San Tito, empleado por
San Pablo en misiones de importancia, llegó con él a Creta, y el
Apóstol lo nombró obispo de esa isla ("El motivo
de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar lo que
faltaba y establecieras presbíteros en cada ciudad, como yo te ordené.
-Tito 1,5). Allí recibió de su maestro una carta, que forma
parte del Nuevo testamento, y de la que encontramos extractos en la
Epístola de algunas Misas. Acompañó a Pablo al
Concilio de Jerusalén ("subí
nuevamente a Jerusalén con Bernabé, llevando
conmigo también a Tito". -Gal
2,1). Allí se discutió la circuncisión (Tito no era
circuncidado. Cf. Gal 2,3). Evangelizó a Dalmacia (Yugoslavia) (Cf. 2
Timoteo 4,10). Según la tradición murió en Creta ya muy
anciano, hacia el año 105, sin que pueda precisarse su género de
muerte. San Juan Crisóstomo y San Jerónimo se deshicieron en elogios
suyos.
ORACIÓN
Oh Dios, que adornaste a tu santo
Confesor y Pontífice Tito con virtudes apostólicas: concédenos, por sus
méritos e intercesión, que viviendo justa y piadosamente en este siglo,
merezcamos llegar a la patria celestial. Por J. C. N. S. Amén.
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