San Gregorio, pagano rico del Ponto, descollaba ya
en el foro cuando encontró a Orígenes. Bautizado cinco años después,
desprendióse de todo y se hizo ermitaño. Consagrado, a pesar de haber huido,
obispo de Neocesárea, su patria, no fue su episcopado sino una larga serie de
prodigios; de ahí su apodo de Taumaturgo u obrador de milagros. Un
sacerdote pagano se convirtió al ver a una roca retroceder para dar lugar para
una iglesia. En el año 240 no había encontrado más que 17 cristianos en su
provincia; al morir dejó en ella, en el año 270, sólo 17 paganos.
MEDITACIÓN
SOBRE TRES EFECTOS DE NUESTRA FE
I. La fe de los
santos ha sido admirable: ha transportado montañas, curado enfermos,
resucitado muertos, desafiado tormentos. ¿Tienes fe tú? ¿Crees que existe
Dios, paraíso e infierno? En verdad, la mayor parte de los cristianos no lo
creen. Reanina la virtud de la fe en tu alma produciendo actos de fe sobre los
principales misterios del cristianismo. Si tu fe estuviese bien viva, veríanse
sus frutos en tus obras.
II. Si tuvieses fe, no sólo
harías los prodigios que han hecho los santos, sino que, primeramente imitarías
sus virtudes y las de Jesucristo. Si creyeses firmemente que una eternidad de
gloria espera a los que imitan a Jesucristo, ¿acaso no despreciarías la
riquezas y los placeres para abrazar la Cruz? No es verdadero cristiano aquél
que no imita a Jesucristo, por lo menos en la medida en que la permite la
fragilidad de nuestra naturaleza. (San Cipriano).
III. La fe, que debía salvarnos, nos condenará en
el día del juicio si nuestros actos no responden a nuestras creencias. Los
infieles nos reprocharán haber abusado de las luces y de las gracias que hemos
recibido en la Iglesia católica. ¿Qué responderás entonces? ¿cuál será
tu excusa? Si se exige más al que más ha recibido, si es pecado conocer el
bien y no practicarlo, terrible será la cuenta que habremos de dar en el último
día. De nada sirve llevar el nombre de un santo si no imitamos sus
virtudes. (Salviano).
Espíritu de fe -Orad
por la conversión de los idólatras.
ORACIÓN
Haced, oh Dios omnipotente, que la augusta
solemnidad del bienaventurado Gregorio, vuestro confesor pontífice, aumente en
nosotros el espíritu de piedad y el deseo de la salvación. Por J. C. N. S. Amén.
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