LA CONTROVERSIA
SOBRE SANTA FILOMENA

Santa Filomena, la mártir de la castidad
y de su fe en Cristo, puede detener el avance
del materialismo y del racionalismo frío de hoy,
por medio un espíritu de fe ardiente.


   Ha habido mucha discusión seria sobre el tema de la Santita y también mucha tontería. Creo que es necesario hablar del tema representando las conclusiones arqueológicas más recientes, de las que ni los críticos más resentidos son capaces de dudar. 

   Si se hubiese estudiado la Polémica de Filomena en el local, como el gran arqueólogo P. Bonavenia S.l. (en vez de más tarde) no se hubieran afirmado tantas cosas superficiales.

   Para informar al lector la "Polémica sobre Filomena" tiene que ver con el análisis histórico y arqueólogico del epígrafe LUMENA-PAXTE-CUMFI, descubierto el 25 de mayo del 1802 en las Catacumbas de Santa Priscilla en Roma. El "Lóculus" que durante 17 siglos encerró el cuerpo de nuestra Santita, estaba sellado con tres azulejos de terracota con el ya mencionado epígrafe escrito en letras rojas.

   La primera palabra, definida y clara, está escrita sobre un solo azulejo. PAXTE se encuentra en el azulejo del medio, y CUMFI en el último. Tan pronto como fue descubierto el epígrafe se leía así PAX TECUM FILUMENA.

   Inmediatamente el lector puede preguntar: "¿Por qué esta trasposición?" Se respondió comenzando con un breve análisis arqueológico e histórico, de la interpretación, por el Padre Bonavenia S.J. "El sepulturero no pudo escribir el nombre completo sobre el primer azulejo, para conservar las proporciones del escrito, prosiguió escribiendo la inicial FI en el último azulejo y LUMENA en el primero. Siendo frecuentemente la costumbre en las Catacumbas empezar el epígrafe en el segundo azulejo, el sepulturero en su diligencia de no causar un error de interpretación de los que lo iban a leer, escribió en la tumba de la Santa de esa manera".

   Por lo mencionado anteriormente Bonavenia afirma que lo escrito tiene un sentido completo y claro, y que los azulejos, del tercer siglo, como afirman unánimemente todos los arqueólogos, no sufrieron ninguna transposición. Seguramente que con la actual manera de pensar, no estaríamos de acuerdo con lo que hizo el sepulturero. Pero debemos razonar, no con la mentalidad de nuestro siglo, sino con la del tiempo en que vivió el escritor.

   Durante los primeros 20 años de este siglo, un arqueólogo, O. Marucchi, causó indignación general debido a sus conclusiones irracionales y nocivas con respecto a la cuestión de Filomena. Sostenía una hipótesis según la cual, los azulejos que sellaban las tumbas se volvían a usar en otras, y que esto sería lo ocurrido con la de Santa Filomena.

   Marucchi nunca visitó Mugnano, con sólo estudiar el epígrafe por fotos, llegó a la conclusión de  que el cuerpo de la Santa del sepulcro encontrado en 1802 no era la destinataria del epígrafe de las fotos. Según él, los azulejos eran del cuarto siglo, época de paz religiosa, y habían sido re-usados con buenos resultados.

   Como dijo el Señor, es verdad que los hijos de las sombras son más sagaces que los de la luz. De hecho, la teoría de ese arqueólogo pervirtió la mente de varios eruditos que la aceptaron por la aprobación del Delehaye.

   Dante Baldoni, en el "Bibliotheca Sanctorum" Vol 6, sigue la reseña biográfica de la Santa, a veces, dando la impresión de un entendimiento inadecuado de la Cuestión de Filomena. Se limita a la mención de la teoría del Marucchi turbando la conciencia de los creyentes y de otros que quieren saber la verdad.

