Mientras tenemos tiempo, hagamos bien a todos,
mayormente a los servidores de la te.
(Gálatas,
6, 10). Santa Clotilde, esposa de Clodoveo,
cumplió puntualmente el precepto de San Pedro, que manda a las mujeres mantenerse sometidas
a su marido, a fin de ganarlos a Dios. Supo, mediante la santidad de su vida,
inspirar a su esposo, todavía pagano, tan alta estima por el Dios de los
cristianos, que él lo invocó en un combate trabado con los germanos y a su
protección atribuyó la victoria. Poco después fue bautizado. Después de la
muerte de su esposo, retiróse Clotilde cerca de la tumba de San Martín para
pre
pararse ella misma a morir. Fue interiormente ad vertida del día de su muerte,
que acaeció, como lo había predicho, el 3 de junio del año 545. MEDITACIÓN SOBRE TRES MEDIOS PARA
CONVERTIR AL PRÓJIMO
I. Se puede convertir a un pagano a la fe o re tirar a un pecador de su crimen por medio de la
palabra. Esta palabra
tiene una eficacia muy especial, viniendo de la boca de un pariente o de un
amigo. Aprovecha, pues, el amor que se te profesa, para el bien del prójimo y para la gloria de Dios. Si
amas a
alguien sólidamente, procúrale la amistad de Dios; es el mejor servicio que le
puedes hacer.
II. Una vida santa es una poderosa
exhortación a la virtud: ella puede convertir a los más grandes pecadores. El
ejemplo de tantas almas santas que sir ven a Dios fielmente convierte hoy más
pecadores que los discursos de los predicadores. La caridad, la dulzura, la
humildad, el desprecio de las riquezas y de los placeres, son los medios más
apropiados para convertir un pecador y hacer nacer en él el deseo de imitar
estas virtudes. Así fue como los Apóstoles, no obstante su ignorancia,
mediante su ejemplo, convirtieron al cristianismo a más personas, que los filósofos a
adeptos para sus sectas mediante el brillo de sus doctrinas. La palabra de
los sabios ha hecho menos discípulos que los ejemplos de los
cristianos. (Tertuliano).
III. Los sufrimientos son todavía más elocuentes para persuadir a un pecador para que abrace la virtud, que las palabras y los
buenos ejemplos. Debemos a la paciencia de los mártires la conversión de una
infinidad de paganos. Los tiempos de paz tienen su género de martirio: sufre
las injusticias, los insultos de tus enemigos, sin murmurar, es el medio para
convertir los. No hay, para instruir al pueblo, elocuencia comparable a la
de los mártires. (San León).
El celo por la salvación de las almas
Orad por
los que os gobiernan.
ORACIÓN
Escuchadnos, oh Dios Salvador nuestro, y que
la fiesta de la bienaventurada Clotilde, regocijando nuestra alma, desarrolle en
ella los sentimientos de una tierna devoción. Por J. C. N. S. Amén.
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