Dios Glorioso, dame gracia para enmendar mi
vida y tener presente mi fin sin eludir la muerte, pues para quienes mueren en
Ti, buen Señor, la muerte es la puerta a una vida de riqueza.
Y dame, buen Señor, una mente humilde, modesta, calma, pacífica, paciente,
caritativa, amable, tierna y compasiva en todas mis obras, en todas mis palabras
y en todos mis pensamientos, para tener el sabor de tu santo y bendito espíritu.
Dame buen Señor, una fe plena, una esperanza firme y una caridad ferviente, un
amor a Ti, muy por encima de mi amor por mí.
Dame, buen Señor, el deseo de estar contigo, de no evitar las calamidades de
este mundo, no tanto por alcanzar las alegrías del cielo como simplemente por
amor a Ti.
Y dame, buen Señor, Tu amor y Tu favor; que mi amor a TI, por grande que pueda
ser, no podría merecerlo si no fuera por tu gran bondad. Buen Señor, dame Tu
gracia para trabajar por estas cosas que te pido.
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