Mariposas del Caos

INTRODUCCIÓN.
Muchas de estas publicaciones terminan por ser material de circulación entre personas con algún interés y/o ciertas ideas ya interiorizadas por decirlo de alguna manera, sirviendo así para el debate, la crítica y la agitación, y sin asumir ningún rol educacionista existen otros medios para la comunicación con "el afuera" ya sea mediante acciones, relaciones humanas, panfletos, pintadas y lo que se nos ocurra según las circunstancias.Ya planteado esto, considero importante dar espacio a la reflexión sobre nuestra actividad...

Se aconseja leer este texto con calma o varias veces hasta entender su contenido.Con este texto pretendemos de nuevo meter el dedo en la llaga. Conociendo el poder curativo de la autocrítica, intentaremos describir, para superar, la absurda dinámica en la que caemos y posiblemente sigamos cayendo.

Mucha gente se distancia de propuestas y/o críticas por el simple hecho de que tiene algún resentimiento contra quién la propone, es entendible, pero sería interesante intentar obviar eso, y leer objetivamente el texto, criticándolo, si así sucede, por su contenido mismo y no por quien lo haya realizado y/o difunde. Tampoco es cuestión de matar al mensajero por una mala noticia.
Quien no atraviese estas experiencias probablemente no entenderá lo aquí expresado, tambien l@s habrá que piensen que su grupo apenas incurre en los vicios aquí señalados, eso no significa que no caigan en ciertos vicios, significa simplemente que aquí no estan señalados, sería conveniente una auto-crítica mas minuciosa. (Es fácil sentirse superior cuando se reciben las (pseudo)críticas que ya se han escuchado y refutado cientos de veces).

Para llegar a la auto-crítica suele ser necesario un grado de frustración colectiva bastante alto, quizás porque el mayor peligro de la autocrítica, en todo momento y lugar, es precisamente que puede llegarse en última instancia hasta la autodisolución. Pienso que no nos debe asustar ello, y mucho menos que debemos llegar a un punto límite para comenzar con la auto-crítica, talvez ya estamos estancad@s hace mucho tiempo.

Iba a publicar el siguiente texto que gentilmente me han enviado desde el Estado español, realizado por compañer@s del mismo lugar. Cuando comencé a corregirlo solo quería cambiar los modismos españoles para que fuera mas cercano, luego comencé a arreglar algunas cosas, seguí por agregarle otras y el texto original terminó por ser el punta-pie inicial para esto que sigue a continuación...
En muchos puntos pareciera que sucede lo mismo en todas partes, en otras cuestiones no es tan así, por lo tanto para hacer una autocrítica es importante no repetir como loros lo redactado por otras personas, hay que contextualizar las críticas desde la expresiones utilizadas hasta lo que puntualmente va a analizarse. Por lo tanto este texto encontrado a servido solo de base para la realización de este material que estas leyendo.
Según quienes lo realizaron (Lecturactiva) es una deformación y plagio del texto "A los magos de oriente" escrito por "Uno del secano" en agosto-septiembre del 2001.

Hasta ahora el "movimiento libertario" (con lo, mas alla de lo exagerado, amplio del término) se ha sumergido en la leyenda y la historia de gloriosos años pasados o en especulaciones sobre el futuro, deformandose y convirtiendo la base de una lucha en simple ghetto o participación estética (Cuidado: no reducir la cuestión estética solamente a la ropa y look utilizados, sino a lo que se aparenta y se quiere demostrar desde eso hasta en lo discursivo y/o práctico).

