Magisterio de la Iglesia

Catecismo de San Pío X
De la Doctrina Cristiana
y de sus partes principales

CAPITULO IV 

DEL TERCER ARTÍCULO 

84.- ¿Que nos enseña el tercer artículo: QUE FUE CONCEBIDO POR OBRA Y GRACIA DEL ESPÍRITU SANTO: NACIÓ DE SANTA MARÍA VIRGEN? - El tercer artículo del Credo nos enseña que el Hijo de Dios tomó cuerpo y alma, como tenemos nosotros, en las purísimas entrañas de María Virgen, por obra del Espíritu Santo, y que nació de esta Virgen. 

85.- ¿Concurrieron también el Padre y el Hijo a formar el cuerpo y crear el alma de Jesucristo? - Si, señor; a formar el cuerpo y a crear el alma de Jesucristo concurrieron las tres divinas personas. 

86.- ¿Por qué se dice sólo: FUE CONCEBIDO POR OBRA Y GRACIA DEL ESPÍRITU SANTO? - Se dice sólo: fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo porque la Encarnación del Hijo de Dios fue obra de bondad y amor, y las obras de bondad y amor se atribuyen al Espíritu Santo. 

87.- ¿El Hijo de Dios, al hacerse hombre, ¿dejó de ser Dios? - No, señor; el Hijo de Dios se hizo hombre sin dejar de ser Dios. 

88.- ¿Luego Jesucristo es Dios y hombre juntamente? - Si, señor; el Hijo de Dios encarnado, esto es, Jesucristo, es Dios y hombre juntamente, perfecto Dios y perfecto hombre. 

89.- ¿Luego en Jesucristo hay dos naturalezas? - Si, señor; en Jesucristo, que es Dios y hombre, hay dos naturalezas: la divina y la humana. 

90.- ¿Hay también en Jesucristo dos personas, la divina y la humana? - No, señor; en el Hijo de Dios hecho hombre no hay más que una Persona, y ésta es la divina. 

91.- ¿Cuantas voluntades hay en Jesucristo? - En Jesucristo hay dos voluntades: la una divina y la otra humana. 

92.- ¿Tenía Jesucristo libre albedrío? - Si, señor; Jesucristo tenía libre albedrío, más no podía obrar el mal, porque el poder obrar el mal es defecto, no perfección de la libertad. 

93.- ¿Son una misma Persona el Hijo de Dios y el Hijo de María? - El Hijo de Dios y el Hijo de María son una misma Persona, esto es, Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. 

94.- ¿Es la Virgen María Madre de Dios? - Si, señor; la Virgen María es Madre de Dios, porque es Madre de Jesucristo, que es verdadero Dios. 

95.- ¿De qué manera vino a ser María Madre de Jesucristo? - María vino a ser Madre de Jesucristo únicamente por obra y gracia del Espíritu Santo. 

96.- ¿Es de fe que María fue siempre Virgen? - Si, señor; es de fe que María Santísima fue siempre Virgen, y es llamada la Virgen por excelencia. 

96 bis.- ¿Es de fe que María está en cuerpo y alma en el Cielo? Si, señor; desde el 1º de noviembre de 1950, es dogma de fe que María Santísima terminado el curso de su mortal vida, fue llevada en cuerpo y alma a los Cielos. Este privilegio se llama “la Asunción de María”. 

CAPITULO V

DEL CUARTO ARTÍCULO 

97.- ¿Qué nos enseña el artículo cuarto: PADECIÓ BAJO EL PODER DE PONCIO PILATO: FUE CRUCIFICADO, MUERTO Y SEPULTADO? - En cuarto artículo del Credo nos enseña que Jesucristo, para redimir al mundo con su sangre preciosa, padeció bajo Poncio Pilato, murió en la Cruz y fue sepultado. 

98.- ¿Que expresa la palabra padeció? - La palabra padeció expresa todas las penas que Jesucristo sufrió en su pasión. 

99.- ¿Murió Jesucristo en cuanto Dios o en cuanto hombre? - Jesucristo murió en cuanto hombre, porque en cuanto Dios no podía padecer ni morir. 

100.- ¿Qué especie de suplicio era el de la cruz? - El suplicio de la cruz era el más cruel y afrentoso de todos los suplicios. 

