31 de marzo
SAN BENJAMÍN,
Mártir
(421)
El rey Yezdigerd, hijo de Sapor
II, puso fin a la cruel persecución de los
cristianos que había sido llevada al cabo en Persia durante el reinado de su
padre, de modo que la Iglesia había gozado de la paz por doce años, cuando un
obispo llamado Abdas, con un celo mal entendido, incendió el Pireo, o templo
del fuego, principal objeto del culto de los persas. El rey amenazó con
destruir todas las iglesias de los cristianos, a menos que Abdas reconstruyera
el templo. Este se rehusó a hacerlo; el rey lo mandó matar e inició una perse
cución general que se intensificó bajo el reinado de su hijo Varanes y que duró
cuarenta años. Teodoreto, que en ese tiempo vivía en las cercanías, hace un
espantoso relato de las crueldades practicadas. Además de Teodoreto (Historia Eclesiástica, vol. I, c. 38), cuya fuente está reproducida en el Acta Sanctorum, marzo, vol. III, un relato de esos mártires ha sido conservado tanto en tre los sirios como entre los armenios. Ver Peeters en la Analecta Bollandiana, vol. XXVIII (1909), pp. 399-415, que arroja una gran luz sobre ciertas incongruencias en la narración y que muestra que Teodoreto había probablemente usado un original sirio. Cf. también el Historisches Jahrbuch vol. XXXIV (1913), pp. 94 ss.; y Labourt Le Christianisme dans l'Empire pérse, pp. 105-112. |