31 de marzo
BEATA JUANA DE TOULOUSE(*)
Virgen
(Siglo
XIV)
A principios del año 1240, los Hermanos Carmelitas de Palestina se establecie
ron en Toulouse. Veinticinco años después, cuando San Simón Stock cruzó
Toulouse camino de Burdeos, se le aproximó una mujer llamada Juana, la cual le
suplicó que la admitiera en su orden. El prior Juan la admitió, la cubrió con
el hábito carmelita y le permitió hacer el voto de perpetua castidad. En lo
que fue posible, Juana observó estrictamente la regla de San Alberto de Jerusalén
y fue venerada, no sólo como la primera terciaria carmelita, sino como la funda dora de las terciarias. Diariamente frecuentaba la iglesia de los padres
y combina ba la penitencia con el amor, privándose casi de las cosas
necesarias de la vida para ayudar a los pobres y enfermos. Acostumbraba también
dirigir a los jóvenes en las prácticas de la santidad para prepararlos a entrar en la orden carmelita. Solía llevar consigo una imagen del Redentor crucificado, que ella estudiaba como si hubiese sido un libro. La Beata Juana fue sepultada en la iglesia de los carmelitas de Toulouse y a su tumba acudían en gran número
todos aquellos que buscaban su intercesión. Fue venerada durante 600 años
y su cuerpo fue varias veces custodiado como reliquia, especialmente en 1805, cuando un pequeño libro de oraciones manuscrito fue encontrado a su lado. Ver las lecciones del breviario referentes a lo anterior, y Fr. Bonifatius, Die sel. Johanna van Toulouse, (1897); y Fr. B. Zimmerman Monumenta historica Carmelitana p. 369, y Les Saints déserts des Carmes dechaussés (1927), pp. 17-18, donde el problema se examina. |
* Vidas de los Santos, de Butler. Vol. I, ed. 1964