101.- ¿Quién fue el que condenó a Jesucristo a ser crucificado? - El que condenó a Jesucristo a ser crucificado fue Poncio Pilatos, gobernador de la Judea, quien había reconocido la inocencia del Salvador, más cedió vilmente a las amenazas del pueblo de Jerusalén. 

102.- ¿No hubiera podido Jesucristo librarse de las manos de los judíos y de Pilatos? - Si, señor; Jesucristo hubiera podido librarse de las manos de los judíos y de Pilatos, más se sujetó voluntariamente a padecer y morir para salvarnos, por saber que así lo quería su eterno Padre, y aún salió al encuentro de sus enemigos y se dejó espontáneamente prender y llevar a la muerte. 

103.- ¿Dónde fue crucificado Jesucristo? - Jesucristo fue crucificado en el monte Calvario. 

104.- ¿Qué hizo Jesucristo en la Cruz? - Jesucristo en la Cruz rogó por sus enemigos; dio su misma Madre, María Santísima, por madre a su discípulo San Juan, y en él a todos nosotros; ofreció su muerte en sacrificio y satisfizo a la justicia de Dios por los pecados de los hombres. 

105.- ¿No bastara que viniese un Ángel para satisfacer por nosotros? - No, señor; no bastara que viniese un Ángel a satisfacer por nosotros, porque la ofensa hecha a Dios por el pecado era, en cierta manera, infinita, y para satisfacer por ella se requería una persona que tuviese un mérito infinito. 

106.- ¿Era menester que Jesucristo fuese Dios y hombre juntamente para satisfacer a la divina justicia? - Si, señor; era menester que Jesucristo fuese hombre para que pudiese padecer y morir, y que fuese Dios para que sus padecimientos fuesen de valor infinito. 

107.- ¿Por qué era necesario que los méritos de Jesucristo fuesen de valor infinito? - Era necesario que los méritos de Jesucristo fuesen de valor infinito porque la majestad de Dios, ofendida por el pecado, es infinita. 

108.- ¿Era necesario que Jesucristo padeciese tanto? - No, señor; no era absolutamente necesario que Jesús padeciese tanto, porque el menor de sus padecimientos hubiera sido suficiente para nuestra redención, siendo cualquiera acción suya de valor infinito. 

109.- ¿Por qué, pues, quiso Jesús padecer tanto? - Quiso Jesús padecer tanto para satisfacer más copiosamente a la divina justicia, para mostrarnos más su amor y para inspirarnos sumo horror al pecado. 

110.- ¿Sucedieron algunos prodigios a la muerte de Jesús? - Si, señor; a la muerte de Jesús se oscureció el sol, se estremeció la tierra, abriéndose los sepulcros y muchos muertos resucitaron. 

111.- ¿Dónde fue sepultado el cuerpo de Jesucristo? - El cuerpo de Jesucristo fue sepultado en un sepulcro nuevo, cavado en la peña del monte, no lejos del lugar donde le habían crucificado. 

112.- ¿Se separó del cuerpo y del alma la divinidad en la muerte de Jesucristo? - En la muerte de Jesucristo, la divinidad no se separó ni del cuerpo ni del alma, sino solamente el alma se separó del cuerpo. 

113.- ¿Por quién murió Jesucristo? - Jesucristo murió por la salvación de todos los hombres y por todos ellos satisfizo. 

114.- Si Jesucristo murió por todos los hombres, ¿por qué no todos se salvan? - Jesucristo murió por todos; pero no todos se salvan, porque o no le quieren reconocer o no guardan su ley, o no se valen de los medios de santificación que nos dejó. 

115.- ¿Basta para salvarnos que Jesucristo haya muerto por nosotros? - Para salvarnos no basta que Jesucristo haya muerto por nosotros, sino que es necesario aplicar a cada uno el fruto y los méritos de su pasión y muerte, lo que se hace principalmente por medio de los sacramentos instituidos a este fin por el mismo Jesucristo, y como muchos no reciben los sacramentos, o no los reciben bien, por esto hacen para sí mismos inútil la muerte de Jesucristo. 

CAPITULO VI 

DEL QUINTO ARTÍCULO 

116.- Qué nos enseña el quinto artículo: DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS: AL TERCER DÍA RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS? - El quinto artículo del Credo nos enseña: que el alma de Jesucristo, separada ya del cuerpo, fue al Limbo de los Santos Padres y que al tercer día se unió de nuevo a su cuerpo para no separarse jamás. 

