22 de diciembre
BEATO ADÁN DE LOCCUM,(*)
Monje
Los menologios de la orden cisterciense llaman "beatos" a éste y otros monjes del mismo nombre. Lo poco que sabemos sobre Adán de Loccum, procede del "Diálogo de Visiones y Milagros", escrito por el cisterciense Cesáreo de Heisterbach. Adán, que era sacerdote, ejercía el cargo de sacristán de la abadía cisterciense de Loccum en Hanover. De niño había sido sanado milagrosamente de dos enfermedades, según refirió él mismo a Cesáreo. Durante su estancia en Loccum, se llevó a cabo la reparación de la iglesia. Adán empezó a tallar en una piedra de las que empleaban los obreros. Al verle, el maestro de su escuela, que no era más paciente que tantos otros profesores, le gritó que no volviese a tocar la piedra, so pena de excomunión. El joven se asustó tanto al oír esa amenaza, que cayó enfermo y creyó que iba a morir. Pero San Nicolás y San Paterniano se le aparecieron y lo curaron instantáneamente. En otra ocasión, cuando estudiaba Adán en la escuela de Munster de Westfalia, se dirigió una madrugada a la iglesia; pero al llegar la encontró todavía cerrada y comprendió que se había equivocado de hora. Así, pues, se arrodilló ante la iglesia y rezó tres veces la salutación angélica, como tenía por costumbre hacerlo antes de entrar. Cuando levantó los ojos, vio la puerta abierta y divisó a siete hermosas damas sentadas en el interior. Adán sufría entonces de una enfermedad de la piel. Una de las damas le preguntó por que no se cuidaba; el joven respondió que los médicos no habían encontrado remedio a su enfermedad. Entonces, la dama le dijo que ella era la Madre de Cristo y que sabía cuanta devoción le tenía, y le ordenó que se aproximase.
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