Es una piadosa creencia que
aquellos que llevan el escapulario de la Virgen del Carmen serán preservados
del infierno, y que si rezan las oraciones prescritas serán liberados del
purgatorio el sábado siguiente al día de su muerte. Este escapulario
representa en pequeño el escapulario que la Santísima Virgen en persona dio a
simón Stock, religioso carmelita inglés. La fiesta de este día ha sido
establecida para recordar este gran beneficio acordado por la Madre de Dios, y
excitar a los fieles a aprovecharlo.
MEDITACIÓN SOBRE EL ESCAPULARIO
I. Un buen servidor tiene a honra
vestir la librea de su señor: debemos tener como un honor el llevar la librea
de la Reina del Cielo. ¿Qué gloria, después de aquella de servir a dios,
puede compararse a la de ser servidores e hijos de María? ¡Y cuán generosa es
esta buena Madre para con los cristianos que la honran! Aun por los menores
homenajes, Ella concede los favores más grandes. (San Andrés de Creta)
II. Pero, para goar de las gracias
anexas al escapulario, hay que llevarlo piadosamente. Y la primera condición
para ello, es estar en gracia de Dios. ¿Cómo gozar de
los favores de María, si se es enemigo de Jesús? ¿No sucederá que, a veces, nos prevalemos del escapulario para pecar más libremente, so pretexto de que los que lo llevan no podrían condenarse?
¡Qué indignidad prevalerse de la protección de la Madre para ofender al Hijo!
¡Ah! si estamos en pecado mortal, gimamos al menos por nuestro estado, aspiremos a salir de él, imploremos la ayuda de Aquélla a quien la Iglesia llama refugio de los pecadores. Ella rogará por nosotros y nos devolverá a la amistad con Dios:
porque su poder y clemencia sobrepujan incomparablemente la multitud de nuestros pecados. (San Jorge de Nicomedia).
III. Es preciso también, si se quiere participar de todas las ventajas del escapulario, recitar las
oraciones y cumplir las buenas obras que se te han asignado cuando fuiste recibido en la Cofradía.
¡Nos imponemos mil sacrificios cuando se trata de preservarnos contra la miseria; y, para escapar de las llamas del purgatorio, retrocedemos ante algunas oraciones que debemos rezar, ante algunas mortificaciones que debemos hacer!
¡Cuánto arrepentimiento deben experimentar, tardío e inútil, en el purgatorio, las almas
que no han sido suficientemente fieles a estas prácticas! Prevengamos esos arrepentimientos tardíos e inútiles, y sintámonos dichosos de poder abreviar
a tan poco costo, un suplicio tan horrible.
La devoción al escapulario -Orad
por la Cofradía de la Virgen del Carmen.
ORACIÓN
Señor, que habéis honrado a la Orden del
Carmelo con el glorioso título de la Bienaventurada Virgen
María, vuestra Madre, dignaos concedernos, hoy que celebramos solemnemente su memoria, la gracia de llegar, por su protección, a la beatitud eterna. Por J. C. N. S. Amén.
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