en Cannes, nada menos.
El guión,
adaptación de una obra literaria esta adaptada en pantalla por el
reconocido actor Sam Shepard, quien mas allá de su trayectoria como
interprete (y actor fetiche de Wenders), posee una aun mas destacada
intervención como guionista de films. Como interprete femenina, el
protagónico está a cargo de la alemana
Natasha Kinski, dueña de una gran intensidad y
sensualidad, es una actriz que ha logrado reconocimiento y nombre a
lo largo de su carrera, que comenzó de muy joven. Descubierta por
Roman Polanski para su sufrido rol en “Tess”, a lo largo de
lo ’80 solidifico su promesa de joven talento con apariciones como
esta donde su pareja actoral es el también reconocido Harry Dean
Stanton, ideal para ese papel introvertido, enigmático y
controversial eje del film sin olvidar mencionar el buen aporte de
un efectivo Dean Stockwell.
Esta idea
de mostrarnos con distancias y pausas (y un pulso admirable) un
pasado atado a un futuro en medio de una historia propia del
submundo en el que viven estos personajes. Se trata de una búsqueda
de sentimientos, más allá del lugar geográfico o físico en el que
transcurren los hechos, en medio de ese viaje redencionista que
tendrá un sentido emotivo para su protagonista. Esta búsqueda por
restablecer el equilibrio entre las personas que lo rodean implica
mirarse a si mismo, descubrir sensaciones (tensas o placenteras
según la impecable banda sonora nos va comprometiendo con los
personajes), fortalecer lazos de vida. El film lleva la marca del
prolífico Wenders: de forma simple en su planteo argumentativo y
pragmática en su resolución de planos, nos muestra a un personaje
que consigue cerrar el círculo inconcluso de su vida y recuperar
parte de un pasado que trae consigo la necesidad de pertenecer y el
deseo de sentir que hizo lo correcto.
|