De este ghetto se ha hablado largo y tendido pero pareciera que no se quiere o no se puede romper con él. El rasgo esencial de este ghetto es que genera un "ambiente" que permite a las personas participantes dotarse de una identidad, ser alguien. Al ingresar en tal grupúsculo o subghetto, se ingresa a la vez en los círculos centrales del ambiente y se adquiere una etiqueta política, un rol que te permite participar. Esto hace sentirse parte del grupo, ayuda a socializarse, en este caso bajo la apariencia de la actividad política. Esto es algo común, se trata hasta quizás de una necesidad humana.
Para cualquier persona joven con unas mínimas inquietudes o ganas de "ser diferente" la "lucha por una causa" (otra expresión semi-vacía) es un modelo perfecto. Ofrece la oportunidad de dar salida a esas ganas de "hacer algo" (aunque sea en los términos políticos más irreales y delirantes) y a la vez conocer gente, no estar tan sol@ en esta ciudad tan agresiva y hasta incluso conseguir pareja o simplemente relaciones sexuales (motivos a veces motor del ingreso a ciertas actividades). Tambien se genera una ilusión de comprender ciertas certezas que simplifican la vida, entendiendo al mundo como una operación matemática. El negocio a adherirse al ghetto es redondo, soluciona el tiempo libre, da una identidad, genera relaciones interpersonales y simplifica la concepción de la vida, dando cierto aire de "ya me lo se todo".
Pero a veces el exceso de aburrimiento y la falta de una actividad real nos llevan a convertirnos en perfectos receptores de cualquier propuesta política con aire de radicalidad. "Muchas extravagancias teóricas revolucionarias se deben a que, en un medio donde la "radicalidad" es la base del prestigio, es preferible hacer afirmaciones cada vez más extremistas" (1). Forzando la realidad a adaptarse a nuestros postulados en vez de intentar analizarla y criticarla sin dogmas y falsas expectativas.

Así muchas veces la propaganda hace referencia a nosotr@s mism@s, impidiendo que la comunicación fluya más allá del conocido ghetto, utilizando por ejemplo términos muy asimilados por nosotr@s mism@s (o mejor dicho por cada "tendencia" en particular) o respondiendo directa o indirectamente a otros grupos.

HAN PASADO LOS AÑOS.
A menudo sucede que la gente termina apartándose para siempre de este ghetto y su actividad. La razón que suele darse a esto es la falta de tiempo a causa del trabajo o demás obligaciones, o simplemente el queme por los años, la mayoría de las veces dando a entender que en sus vidas personales siguen siendo anarquistas. ¿Entonces que era antes su actividad? ¿Algo separado en su vida? Pareciera que si, si bien ciertas dinámicas desgastan, al tomar estas prácticas e ideas y ligarlas directamente hacia un grupo de amistad (como podría ser tranquilamente el del ámbito laboral o el dado por alguna subcultura urbana) es obvio que cuando se termina el grupo de amistad se acaban con él esas ideas y esas prácticas. Ya que eran una especie de pasa-tiempo o tan solo algo para no sentirse sol@s.
Aquí no se critica la "revuelta interior" o como se la quiera llamar, todo lo contrario, si entendemos que lo personal es lo "político", es porque pensamos que una cosa no puede separarse de la otra. La destrucción de lo existente no sucederá con que solo cambiemos interiormente, es necesaria nuestra revuelta interior, pero acompañada de una insurrección exterior, de la agitación, de la lucha. Una cosa lleva a la otra, el querer transformar la realidad lleva a cambiar el modo personal de relacionarse, y este último exige la lucha abierta contra el orden de este mundo.

