8 de noviembre
CUATRO SANTOS CORONADOS,
Mártires

Que tu limosna quede oculta,
y tu Padre, que ve lo oculto,

 te recompensará.
(Mateo, 6,4)

   Cuatro hermanos que en Roma ocupaban puestos de distinción y se llamaban Severo, Severino, Carpóforo y Victorino, fueron aprehendidos bajo Diocleciano por haberse declarado en contra del culto de los ídolos. Fueron azotados con látigos de plomo hasta que expiraron bajo los golpes. Sus restos, recogidos por los cristianos, fueron enterrados en el cementerio: de la vía Lavicana, al lado de otros cinco mártires, de profesi6n escultores, que se habían negado a hacer estatuas de falsos dioses. Las reliquias de todos estos mártires fueron más tarde llevadas a Roma a la iglesia que lleva hoy el nombre de iglesia de los Cuatro Coronados.

  MEDITACIÓN
SOBRE EL RESPETO HUMANO

   I. Ejecuta todos tus actos para agradar a Dios, y ten cuidado de que la vanidad no te arrebate todo el mérito de tus buenas obras. Si trabajas para brillar ante los ojos de los hombres o para agradarlos, no esperes de Dios ninguna recompensa. Es por mí, oh mi divino Salvador, por quien vinisteis a este mundo, trabajasteis durante vuestra vida y moristeis en una cruz; por Vos también quiero yo morir.

   II. No te tomes el trabajo de contentar al mundo, es intentar lo imposible. Cada persona tiene su opinión: ¿cómo conciliar sentimientos tan diversos? Que los juicios y las burlas de los hombres jamás te detengan en el cumplimiento de tus deberes. No puedes resistir una palabra de burla, ¿cómo harás para resistir los halagos, las amenazas y los suplicios de los tiranos?

   III. Guárdate, con tus burlas, de desviar a los demás del servicio de Dios. Es hacer oficio de demonio; es privar a Dios de grandísima gloria, y a la creatura de una gracia que le habría sido dada como recompensa de su buena acción. Y si alguien quiere impedirte servir a Dios, míralo como a un emisario del demonio, búrlate de él; haz el bien y deja a los hombres que digan lo que quieran. No te inquietes por sus vanos discursos: la Santísima Trinidad misma no ha podido escapar a la crítica de los insensatos; tampoco tú escaparás. (San Gregorio Nacianceno).

La pureza de intención
Orad por los impíos.

ORACIÓN

   Haced, os lo suplicamos, oh Dios omnipotente, que honrando la constancia de vuestros gloriosos mártires en confesar vuestro Nombre, experimentemos los efectos de su caritativa intercesión ante Vos. Por J. C. N. S. Amén.

   

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