21 de marzo
SAN ENDA,
Abad
y SANTA FANCHEA,(*)
Virgen
(530)
Lo poco que se relata de Santa Fanchea, (cuya fiesta se celebra el primero de
enero), es de carácter fabuloso y casi todo está contenido en la vida de San
Enda, su hermano. Fanchea, que con otras doncellas irlandesas se había con
sagrado a Dios, supo que Enda había tomado parte en una batida contra sus
enemigos, uno de los cuales había muerto en la lucha. Los gritos de los vence
dores, al volver de su expedición, se oyeron dentro del convento. Fanchea
reconoció la voz de su hermano, pero al mismo tiempo, iluminada
sobrenaturalmente, supo que él había sido llamado para servir a Dios en una vida de
gran santidad. En conformidad con esto, le reprochó el hecho sangriento en el
que se había envuelto y cuando él le prometió establecerse pacíficamente en
casa, si le daba a una de las doncellas en matrimonio, ella aparentó estar
pronta a cumplir con esta condición. Pero pidió a Dios que la doncella en
cuestión muriera en ese mismo momento y cuando llevó a su hermano a ver a la
novia que le había prometido, él solamente encontró un cuerpo rígido y pálido
por la muerte. Luego, al punto, Enda se entregó a una vida monástica pero aun
así todavía le acudían pensamientos de hazañas guerreras; su hermana le
inculcó que, cuando estas tentaciones vinieran, debería poner su mano sobre la
cabeza rasurada y recordar que ceñía ahora, no una diadema real, sino la
tonsura de su Señor Jesucristo. Finalmente, también por consejo suyo, Enda
abandonó Irlanda y fue a Roma, a donde tras un largo tiempo, Fanchea fue a
visitarlo con algunas de sus monjas. La travesía la realizó en forma
milagrosa, tan sólo con extender su manto sobre las aguas. Una vez en Roma, rogó a
Enda que volviese a Irlanda para bien de su pueblo. El prometió hacerlo al año
siguiente, pero al llegar Fanchea a casa, entregó su alma a Dios, antes de que
él pudiera seguirla. Se ha afirmado que Santa Fanchea construyó un convento de
monjas en Ross Oirthir o en Rossory, en Fermanagh, y que sus restos fueron
depositados y venerados en Killaine, pero las pruebas no parecen muy
satisfactorias. La vida de San Enda, en latín, ha sido impresa por Colgan en Acta Sanctorum, marzo, vol. III, pero de una manera más crítica por Plummer en su BSH, vol. II, pp. 60-75, y cf. J. Healy, Ireland's Ancient Schools and Scholars, pp. 163-187. Véase J. Ryan, Irish Monasticism (1931) pp. 106-107. El nombre de Fanchea está escrito en varias formas: Faenche, Faenkea, Fainche, Fuinche, etc. |
* Vidas de los Santos, de Butler. Vol. I, ed. 1964