LA LUCHA COMO PARTICIPACIÓN ESTÉTICA.
Todo grupo o ambiente tiene la necesidad de afirmar su identidad negativamente, por oposición al resto. Aquí encontramos otro rasgo constituyente del ghetto: La estética. Lo político, al no estar ligado a una practica que busque una incidencia real en lo social (o minimamente en lo personal), se pierde en un montón de actitudes y poses autorreferenciales. El antagonismo político se diluye en una forma de vestir, hablar y divertirse fuertemente específicas, cuya aceptación suele ser requisito previo para ingresar y ser considerado en el ambiente. El discurso "político" suele quedar reducido a una serie de frases y palabras-fetiche ("popular", "horizontal", "inserción social", "antifascista", "anticapitalista", "anti...) que se repiten una y otra vez hasta quedar vacías de contenido. El colmo de esta situación viene dado cuando las formas de socializarse que nosotr@s hemos elaborado se extienden y la empresa capitalista las recoge, las reproduce a gran escala y nos las vuelve a vender adulteradas: he aquí el nacimiento de cierta lucha amable para con los poderes que nos oprimen y de la moda alternativa (que obviamente no deja de ser moda y nada le queda de alternativa).
Por lo tanto, el ghetto no está interesado en la confrontación con lo existente ni en extender una práctica subversiva. Esta interesado en un crecimiento únicamente cuantitativo, es decir, en extenderse a mayor numero posible de personas, siempre y cuando estas asuman los cánones estéticos y de comportamiento que imperan en su seno.
El ghetto es una masa deforme que solo busca la reproducción de unos roles no reflexionados. Al no enfrentarse con lo existente no es crítico, por tanto no evoluciona y no tiene memoria, viviendo en un presente eterno, sin proyecciones y sin entender como y por que estamos aquí.
En esta circunstancias, toda práctica se vive normalmente como una participación estética, la cual termina por ser la identidad del ghetto.
Esta adopción de la estética sirve tanto dentro del ghetto como fuera, dentro para sentirse parte de algo y además respaldad@ por una idea (que es directamente ligada con lo estético), y fuera ligada a una falsa identidad que tiene algo de autoafirmación adolescente y que se
proyecta al exterior: el bohemio, el artista, el marginal, el de "las lindas ideas", el que se viste o se corta el pelo "raro", etc. Pero sin profundizar y sin incidir en nada solo se aparenta "ser diferente".
Se exige una identificación visual inmediata con el clan para lograr una menor dificultad para relacionarse. Quizás sea repetitivo, pero por favor no reducir "lo estético" simplemente a un modo de vestirse.
Queda claro que respetamos el derecho de cada cual a vestir como le de la gana, pero nos rebelamos contra la pretensión de darle a ese gesto, de forma consciente o inconsciente, una trascendencia que obviamente no tiene.

"No se trata de ser radical -cosa harto difícil, puesto que s&ólo se puede ser radical en la práctica- ni de estar fuera de la sociedad -cosa sencillamente imposible-, sino de aparentarlo.
En la vestimenta, por ejemplo, encontramos diferentes tendencias que a veces se superponen, pero que tienen en común un carácter deliberadamente "marginal" (en el sentido de minoritario) y con las que ingenuamente se pretende exteriorizar un supuesto rechazo de las convenciones sociales imperantes, ignorando deliberadamente que hace ya tiempo que el sistema aprendió a neutralizar cualquier ataque estético. Todas estas tendencias -desde el estudiado desaliño hasta formas atenuadas de uniformización- coinciden y se articulan en un mismo punto: la ostentación de lemas, símbolos e imágenes de indudable tono "radical". Y, huelga decirlo, autorreferencial, por cuanto al común de l@s mortales tales iconos les suenan a chino mandarín, o en el mejor de los casos a ecos de una guerra muy lejana. No obstante, cumplen a la perfección su función real, que no es propagandística, sino consiste en separar y diferenciar -aislar, en definitiva- al integrante del ghetto, y reforzarlo como objeto que sirve para ser contemplado, y no como sujeto con el que se puede establecer una comunicación. Por lo demás, estos aspectos indumentarios están sujetos a modas, como ocurre en cualquier otro ámbito social. De hecho, aunque el ghetto está cerrado sobre sí mismo, lo atraviesan las mismas modas y tendencias que al cuerpo social en su conjunto." (fragmento de "Ad Nauseam" un panfleto contra el guetto político en Granada, firmado por: L@s amig@s de Maroto. Texto que tambien sirvió para la confección de esto.)