117.- ¿Qué se entiende aquí por Infierno? - Por infierno se entiende aquí el Limbo de los Santos Padres, es decir, el lugar donde las almas de los justos eran recogidas y esperaban la redención de Jesucristo. 

118.- ¿Por qué las almas de los Santos Padres no fueron introducidas en el cielo antes de la muerte de Jesucristo? - Las almas de los Santos Padres no fueron introducidas en el cielo antes de la muerte de Jesucristo porque por el pecado de Adán el cielo estaba cerrado, y convenía que el primero que entrase en él fuese Jesucristo, que con su muerte lo abrió de nuevo. 

119.- ¿Por qué Jesucristo quiso dilatar hasta el tercer día su propia resurrección? - Jesucristo quiso dilatar hasta el tercer día su propia resurrección para mostrar con evidencia que verdaderamente había muerto. 

120.- ¿Fue la resurrección de Jesucristo semejante a la resurrección de los otros hombres resucitados? - No, señor; la resurrección de Jesucristo no fue semejante a la resurrección de los otros hombres resucitados, porque Jesucristo resucitó por su propia virtud, y los demás fueron resucitados por la virtud de Dios.  

CAPITULO VII 

DEL SEXTO ARTICULO 

121.- ¿Qué nos enseña el sexto artículo: SUBIÓ A LOS CIELOS: ESTÁ SENTADO A LA DIESTRA DE DIOS PADRE? - El sexto artículo del Credo nos enseña que Jesucristo, cuarenta días después de su resurrección, subió por sí mismo al cielo en presencia de sus discípulos, y que, siendo como Dios igual al Padre en la gloria, fue como hombre ensalzado sobre todos los Ángeles y Santos y constituido Señor de todas las cosas. 

122.- ¿Por qué Jesucristo después de su resurrección se quedó cuarenta días en la tierra antes de subir al cielo? - Jesucristo, después de su resurrección, quedóse cuarenta días en la tierra, antes de subir al cielo, para probar con varias apariciones que verdaderamente había resucitado, y para instruir más y más y conformar a los Apóstoles en las verdades de la fe. 

123.- ¿Por qué subió Jesucristo al cielo? - Jesucristo subió al cielo: 1º., para tomar posesión de su reino, conquistado con su muerte; 2º., para prepararnos tronos de gloria y para ser nuestro Medianero y Abogado cerca del Padre; 3º., para enviar el Espíritu Santo a sus Apóstoles. 

124.- ¿Por qué se dice de Jesucristo que subió a los cielos y de su Madre Santísima que fue asunta? - Dícese de Jesucristo que subió a los cielos y de su Madre Santísima que fue asunta, porque Jesucristo, por ser Hombre-Dios, subió al cielo por su propia virtud, pero su Madre, como era criatura, aunque la más digna de todas, subió al cielo por la virtud de Dios. 

125.- Explicadme las palabras: ESTÁ SENTADO A LA DIESTRA DE DIOS PADRE. - La palabra está sentado significa la eterna y pacífica posesión que Jesucristo tiene de su gloria, y la expresión a la diestra de Dios Padre quiere decir que ocupa el puesto de honor sobre todas las criaturas. 

CAPITULO VIII 

DEL SÉPTIMO ARTÍCULO 

126.- ¿Qué nos enseña el séptimo artículo: DESDE ALLÍ HA DE VENIR A JUZGAR A LOS VIVOS Y A LOS MUERTOS? - El séptimo artículo del Credo nos enseña que al fin del mundo Jesucristo, lleno de gloria y majestad, vendrá del cielo para juzgar a todos los hombres, buenos y malos, y dar a cada uno el premio o el castigo que hubiere merecido. 

127.- Si todos, inmediatamente después de la muerte, hemos de ser juzgados por Jesucristo en el juicio particular, ¿por qué todos hemos de ser juzgados en el juicio universal? - Hemos de ser juzgados todos en el juicio universal por varias razones: 

  • 1ª., para gloria de Dios
  • 2ª., para gloria de Jesucristo
  • 3ª., para gloria de los Santos
  • 4ª., para confusión de los malos
  • 5ª., finalmente, para que el cuerpo tenga con el alma su sentencia de premio o de castigo. 

