Besad de corazón frecuentemente las cruces
que
Nuestro Señor mismo pone sobre vuestros
hombros; no miréis si son de madera
preciosa
o perfumada; ellas son más cruz cuanto sean de
una madera más vil,
abyecta y maloliente.
(San Francisco de Sales)
San
Bernardo de Alzira (Hamed) Tanto
su vida como su martirio, están sumamente ligados a los de sus dos
hermanas, Gracia y María, también cistercienses de Alzira en Valencia.
Bernardo, cuyo nombre era Hamed, era hijo de Almanzor emir de Carlet
en el reino sarraceno dei Valencia, tenía un hermano mayor, heredero del
trono de su padre, y dos hermanas. Junto con su hermano, fue educado en la
corte de Valencia,
mostrando una especial sensibilidad para las negociaciones, que el rey, su
padre, estimulaba. Habiendo sido invitado a Cataluña para negociar la
liberación de un grupo de esclavos, al volver, se perdió en el camino.
Después de haber pasado la noche en una intrincada selva,
durante la cual oyó un concierto angélico, se encontró a la puerta del
monasterio cisterciense de Poblet, en la diócesis de Tarragona, uno
de los más grandes de Epaña, fundado en 1151 por Raimundo Berengario IV,
príncipe de Aragón. Atraído por la amable acogida del abad, la vida
modesta y de oración de aquellos monjes vestidos de blanco, se quedó en
el monasterio por algún tiempo, instruyéndose en la fe cristiana, y no
sólo convirtiéndose, abjurando de su islamismo, sino también haciendo
los votos monásticos y cambiando su nombre de Hamed a Bernardo.
Deseoso de convertir también a su familia musulmana,
primero se acercó a una tía que vivía en Lérida, teniendo la alegría
de verla convertida. Después, fue a Carlet, donde estaban sus hermanas
Zoraida y Zaida y su hermano Almanzor, que ya había sucedido a su padre
en el emirato.
Sus hermanas se convirtieron, cambiando los nombres de Zoraida
en Gracia y Zaida en María, recibiendo ambas el bautismo. Su hermano Almanzor
en cambio, fue presa del furor, y Bernardo se vio obligado a huir junto
con Gracia y María. Pero fueron capturados en Alzira y asesinados a
golpes de puñal, en presencia del cruel hermano musulmán.
Sus cuerpos fueron sepultados en Alzira, y el rey de Aragón,
Santiago I (1213-1276), una vez liberada de los moros la ciudad, hizo
construir una iglesia en honor de los hermanos asignándola a los
Trinitarios.
La celebración de la fiesta de los santos, tuvo varias
fechas. Según la Orden Cisteciense de España, el 23 de julio, después,
el 19de mayo, después el 1º de junio, siendo finalmente fijada el
día de su muerte, el 21 de agosto.
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