LA ILUSIÓN CUANTITATIVA.
La revolución será llevada adelante no por el individuo genial con su consciencia y su voluntad, ni tampoco por ningún grupúsculo, o por un gran movimiento heredero de alguna ideología, sino por toda la clase de l@s explotad@s, de l@s oprimid@s, de l@s excluídos, en diferentes níveles de protagonismo, pero como un conjunto de personas, como el comienzo de una verdadera communidad humana internacional.
Pero much@s anarquistas se sienten responsables de generar la revolución, y si bien esta responsabilidad es importante para no caer en la representatividad y delegación de las luchas, tampoco es provechoso un delirio de grandeza tal donde se siente que l@s anarquistas harán la revolución solos. Si se toma esta afirmación como válida quedan dos caminos: el primero es desistir de la lucha por verla imposible en su realización y la segunda es sentir la necesidad de que debemos ser mayoría, cuando en términos de cantidad no quiero ni imaginarme el porcentaje de anarquistas en la población mundial. ¿Cómo se hace para sentir que somos mas? Adoptando un rol educacionista que roza la evangelización para crecer cuantitativamente o intentado obviar diferencias con otros grupos para extender el ghetto, alegando que "son libertari@s aunque no se pongan la etiqueta" cosa que a veces puede ser cierta o no.
El ghetto puede que se extienda entonces, contagiando las miserias propias y debilitándose aún mas con las ajenas.
Para crecer en la cantidad se cae en competencia con otras tendencias como si de dos clubes de futbol se tratase, criticando al adversario desde el desconocimiento o defendiendo las propias ideas como a la camiseta de nuestro equipo. No hay una critica y autocrítica constantes para no caer en los errores del pasado, hay implícitamente dogmas intocables que defender y una sensación de ser el centro del mundo.
El fin de la sociedad de clases, si es que sucede, no será obra solamente de l@s anarquistas sino de todas esas personas que en el momento insurreccional se asuman como explotad@s, excluíd@s y despojad@s del control de su propia vida, para dejar de serlo. No podemos esperar a "convertir" hasta la última persona necesaria para que las cosas cambien o simplemente para comenzar a actuar.
No voy a negar la importancia de la cantidad, seria de neci@s, pero no puede ser un objetivo cegador con respecto a todas las tareas por realizar.
La imagen ideal de "movimiento" al que se aspira es aquel que agrupa a mucha gente bajo la ideología propia, pero no se puede imaginar al "movimiento" como práctica subversiva. Se acaba por entender al movimiento como reproducción extensiva, en lo social, de sus convenciones estéticas. Pero nuestro concepto de comunismo no es ningún ideal a aplicar, sino el movimiento de destrucción de la sociedad del capital y el Estado, y la sociedad que resulta de esa negación práctica.

AUTO-JUSTIFICACIONES.
En los últimos tiempos han comenzado a tener mayor circulación ciertos textos mas que interesantes donde se hace referencia y se hacen visibles prácticas basadas en el sacrificio, el militantismo, la falta de goce y otras miserias que es necesario abolir. Así tambien se ha puesto en observación, por ejemplo, la asamblea como herramienta, al transformarse aveces en algo negador de la idividualidad. Pero veamos, si hablamos de que una asamblea es simplemente una reunión de personas con cierta afinidad y con ganas de llevar adelante algo concreto y en común es el único modo de relacionarse si lo que se intenta hacer es coelctivo. Esto a servido para esas personas que siempre han tendido a entender los textos por mitades y justificar asi su inactividad, ya que muchas veces sol@s no realizan nada tampoco. Lo mismo con lo anterior, es de vital importancia reconocer las miserias del militantismo y del activismo, pero no pueden servir de excusas para decir en cuanto algo no me llena de goce lo abandono. Algunas personas entusiasmadas e ingenuas pueden considerar poco placentera su experiencia "política" y defraudad@s vuelvan a su anterior estilo de vida el cual alienado o no le brindaba mas placer. El placer y el goce es parte de nuestro actuar, pero es humanamente imposible gozar desde que despertamos hasta irnos a dormir todos los días. Por mas atrayentes y prometedores que suenen ciertos discursos hay que ser realistas. Muchas veces el indetificarse con este "modelo anti-sacrificio de lucha" justifica no tener que comprometerse realmente con nada tal como un ciudadano medio se identifica con personajes pseudo-revolucionarios que justifican su pasividad.
Por el otro lado, tenemos la rigidez dogmática de "la Organización por sobre todas las cosas" y no la organización en cuanto a una forma de llevar adelante algo, sino con mayúsculas, anteponiendo cartas orgánicas, burocracias y delegaciones a la misma realidad, donde lo que huele a goce es señalado y anulado.

