San
Dionisio, Obispo, en Alejandría, varón de gran saber; el cual ilustre por las
repetidas confesiones que hizo de la fe de Jesucristo, y más por los tormentos
que padeció diversas veces por esta causa, murió de avanzada edad confesor,
imperando Valeriano y Galieno.
San Basilio y otros Padres griegos honran a este Santo Prelado con
el título de Grande; y San Atanasio le llama el Doctor de la Iglesia Católica.
Era de nacimiento sabaita, de una familia principal de aquel país en la Arabia
Feliz. Siendo Dionisio todavía pagano, corrió todo el cículo de la literatura
profana en Alejandría, entonces centro de las ciencias, y profesó la oratoria.
Dando por casualidad en las Epístolas de San Pablo, abrió su corazón a la
verdad, y renunció a la idolatría. Y haciéndose humilde discípulo de la
escuela catequística de Orígenes, luego fue ordenado de presbítero; y cuando
Heraclio fue nombrado Obispo, se encomendó a nuestro Santo el cuidado de
aquella escuela en 221, siendo luego nombrado Obispo de Alejandría en 247,
cuando murió aquél.
Su intrepidez, su celo y caridad aparecieron al instante con
esplendor en medio de las terribles persecuciones que sufrió la Iglesia
imperando Decio; no distinguiéndose menos en combatir el cisma que levantó
Novaciano contra el Papa San Cornelio, y en reparar los estragos que causó el
error de Sabelio, quien negaba la real distinción de las personas de la Santísima
Trinidad. Restituído a Alejandría en el año 261, de donde había salido
cuando reinaba el furor de la persecución, escribió al Papa justificándose de
la calumnia que se le hacía de haber impugnado la divinidad de Jesucristo en un
escrito contra Sabelio.
Incansable y lleno del Espíritu de Dios, fue la lumbrera de su
tiempo; y su constancia en medio de las tribulaciones fue admirable. Murió
Dionisio santamente el día 10 de septiembre del año 265, después de cerrado
el sínodo Antioqueno, habiendo gobernado su Iglesia con mucha sabiduría y
santidad cerca de 17 años. Su memoria, dice San Epifanio, fue conservada en
Alejandría con una Iglesia dedicada en honor suyo, pero mucho más por sus
virtudes incomparables y excelentes escritos.
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