Nilo
el Viejo, del Sinaí (murió alrededor del año 430), fue uno de los muchos
discípulos y fervientes defensores de San Juan Crisóstomo. Lo conocemos primero
como laico, casado, con dos hijos. En esa época trabajaba en la Corte de
Constantinopla, y se dice que fue uno de los Prefectos Pretorianos que, según el
acuerdo de Diocleciano y Constantino, eran los funcionarios principales y jefes
de todos los demás gobernadores para las cuatro divisiones principales del
imperio. La autoridad de ellos, sin embargo, ya había empezado a declinar hacia
el final del siglo IV.
Mientras que San Juan Crisóstomo fue
patriarca, antes de su primer exilio (398-403), él dirigía a Nilo en el
estudio de las Escrituras y en works of piety (Nikephoros Kallistos, "hist.
Eccl.", XIV, 53, 54). Aproximadamente por el año 390 (Tillemont, "Mémoires",
XIV, 190-91) o quizás el 404 (Leo Allatius, "De Nilis", 11-14), Nilo dejó
a su esposa con uno de sus hijos y llevó consigo al otro, Teódulo, hasta
el Monte Sinaí para convertirse en monjes. Vivieron allí hasta cerca del
año 410 (Tillemont, ib., p. 405) cuando los Sarracenos, invadiendo el
monasterio, hicieron prisionero a Teódulo. Los Sarracenos pretendían
sacrificarlo a sus dioses, pero eventualmente lo vendieron como esclavo,
que fue la manera cómo se convirtió en posesión del Obispo de Eleusa en
Palestina. El Obispo recibió a Teódulo en su clero y lo hizo portero de la
iglesia. Mientras tanto, Nilo, habiendo salido de su monasterio para
buscar a su hijo, finalmente lo encontró en Eleusa. El obispo los ordenó
sacerdotes a ambos y les permitió regresar a Sinaí. La madre y el otro
hijo también habían abrazado la vida religiosa sen Egipto. Ciertamente que
San Nilo aún vivía en el año 430. No se sabe cuánto tiempo después
falleció. Algunos escritores creen que él vivió hasta el año 451 (Leo
Allatius, op. cit., 8-14). La Byzantine Menology para su festividad (12 de
Noviembre) supone eso. De otro lado, ninguna de sus obras menciona el
Concilio de Éfeso (431) y parece que él conociera sólo el comienzo de los
problemas Nestorianos; por lo que no tenemos evidencia de su vida más allá
del año 430.
Desde su monasterio en el Sinaí, Nilo era una persona muy conocida
a través de la Iglesia Oriental; por sus escritos y su correspondencia, él
jugó un rol importante en la historia de su época. Era conocido como
teólogo, erudito bíblico y un escritor asceta, por lo que gente de toda
clase, desde el emperador hacia abajo, le escribían para consultarle. Sus
numerosas obras, incluyendo una multitud de cartas, consisten en denuncias
de herejía, paganismo, abusos de disciplina y delitos, de reglas y
principios de ascetismo, especialmente máximas sobre la vida religiosa. Él
advierte y amenaza, sin temor alguno, a personas de alto rango, abades y
obispos, gobernadores y príncipes, incluso al mismísimo emperador. Mantuvo
correspondencia con Gaina, un líder de los Godos, esforzándose por
convertirlo del Arrianismo (Libro I de sus cartas, nos. 70, 79, 114, 115,
116, 205, 206, 286); denunció enérgicamente la persecución de San Juan
Crisóstomo, tanto al Emperador Arcadio (ib., II, 265; III, 279) como a sus
cortesanos (I, 309; III, 199).
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A Nilo se le debe considerar como uno de los
principales escritores ascéticos del siglo V. Su festividad se mantiene el 12
de Noviembre en el Calendario Bizantino; en el martirologio Romano se le
conmemora también en la misma fecha. Los armenios le recuerdan, con otros
padres egipcios, el jueves posterior al tercer domingo de su Adviento (Nilles,
"Kalendarium Manuale", Innsbruck, 1897, II, 624).
Los escritos de San Nilo del Sinaí fueron editados por primera vez
por Possinus (París, 1639); en 1673, Suárez publicó un suplemento en Roma; sus
cartas fueron recopiladas por Possinus (París, 1657), una recopilación de
mayor alcance fue hecha por Leo Allatius (Rome, 1668). Todas estas ediciones
son utilizadas en P. G., LXXIX. Fessler-Jungmann ha dividido las obras en
cuatro clases:
• (1) Obras acerca de las virtudes y los vicios en general: — "Peristeria" (P.
G., LXXIX, 811-968), un tratado en tres partes dirigido a un monje Agathios;
"Acerca de la Oración" (peri proseuches, ib., 1165-1200); "Acerca de los ocho
espíritus de la maldad" (peri ton th'pneumaton tes ponerias, ib., 1145-64);
"Acerca del vicio opuesto a las virtudes" (peri tes antizygous ton areton
kakias, ib., 1140-44); "Acerca de diversos malos pensamientos" (peri diapsoron
poneron logismon, ib., 1200-1234); "Acerca de la palabra del Evangelio de
Lucas", xxii, 36 (ib., 1263-1280).
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• (2) "Obras acerca de la vida monástica": — Respecto a la
matanza de monjes en el Monte Sinaí, en siete partes, narrando la vida del
autor en el Sinaí, la invasión de los Sarracenos, el cautiverio de su hijo,
etc. (ib., 590-694); Respecto de Albianos, un monje Nitrian cuya vida se
presenta como un ejemplo (ib., 695-712); "Acerca del Ascetismo" (Logos
asketikos, referente al ideal monástico, ib., 719-810); "Acerca de la pobreza
voluntaria" (peri aktemosynes, ib., 968-1060); "Acerca de la superioridad de
los monjes" (ib., 1061-1094); "Para Eulogios el monje" (ib., 1093-1140).
• (3) "Advertencias" (Gnomai) o "Chapters" (kephalaia), respecto a 200
preceptos resumidos en máximas cortas (ib., 1239-62). Posiblemente preparados
por sus discípulos a partir de sus discursos.
• (4) "Cartas": — Possinus publicó 355, Allatius 1061 cartas, divididas en
cuatro libros (P. G., LXXIX, 81-585). Muchas están incompletas, varias están
sobrepuestas, o no son realmente cartas, sino extractos de las obras de Nilo;
algunas son falsas. Fessler-Jungmann las divide en clases, tales como
dogmáticas, exegéticas, morales, y ascéticas. En Fessler-Jungmann se mencionan
ciertas obras atribuidas equivocadamente a Nilo, pp. 125-6.
NIKEPHOROS
KALLISTOS, Hist. Eccl., XIV, xliv; LEO ALLATIUS, Diatriba de Nilis et eorum
scriptis in his edition of the letters (Rome, 1668); TILLEMONT, Mémoires pour
servir à l'histoire ecclésiastique, XIV (Paris, 1693-1713), 189-218; FABRICIUS-HARLES,
Bibliotheca grœca, X (Hamburg, 1790-1809), 3-17; CEILLIER, Histoire générale
des auteurs sacrés, XIII (Paris, 1729-1763), iii; FESSLER-JUNGMANN,
Institutiones Patrologiœ, II
(Innsbruck, 1896), ii, 108-128.
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