   La hipótesis de Marucchi, de azulejos re-usados ha constituido la base para negar la identidad de la persona de Filomena. Por esto, se llega a una conclusión relativa. Sin embargo, las investigaciones subsiguientes del Padre Ferrua, S.J., la han anulado por lo tanto también la conclusión relativa. Aquí tenemos ese informe completo:

UN INFORME DEL EPÍGRAFE LUMENA-FAX TE-CUM FI

   He examinado cuidadosamente los tres azulejos "mezzi-bipedali" (bipedali son azulejos romanos de loseta, DE dos pies de lado -estos son una mitad en tamaño) con los que se encerraba la tumba de Santa Filomena. He llegado a las siguientes conclusiones: se escribían con pincel en el suelo, es decir, antes de ponerlos sobre la tumba, y antes de sellarlos con cal. Esto se demuestra por el hecho de que en muchos lugares la cal cubre los bordes de las letras. Esto explica fácilmente por qué las tres losetas no podían ser arregladas más tarde en la tumba en el orden incorrecto, es decir, poner una de las tres primero en lugar de la última".

   Probablemente el sepulturero que cerró la tumba no sabía leer ni escribir. Por eso errores y este tipo de desorden se veían muchas veces en los sepulcros de las catacumbas. Frecuentemente es evidente que los sepultureros no sabían Latín. La hipótesis de Marucchi, que los azulejos fueron sacados de otra tumba, que se usaban de nuevo con las letras en desorden, no demuestra que el
epígrafe no se aplique a ella:

  • 1. Porque en ese caso se observaría una segunda aplicación de la cal. Hasta ahora todos los que han visto los azulejos y son muchos, dicen que la tumba se cerró solamente una vez.

  • 2. Si se usaban los azulejos dos veces habría lascas en sus bordes. En particular dos azulejos están de un "bipedal" completo, cortado en dos. Todavía se encuentran los bordes completamente intactos a lo largo de la línea de la fractura.

  • 3. Losas de mármol, muy valiosas, frecuentemente se usaban dos veces. No era lo mismo en el caso de los azulejos, si ya estaban escritos. De todas maneras, para evitar un error, habrían tomado la precaución de poner la inscripción hacia dentro. (Como solían hacer con tablas). De esta manera hubieran eliminado la inconveniencia de cubrir lo viejo con lo nuevo.

  • 4. Finalmente, si se usaban los azulejos de nuevo habría sido extraño y sorprendente sacar todos del mismo sepulcro.

   En conclusión, la hipótesis de Marucchi es de orientación abstracta, improbable y contraria a los métodos ordinarios del procedimiento de los sepultureros de los tiempos antiguos. Por lo examinado, y por todos los hechos, no se puede creer en esa hipótesis como verdadera. El P. Delehaye ha hecho un gran perjuicio al buen nombre de la arqueología diciendo, "Le Savant Archeoloque n'a rein escrit de mieux" (Anal Boll. 24 (1905), p. 120). En otras palabras, en la controversia que se levantó a cerca de este punto entre Bonavenia y Marucchi, Bonavenia está vindicado. (c.f. G. Bonavenia La Controversia acerca del epígrafe de Santa Filomena Roma, 1906). Además tenemos la pregunta arqueológica e histórico-arqueológica en la Polémica de Filomena (Roma 1907). Esta misma conclusión final fue llevada a cabo por dos arqueólogos, Prandi y Mustilli (sin conocerse) con la aprobación de M. Guarducci. (Graffiti di S. Pietro, 1, p501. Sello de la fecha y firmado, Roma, 29 noviembre, 1963).

   Finalmente, el historiador, George Mauter Markhof, en su comentario sobre el libro: "Filomena El Milagro Incómodo", Viena, 1981, dice en contra a Marucchi: "Considero el juicio de Marucchi, arqueólogo italiano, superficial y rencoroso algo extremadamente sorprendente considerando el excelente renombre de que disfrutaba. Evidentemente tenía algún prejuicio en contra de Santa Filomena y no se comportaba como científico para investigar el asunto de forma objetiva".

   A pesar de todo, todavía hay muchos misterios acerca de Santa Filomena. Creo que, entre los Santos Católicos, con excepción de Nuestra Señora, se presenta como un fenómeno extraordinario.

   Así, es posible concluir, diciendo que Filomena es una persona, que existe, y es la Santa y Taumaturga de ayer y de hoy, Dios se sirve de los sencillos y humildes para confundir el orgullo de los eruditos.

   El milagro más grande que hace Dios, en favor de la Santa, es la continua difusión de su culto, por todo el mundo Católico. Santa Filomena, la mártir de castidad y de su fe en Cristo, puede detener el avance del materialismo y del racionalismo frío de hoy,  por medio un espíritu de fe ardiente.

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