Lo que se olvida es que la revolución no es pues un problema de forma organizativa, sino por el contrario de contenido social real, puede ocurrir que movimientos con formas organizativas idénticas expresen contenidos sociales radicalmente distintos y viceversa.

RELACIONES ENTRE LOS GRUPOS.
El ghetto no es solo cada grupo en sí mismo, sino la relación entre estos grupos y con el exterior. Los grupos pueden tener ideologías bastante diferentes y hasta opuestas, que sólo coinciden vagamente en algunos puntos y en su forma organizativa; pero se pueden relacionar fluídamente mientras las relaciones personales entre l@s miembros de los grupos distintos sean buenas (amiguismo, intereses meramente sexuales, etc). Si por el contrario son malas, no faltarán argumentos ideológicos para la descalificación mutua.
Cada un@ puede sostener su ideología y no chocar jamás con l@s demás, porque al fin y al cabo todo es una representación y no hay nada en juego. En el mundo platónico de las ideas hay sitio para todas ellas.
Ciertos actos colectivos que regulan de algún modo la vida del ghetto, poseen un carácter ritual sin ninguna consecuencia real, demostrando cierta unidad. La unidad es uno de los grandes mitos del ghetto.
Convirtiendo en dogma el axioma de que "la unidad hace la fuerza" se ha llegado a constituir un auténtico "sectarismo antisectario", que conduce a tachar de "sectario" a cualquier grupo que se cuestione la necesidad o la conveniencia de juntarse con éstos o aquellos, o critique abiertamente las posiciones de otro grupo. Observandosé por todas partes una gran desorientación...

SI NO SALE EN LOS MASS-MEDIA NO OCURRIÓ.
El ghetto, en su vacío, siente siempre la necesidad de recoger estímulos y ejemplos externos. Se copia lo que se hace en otros lados, se guía por fechas, utilizando una marcha si se espera mucha gente y una concentración si se espera poca para no hacer el ridículo (desde una óptica cuantitativa claro esta), se tocan mil temas en los que jamás se profundiza...
No en vano los temas preferidos del ghetto son aquellos que
tienen eco mediático, por lo tanto deben ser temas no tan profundos y lo mas amables con el dominio existente que se pueda, sino las cámaras y l@s periodistas no aparecen y la opinión publica no opina.

LO "LÚDICO".
Muchas veces se cae en hacer una fiesta o un recital no por el placer y el juego que puede generar sino porque se es conciente de que un acto "político" es escasamente concurrido, y metiendo unas bandas o una fiesta y unas cuentas cervezas hay mas probabilidades de que concurran personas a la actividad, entonces l@s organizador@s e interesad@s se sienten felices de que un montón de gente "se interesa por el conflicto en cuestión", lo cierto es que esas personas estuvieron allí como podrían haber estado en el bar de la esquina. ¿Sino como se explica la repetición de relaciones alienadas que vivimos como la contemplación de personas como objetos, la diversión solo mediante el consmo de mercancías y demás?
Otro tema en esta parte del planeta es juntar dinero, necesario muchas veces para realizar ciertas cosas. La financiación ha dado lugar a fiestas, conciertos y demás, pero lo cierto es que cobran vida propia y se acaban convirtiendo en las ocasiones sociales del ghetto por excelencia, donde todo el mundo se deja ver y como señalaba antes se repiten conductas que supuestamente se quieren abolir. Lamentablemte la falta de compromiso real nos deja ver que son sin duda los actos de carácter "festivo" lo mas concurridos.

