Su autoridad sirvió santamente los designios de
Dios. San Cirilo es famoso por su defensa de la ortodoxia contra la herejía,
particularmente contra el nestorianismo.
Arzobispo de Alejandría (Egipto). Defensor de la doctrina
que proclama a María la Theotokos:
Madre de Dios. Esta doctrina fue proclamada como dogma en el Concilio
de Efeso (431) que San Cirilo presidió bajo la autoridad el Papa
Celestino. Su gran oponente era Nestóreo, patriarca de Constantinopla.
Al ponerse en duda que María es madre de Dios se ponía en
duda la identidad de Jesucristo quien es una persona divina. Por eso San
Cirilo no solo aportó a la Mariología sino también a la Cristología.
El argumento de San Cirilo: María es
la Theotokos, no porque ella existiese antes de Dios o hubiese creado a Dios.
Dios es eterno y María Santísima es una criatura de Dios. Pero Dios
quiso nacer de mujer. La persona que nace de María es divina por lo tanto
ella es madre de Dios.
Su santa defensa de la verdad le ganó la cárcel
y muchas luchas pero salió victorioso.
Testimonio de San Cirilo al final del
Concilio de Efeso:
"Te saludamos oh María, Madre de Dios,
verdadero tesoro de todo el universo, antorcha que jamás se apagará, templo
que nunca será destruido, sitio de refugio para todos los desamparados, por
quien ha venido al mundo el que es bendito por los siglos. Por ti la Trinidad
ha recibido más gloria en la tierra; por ti la cruz nos ha salvado; por ti
los cielos se estremecen de alegría y los demonios son puestos en fuga; el
enemigo del alma es lanzado al abismo y nosotros débiles criaturas somos
elevados al puesto de honor".
Y sobre la realidad histórica que se vivía:
"No se puede imaginar la alegría de
este pueblo fervoroso cuando supo que el Concilio había declarado que María
sí es Madre de Dios y que los que no aceptaran esa verdad quedan fuera de la
Iglesia. Toda la población permaneció desde el amanecer hasta la noche junto
a la Iglesia de la Madre de Dios donde estábamos reunidos los 200 obispos del
mundo. Y cuando supieron la declaración del Concilio empezaron a gritar y a
cantar, y con antorchas encendidas nos acompañaron a nuestras casas y por el
camino iban quemando incienso. Alabemos con nuestros himnos a María Madre de
Dios y a su Hijo Jesucristo a quien sea todo honor y toda gloria por los
siglos de los siglos".
ORACIÓN
Oh Dios, que hiciste a San Cirilo tu
Confesor y Pontífice, un invencible defensor de la divina maternidad de la
santísima Virgen María: haz, por su intercesión, que cuants la creemos
verdaderamente Madre de Dios, nos salvemos por su maternal protección. Por
J. C. N. S. Amén.
|