1º de noviembre
SAN BENIGNO DE DIJON,(*)
Mártir
(¿Siglo III?)
Aunque el Martirologio Romano afirma que San Benigno fue discípulo de San Policarpo en Esmirna y que fue martirizado en Dijon, durante el reinado de Marco Aurelio, Alban Butler sólo se atreve a decir que fue un misionero romano que sufrió el martirio en Dijon, "probablemente en el reinado de Agureliano". Pero aun esto es demasiado, ya que no sabemos dónde nació San Benigno, y la fecha que Butler fija es, probablemente, bastante posterior. No es imposible que San Benigno haya sido discípulo de San Ireneo de Lyon y que le hayan martirizado en Epagny. Aunque más tarde empezó a venerársele en Dijon, lo cierto es que, a principios del siglo VI, no se le conocía ahí. San Gregorio de Tours dice que, en aquélla época, los habitantes de Dijon veneraban una tumba, y que su bisabuelo San Gregorio, obispo de Langres, opinaba que en ella estaba enterrado un pagano; pero un ángel le reveló milagrosamente en sueños que era el sepulcro del mártir San Benigno. Así pues, Gregorio de Langres restauró el sepulcro y construyó una basílica sobre él. El obispo no sabía nada sobre la vida del mártir, pero ciertos peregrinos que venían de Italia le regalaron una copia de "La pasión de San Benigno". Es muy poco probable que tal documento haya sido redactado en Roma, ya que, en realidad, el estilo de esa obra indica más bien que fue escrita por un contemporáneo de Gregorio, de Langres en Dijon y es enteramente espuria. "La pasión de San Benigno" refiere que
San Policarpo de Esmirna tras la muerte de San Ireneo (quien en realidad murió
cincuenta años después de San Policarpo), vio una aparición del santo. A raíz
de ella, envió a dos sacerdotes, Benigno y Adoquio, así como al diácono
Tirso, a predicar el Evangelio en las Galias. Tras un naufragio en Córcega,
donde se unió al grupo San Andéolo, los misioneros desembarcaron en Marsella y
se dirigieron a la Costa de Oro. En Autun los hospedó un tal Fausto, y San
Benigno bautizó a San Sinforiano, el hijo de su huésped. Los misioneros se
separaron ahí. San Benigno convirtíó en Langres a Santa Leonila y a sus tres
nietos gemelos (cf. San Espeusipo, 17 de enero). Después se trasladó a Di jon,
donde predicó con gran éxito y obró muchos milagros. Al estallar la persecución,
el juez Terencio denunció a Benigno ante el emperador Aureliano, quien estaba
entonces en la Galia. (Por consiguiente, el martirio de San Benigno tuvo lugar
unos cien años después de la muerte de San Policarpo). El santo misionero fue
aprehendido
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* Vidas de los Santos, de Butler. Vol. IV, ed. 1964