El que habría de ser cura de Ars nació en
1786; tales dificultades encontró en el estudio que, humanamente, no
se hubiera esperado que llegara a la ordenación sacerdotal. En 1818, fue
encargado de una humilde parroquia de aldea. Habría de hacerla célebre en todo
el mundo por las maravillas que en ella obró su celo, tanto en las almas
de sus ovejas cuanto en la de numerosos extranjeros que acudían, de todas
partes, a confesarse con él para recibir sus consejos y gozar del espectáculo
de sus virtudes. El cura de Ars recibió de Dios la gracia de los milagros y el
don de leer en los corazones, pero nunca dejó de vivir en la humildad, en la
pobreza y en la penitencia. Murió en 1859.
MEDITACIÓN
SOBRE TRES CUALIDADES
DE LA VIDA DEL CRISTIANO
l. San Jerónimo nos
suministra el tema de esta meditación en la carta que escribió a Rústico.
"Nada hay -dice-, más feliz que el cristiano porque se le ha prometido el
cielo". Ahí está la fuente de tu grandeza y felicidad. El cristianismo te hace hijo de Dios y te da
derecho a la herencia del paraíso. "¡Cuán rico soy -decía San Juan
Crisóstomo-, puesto que por la gracia, poseo a Dios, que es la fuente de todos
los bienes!" Alma mía, levántate hacia el cielo para el que fuiste creada,
y desprecia a la tierra como indigna de ti.
II. Nada parece más penoso que la vida del cristiano. "No nacemos cristianos -dice Tertuliano-, lo llegamos a ser, y lo
llegamos a ser con mucho trabajo". Hay que luchar contra el demonio, contra
el mundo, contra sí mismo, no una sola vez, sino to dos los días, hasta el último
suspiro. Debo, pues, resolverme a seguiros, amable Jesús mío, a llevar con
Vos la cruz y la corona de espinas. Ya no más flores ni delicias, puesto que mi
Maestro yace en el dolor renuncio para siempre a los placeres de la tierra.
III. Nada hay más fuerte que el cristiano por
que vence al demonio, y se eleva por encima de todas las cosas del mundo, y
tiene la seguridad de que Dios no lo abandonará en las tentaciones. Considera
lo que sufrieron los mártires con la ayuda de los auxilios de Dios. ¿Qué
harías tú si algún tirano pusiese a prueba tu fe mediante los tormentos? Prepárate
para el martirio por medio de una mortificación continua. La vida del
cristiano es un aprendizaje del martirio. (Tertuliano).
La confianza en Dios
Orad por los párrocos.
ORACIÓN
Dios omnipotente y misericordioso, que
hicisteis al bienaventurado Juan María admirable por el celo pastoral
como por el fervor de la oración y de la penitencia, concedednos que
siguiendo su ejemplo y por su intercesión ganemos para Cristo las almas
de nuestros hermanos y lleguemos con ellos a la gloria eterna. Por J. C. N. S. Amén.
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