ROMPER CON TODO O ROMPERLO TODO.
En estas condiciones, no existe posibilidad de intervenir en lo social, porque tal intervención deberá estar sometida a los presupuestos ideológicos del grupo, y estos presupuestos solo son funcionales en la dinámica de dicho grupo y la imaginación de sus miembr@s. La fijación de metas y búsqueda del cumplimiento de certezas, son aberraciones ideológicas que condicionan la práctica potencial de cualquier grupo, la limitan a priori en función de esquemas heredados y, en resumidas cuentas, la anulan, puesto que la realidad jamás va a adaptarse a las rigideces teóricas de nadie. Así nos ha ido.
Ante la visión de esta realidad lisérgica, algun@s intentan o se han disociado ya de la dinámica espectacular de la que hablábamos aunque no hayan renunciado a intervenir activamente en el entorno social y político que les rodea. También están aquell@s que se sienten aburrid@s y enclaustrad@s en algún colectivo o lucha específica pero no quieren abandonar esta última trinchera.
Buscar un proyecto que aglutine nuestras necesidades "políticas" y nuestros deseos es un fin que debería unirnos para separarnos a la vez de la fauces del ghetto. Estas son algunas de las propuestas que nos hemos planteado para ello. La finalidad: evolucionar y dejar en el camino esas dinámicas prefabricadas que nos envuelven; y promover el inicio de un proyecto que busque la confrontación directa y clara con el sistema y que complazca nuestros verdaderos deseos.
Cualquier movimiento real e histórico se constituye poco a poco, por la base, actuando con paciencia en las condiciones existentes; y cualquier paso en ese sentido tiene más valor cualitativo que mil gestos espectaculares.

ALGUNAS PROPUESTA ENTONCES...

01. Buscar los puntos de conflicto latente en la lucha de clases donde se pueda intervenir y actuar para llevar el conflicto lo más lejos posible, en la medida de nuestras posibilidades.

02. Saber mantener un termino medio entre los dos extremos del dogmatismo ideológico y el sectarismo antisectario, pero dejando atrás el relativismo "amabilista" según el cual vale todo según la coyuntura.

03. Evitar al máximo, en lo colectivo cualquier identificación estética que nos encasille, nos aísle y en última instancia nos neutralice. Y más si esa identificación nos acerca la nebulosa de la "lucha amable", contra la que es necesario un cortafuegos permanente.

04. Evitar la autorreferencialidad en prensa y propaganda. Difundir nuestras ideas a todas las personas que nos quieran escuchar. Eliminar las fronteras que nosotr@s mism@s le hemos puesto, al utilizar lenguajes y estéticas que sólo nosotr@s entendemos.

05a. Profundizar en el análisis de lo que nos rodea, pero con vistas a adquirir elementos que nos permitan intervenir en la práctica. Hay demasiada teorización en el aire o en el vacío; demasiados artículos complejos y muy bien escritos que no dicen nada; demasid@s compañer@s que se han acomodado en el rol de intelectuales, y que para mantenerlo desarrollan de forma irresponsable discursos y lenguajes crípticos (que solo ell@s entienden) e inútiles.
05b. Hacer de forma consciente, es decir, con una noción precisa de que estamos haciendo y que queremos conseguir. No hacer para mantener una imagen, ni caer en el activismo por el activismo. Utilizar la crítica como herramienta sin caer en ella por deporte o a causa de la inacción.
Por lo tanto: Romper la barrera teoría/práctica planteándonos la lucha como experimentación y fuente de aprendizaje.

06. Evitar la dínamica de: liderazgos informales y de simpatizantes poco comprometid@s. Quizás la formula mas adecuada para ello sea el trabajo en grupo de afinidad semicerrado.

07. No considerar el proyecto/movimiento como algo inmutable, acabado y eterno. Saber evolucionar y fluir junto con las circunstancias, que nuestras ideas no se vuellvan una ideología obstaculizadora.

Esta es nuestra aportación a un proyecto posible, y va dedicado y dirigido a esas personas que se niegan a estancarse y han decidido seguir pa'lante y hacer realidad sus deseos. Como ya se ha dicho por ahí, esta es nuestra propuesta, quien tenga una mejor que la aplique. La realidad nos juzgará a tod@s.