128.- ¿Cómo se manifestará la gloria de Dios en el juicio universal? - En el juicio universal se manifestará la gloria de Dios, porque todos conocerán con cuanta justicia gobierna Dios el mundo, aunque ahora se ven muchas veces afligidos los buenos y en prosperidad los malos. 

129.- ¿Cómo se manifestará en el juicio universal la gloria de Jesucristo? - En el juicio universal se manifestará la gloria de Jesucristo porque habiendo sido injustamente condenado por los hombres, aparecerá entonces a la faz de todo el mundo como juez supremo de todos. 

130.- ¿Cómo se manifestará la gloria de los Santos en el juicio universal? - En el juicio universal se manifestará la gloria de los Santos porque muchos de ellos, que murieron despreciados de los malos, serán glorificados a la vista de todo el mundo.

 131.- ¿Cuál será en el juicio universal la confusión de los malos? - En el juicio universal será grandísima la confusión de los malos, mayormente la de aquellos que oprimieron a los justos o procuraron en vida ser estimados como hombres buenos y virtuosos, al ver descubiertos a todo el mundo los pecados que cometieron, aún los más secretos. 

CAPITULO IX 

DEL OCTAVO ARTÍCULO 

132.- ¿Qué nos enseña el octavo artículo: CREO EN EL ESPÍRITU SANTO? - El octavo artículo del Credo nos enseña que hay Espíritu Santo, tercera Persona de la Santísima Trinidad, que es Dios eterno, infinito, omnipotente, Criador y Señor de todas las cosas, como el Padre y el Hijo. 

133.- ¿De quién procede el Espíritu Santo? - El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, por vía de voluntad y de amor, como de un solo principio. 

134.- Si el Hijo procede del Padre, y el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, parece que le Padre y el Hijo sean antes que el Espíritu Santo, ¿cómo, pues, se dice que todas tres Personas son eternas? - Se dice que todas tres Personas son eternas porque el Padre desde todas la eternidad engendra al Hijo, y del Padre y del Hijo procede desde toda la eternidad el Espíritu Santo. 

135.- ¿Por qué la tercera Persona de la Santísima Trinidad se llama particularmente con el nombre de Espíritu Santo? - La tercera Persona de la Santísima Trinidad se llama particularmente con el nombre de Espíritu Santo porque procede del Padre y del Hijo por vía de aspiración y de amor. 

136.- ¿Qué obra se atribuye especialmente al espíritu Santo? - Al Espíritu Santo se atribuye especialmente la santificación de las almas. 

137.- ¿No nos santifican el Padre y el Hijo lo mismo que el Espíritu Santo? - Si, señor; todas tres personas nos santifican igualmente. 

138.- Pues, ¿por qué la santificación de las almas se atribuye en particular al Espíritu Santo? - La santificación de las almas se atribuye en particular al Espíritu Santo porque es obra de amor, y las obras de amor se atribuyen al Espíritu Santo.

 139.- ¿Cuándo bajó el Espíritu Santo sobre los Apóstoles? - El Espíritu Santo bajó sobre los Apóstoles el día de Pentecostés; es decir, cincuenta días después de la Resurrección de Jesucristo y diez después de su Ascensión. 

140.- ¿Dónde estaban los Apóstoles los diez días antes de Pentecostés? - Los Apóstoles estaban reunidos en el Cenáculo en compañía de la Virgen María y de otros discípulos, y perseveraban en oración esperando al Espíritu Santo que Jesucristo les había prometido. 

141.- ¿Qué efectos produjo el espíritu Santo en los Apóstoles? - El Espíritu Santo confirmó en la fe a los Apóstoles, los llenó de luz, de fortaleza, de caridad y de la abundancia de todos sus dones. 

142.- ¿Fue el Espíritu Santo enviado para sólo los Apóstoles? - El Espíritu Santo fue enviado para toda la Iglesia y para todas las almas fieles. 

143.- ¿Que obra el Espíritu Santo en la Iglesia? - El Espíritu Santo, como el alma en el cuerpo, vivifica con su gracia y dones a la Iglesia, establece en ella el reinado de la verdad y del amor y la asiste para que lleve con seguridad a sus hijos por el camino del cielo.