Petróleo
Sangriento
Por
Maximiliano
Curcio
Sinopsis:
Ambientada en el boom del petróleo en la frontera de California a
principios del siglo XX, la historia relata el éxito de Daniel
Plainview, que pasa de ser un minero extremadamente pobre que cría a
su hijo sin ninguna ayuda a convertirse en un magnate del petróleo
hecho a sí mismo. Gracias a un misterioso soplo, Plainview descubre
la existencia de un mar de petróleo bajo la tierra de un pequeño
pueblo del oeste, y se lleva a su hijo, H.W., a probar suerte en el
polvoriento Little Boston. Y es este pueblo perdido, en el que la
única diversión gira en torno a la Iglesia Pentecostalista del
carismático pastor Eli Sunday, donde Plainview y H.W. van a dar el
golpe de sus vidas. Pero a medida que el petróleo les va haciendo
cada vez más ricos, los conflictos van apareciendo: la corrupción,
la mentira y las ingentes cantidades de petróleo pondrán en serio
peligro valores humanos como el amor, la esperanza, la solidaridad,
la confianza, la ambición e incluso el vínculo entre padre e hijo.
* * * * / MUY BUENA
”Petróleo
Sangriento” es un gran retrato del carácter humano. Son los
diversificados estratos sociales, es la naturaleza explotada, es la
ambición comercial. Pero por sobre todas las cosas es el centro del
relato una identidad megalómana y de una ambición ilimitada,
fundador de su propio imperio, el Daniel Plainview del film remite a
otros memorables magnates de la historia del cine, como los
protagonistas de “El
Ciudadano”,
de Orson Welles; “Gigante”,
de George Stevens o, “El
Aviador”
de Martin Scorsese, películas de carácter biográfico-testimonial y
con un gran acento en lo social.
Como
realizador vuelve a demostrar que es uno de los mejores artistas que
tiene hoy día Hollywood, cada vez mas escaso de exponentes dignos de
ser considerados “autores” Virtuoso en lo artístico, acertado en su
juego de cámaras (con su plano secuencia marca registrada) Anderson
nos plantea una historia de ritmo pausado y narrativa simple que
retrata con vigor histórico la producción petrolera a principios del
siglo XX. Pero no por eso resulta menos deslumbrante, sucede que sin
los anti convencionalismos que rodearon a otras obras maestras de su
autoría como “Magnolia” o “Boggie Nights” (incluso “Embriagado
de Amor” sin ser una gran película resulto innovadora y mas que
grata en el terreno de la comedia).
En el
estudio de un personaje, la película asume la personalidad del
mencionado Daniel Plainview, eje constante del relato a través de
los variados recursos a los que recurre P.T. Anderson para manejar
el lenguaje cinematográfico: desde el primer plano del rostro que
acumula furia contenida en Day-Lewis al plano general que lo muestra
fundido al entorno natural, casi como una continuación de ese medio
ambiente rocoso y árido en medio de una Texas que surge como fuente
de riquezas y prosperidad, así como también el uso de la música, de
gran incidencia a lo largo del film y que lleva el pulso dramático
del mismo, acentuando y agudizando sus facetas mas revolucionarias
para dejar ver a trabes de los ojos de Plainview esa sociedad
corrompida, esa oscuridad ciega que es la ambición humana, esa
esperanza perdida, ese resentimiento que es el motor de la historia
y que será el inevitable rumbo a un desenlace trágico.
En su
desquicio y poder destructivo, casi convertido en un semi dios sin
culpa ni redención, la interpretación descollante de Daniel Day
Lewis no esta nada lejos de la que Orson Welles brindara a su
inolvidable Charles Foster Kane otro magnate compulsivo, ególatra y
engrandecido por las circunstancias. Aunque, es necesario decirlo,
estamos hablando en ese caso del mejor film de la historia y por lo
tanto, dejando de lado lo interpretativo, el resto que aluda a forma
y contenido de ambos films es incomparable.
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