Señor, no dejes
de darme, para que yo pueda compartir.
Sigue perdonándome, para que
yo aprenda a ser indulgente;
No te canses de pedirme, para que
no me encierre en mí mismo.
Reclama, para que no me vuelva
avaro persiste en mover
mi pereza,
para que no me instale en mi
egoísmo. enséñame a vivir en el amor,
enséñame a amar con tu corazón.
Y... ten paciencia con éste tu
ojo para que no se canse nunca de servirte.
Enséñame a vivir.
Amén
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