Por
la señal...
V.
Benditos y alabados sean los dulcísimos nombres de Jesús, María
y José.
R.
Amén.
ORACIÓN
INICIAL PARA TODOS LOS DÍAS
¡Con cuánta
confianza,, con cuánta satisfacción acudimos a Vos, oh poderosísimo
San José, cuando, en medio de las angustias y necesidades que
nos rodean en esto valle de lágrimas, al levantar nuestros
suplicantes ojos al cielo, parécenos escuchar una voz amorosa
que nos dice: "acudid a José y él os dará el remedio que
necesitáis". Por eso recurrimos a Vos, bondadoso
Patriarca, y con todo el fervor de nuestro afligido corazón os
pedimos que, desde el trono de gloria en que os colocaron
vuestras virtudes y merecimientos, escuchéis propicio nuestras
súplicas y tengáis piedad de nosotros.
Humildemente
confesamos que la tribulaciones que nos afligen son un castigo
justo de nuestros pecados, y arrepentidos de haberlos cometido,
pedimos a Dios perdón de todos ellos. Alcanzádnoslo, amoroso
San José, y por el amor que profesasteis a vuestro Jesús y María
y por la autoridad que sobre ellos ejercitasteis acá en la
tierra, interceded ahora por nosotros en el cielo, escuchando
nuestras peticiones y presentándolas Vos mismo a vuestra Esposa
inmaculada y a vuestro divino Hijo para que sean favorablemente
despachadas, a mayor gloria de Dios y santificación de nuestras
almas. Amén.
Acordaos, ¡oh
castísimo esposo de la Virgen María!
Pedir aquí
la gracia que se desea alcanzar, y rezar siete Padrenuestros y
Avemarías en memoria de los siete dolores y gozos.
DÍAS
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ORACIÓN
FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Gloriosísimo
Patriarca San José, castísimo Esposo de la Madre de Dios; a
vuestro amparo acudimos; no desatendáis nuestra súplica y
libradnos de todos los peligros.
V.
Bendito Patriarca San José, rogad por nosotros.
R.
Para que seamos dignos de la gracia que imploramos.
Santísima
Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, unid vuestros
ruegos a los de vuestro castísimo Esposo, clementísima Señora.
Y por los maternales cuidados que prodigasteis al Niño Jesús,
interceded y rogad por nosotros para que seamos dignos de
alcanzar la gracia que hemos perdido.
Sacratísimo
Corazón de Jesús, atended benigno las súplicas de María,
llena de gracia, y de José, varón justo, para que, por su
intercesión, logremos el favor solicitado, si ha de ser a mayor
honra y gloria vuestra y bien de nuestras almas. Vos que vivís
y reináis por todos los siglos de los siglos. Amén.
Acordaos, ¡oh
castísimo esposo de la Virgen María!
Pedir aquí
la gracia que se desea alcanzar, y rezar siete Padrenuestros y
Avemarías en memoria de los siete dolores y gozos.
Comenzar con la oración
preparatoria
para todos los días.
Aquí nos tenéis
postrados en vuestra gloriosa presencia, ínclito protector nuestro San
José, implorando vuestro poderoso y eficaz patrocinio. Dirigid, oh gran
santo, una mirada amorosa sobre nosotros, miserables hijos de Eva, y
alcanzadnos la gracia que os hemos pedido, juntamente con las tres
virtudes de humildad, pureza y obediencia que tan caras fueron a María
Santísima, vuestra Esposa y nuestra madre; a fin de que, enriquecidos
con ellas, podamos expirar dulcemente en los brazos de Jesús y María,
y alabaros después en el cielo por toda una eternidad. Amén.
Terminar con la oración
final para
todos los días.
DÍA SEGUNDO
Comenzar con la oración
preparatoria
para todos los días.
A vuestros santísimos
pies nos postramos con el más humilde afecto, ¡oh incomparable
protector nuestro San José!, confiando en vuestro poderoso y eficaz
patrocinio. Dirigid, ¡oh gran Santo!, una mirada amorosa sobre
nosotros, miserables pecadores hijos de Eva, y alcanzadnos la gracia que
os hemos pedido juntamente con las tres virtudes de tierna piedad,
gratitud a los divinos beneficios y firme confianza en Dios, que tanto y
con tanto fruto practicasteis Vos mismo, durante vuestra vida en este
mundo, a fin de que, enriquecidos con ellas, podamos expirar dulcemente
en los brazos de Jesús y María y alabarlos después en vuestra compañía
en el cielo, por toda la eternidad.
Terminar con la oración
final para
todos los días.
DÍA TERCERO
Comenzar con la oración
preparatoria
para todos los días.
Postrado ante Vos,
insigne protector nuestro San José, acudimos también hoy en demanda de
vuestro poderoso y eficaz patrocinio. Dirigid ¡oh gran Santo! una
mirada amorosa sobre nosotros, miserables hijos de Eva, y presentad
nuestras súplicas al Padre Eterno, cuyas veces representasteis sobre la
tierra en la custodia de su Hijo encarnado; presentadlas al Espíritu
Santo, de quien fuisteis representante como Esposo de María;
presentadlas a las tres divinas personas. Padre, Hijo y Espíritu Santo,
a fin de que presentadas por Vos, sean benignamente atendidas por la
Santísima Trinidad, objeto de todo nuestro amor, ahora y siempre por
todos los siglos. Amén.
Terminar con la oración
final para
todos los días.
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