1 de febrero
SAN CECILIO, 

Obispo y Mártir

   De la raíz latina caecus , en su forma diminutiva caéculus, proceden los nombres romanos Cecilio y Cecilia, que pasaron luego al cristianismo. Mientras fue un nombre exclusivamente romano, se usó más en masculino que en femenino; pero al pasar a nombre cristiano, fue tal el prestigio de la mártir Santa Cecilia, que se convirtió éste en nombre muy valorado, quedando en un segundo plano el masculino.
   San Cecilio fue el primer obispo de Granada cuando, bajo la dominación romana, se llamaba todavía Illíberis. Fue uno de los que la tradición llama "varones apostólicos" enviados a España por San Pedro y San Pablo a predicar el evangelio. Los otros seis son: Torcuato, Segundo, Indalecio, Tesifonte, Eufrasio y Hesiquio. La vida de todos ellos está oculta tras los velos de la leyenda transmitida oralmente. Se sabe a ciencia cierta que San Cecilio fue obispo de Illíberis, que escribió algunos tratados para instrucción de los fieles y que sufrió martirio bajo la dominación de Nerón, supuestamente quemado en el monte Illipulitano. Pero la larga dominación árabe destruyó todos los rastros de cristianismo. Granada estuvo bajo los sarracenos casi ochocientos años; no los suficientes para perderse la memoria y la tradición, pero sí para no quedar ni rastro de documentos ni reliquias. San Cecilio es patrón de Granada. 

    

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