5 de noviembre
SANTOS GALACIÓN y EPISTEMA,
Mártires
(Sin fecha)
Galación era hijo de Clitofón y Leucipa, que vivían en Emesa de Siria y sufrían mucho por no haber tenido hijos. Leucipa prestó amablemente auxilio a un ermitaño cristiano llamado Onofrio y lo ocultó de sus perseguidores. En premio a este honrado acto, recibió la gracia de la fe. Dios respondió a sus oraciones y le permitió que concibiese un hijo, logrando a su vez que Clitofón, su marido, se convirtiese a la fe cristiana. Como el hijo que nació tenía la tez blanca como la leche, le dieron el nombre de Galación (Galakteon). Con el tiempo, Galactión se convirtió en un joven muy educado y bien dotado. Su padre lo casó con una bella pagana llamada Epistema (que quiere decir, conocimiento). Después de contraer matrimonio, Galación le dijo a Epistema que quería vivir en estado de virginidad. La joven, a quien tal cosa le pareció sumamente extraña y desagradable, hizo lo que pudo para disuadirlo. Finalmente, su intento fracasó. Galación le explicó entonces los misterios de la religión, y Epistema consintió en recibir el bautismo de sus manos. Luego, vendieron todos sus bienes y repartieron el dinero entre los pobres. Después de haberse desprendido de sus pertenencias, Galación decidió retirarse a la ermita de Publión, que está en el desierto del Sinaí, y Epistemia ingresó a una comunidad de vírgenes consagradas. Tres años mas tarde, Galación fue arrestado y presentado ante el magistrado de Emesa. Cuando Epistema lo supo, se entregó a las autoridades para sufrir con su esposo. Los guardias le arrancaron los vestidos para avergonzarla, pero los cincuenta y tres oficiales que se hallaban presentes quedaron ciegos. Los dos esposos fueron golpeados y torturados, se les arrancó la lengua, luego los pies y, finalmente, murieron decapitados. |