Magisterio de la Iglesia
Catecismo
de la
Doctrina Cristiana
Escrito por el P. Gaspar Astete.
Catecismo
popularmente conocido como "el Astete", que es un compendio simple de
lo que el cristiano debe saber y cumplir para salvarse, y de hecho este
catecismo, sirvió a la gran expansión católica de la contrarreforma y la
Evangelización del Nuevo Mundo. Este catecismo permite su uso desde la
facilidad de su lenguaje y estructura. El
Padre Gaspar Astete, nacido en 1537 y muerto en 1601, fue autor de diversas
obras piadosas. Su catecismo tuvo gran difusión,
y se contabilizan más de mil ediciones.
En esta pagina la
parte original de Gaspar Astete [1537-1601] aparece en letra normal; Las
adiciones de Gabriel Menéndez de Luarca [1742-1812], en letra cursiva; Las
modificaciones de Benito Sanz y Flóres, entre corchetes.
INTRODUCCIÓN DE LA DOCTRINA CRISTIANA
Todo
fiel cristiano
es
muy obligado
a
tener devoción
de
todo corazón
con
la Santa Cruz
de
Cristo nuestra luz.
Pues
en ella
quiso
morir
por
nos redimir
de
la cautividad
de
nuestro pecado
y
del enemigo malo.
Y
por tanto,
te
has de acostumbrar
a
signar y santiguar
haciendo
tres cruces:
La
primera en la frente,
porque
nos libre Dios
de
los males pensamientos;
la
segunda en la boca,
porque
nos libre Dios
de
las malas palabras;
la
tercera en los pechos,
porque
nos libre Dios
de
las malas obras y deseos;
diciendo
así: Por la señal V
de la santa cruz; de nuestros V
enemigos líbranos, Señor V
Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo V
y del Espíritu Santo. Amen.
EL
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea el tu nombre, venga a
nos el tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. El pan
nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas así como
nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación,
mas líbranos del mal. Amen.
EL
AVE MARIA
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú
eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora
de nuestra muerte. Amen.
GLORIA
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como
era en el principio y ahora y siempre y en los siglos de los siglos. Amen.
EL
CREDO
Creo en Dios Padre Todopoderoso, criador del cielo y de la tierra, y en
Jesucristo, su único Hijo nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia
del Espíritu Santo y nació de la Virgen María, padeció debajo del poder de
Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a Ios infiernos,
al tercero día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está
sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso, y desde allí ha de venir a
juzgar los vivos y los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la
carne y la vida perdurable. Amen.
LA
SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida y dulzura, esperanza nuestra,
Dios te salve: a Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos
gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea pues, Señora Abogada
nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este
destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh clementísima,
oh piadosa, oh dulce Virgen María, ruega por nos Santa Madre de Dios para que
seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amen.
LOS
MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS
son diez. Los tres primeros pertenecen al honor de Dios, y los otros siete al
provecho del prójimo.
El primero, amar a Dios sobre todas las cosas.
El segundo, no jurar su santo nombre en vano.
El tercero, santificar las fiestas.
El cuarto, honrar padre y madre.
El quinto, no matar.
El sexto, no fornicar.
El séptimo, no hurtar.
El octavo, no levantar falso testimonio, ni mentir.
El noveno, no desear la mujer de tu prójimo.
El décimo, no codiciar los bienes ajenos.
Estos diez mandamientos se encierran en dos: en servir y amar a Dios sobre todas
las cosas y al prójimo como a ti mismo. Amen.
LOS
ARTICULOS DE LA FE son
catorce, los siete primeros pertenecen a la Divinidad, y los otros siete, a la
santa Humanidad de nuestro Señor Jesucristo, Dios y Hombre verdadero.
Los que pertenecen a la Divinidad son éstos:
El primero, creer en un solo Dios todopoderoso.
El segundo, creer que es Padre.
El tercero, creer que es Hijo.
El cuarto, creer que es Espíritu Santo.
El quinto, creer que es Criador.
El sexto, creer que es Salvador.
El séptimo, creer que es Glorificador.
Los que pertenecen a la santa Humanidad son éstos:
El primero, creer que nuestro Señor Jesucristo, en cuanto hombre, fue concebido
por obra y gracia del Espíritu Santo.
El segundo, creer que nació de Santa María Virgen, siendo ella Virgen antes
del parto, en el parto y después del parto.
El tercero, creer que recibió muerte y pasión por salvar a nosotros,
pecadores.
El cuarto, creer que descendió a los infiernos, y sacó las ánimas de los
santos Padres, que estaban esperando su santo advenimiento.
El quinto, creer que resucitó al tercero día de entre los muertos.
El sexto, creer que subió a los Cielos y está sentado a la diestra de Dios
Padre todopoderoso.