2 de octubre
SAN SATURIO,
Ermitaño
San Saturio, fue un noble visigodo del siglo
IV, que repartió todos sus bienes entre los pobres y se retiró a a una
cueva cercana a la ciudad de Soria, junto al Duero, para meditar y enseñar
a quienes a él acudían.
La ermita del santo anacoreta se sostiene espectacularmente sobre una peña abierta por amplia cueva. Frente a la verja de entrada, una vidriera muestra al santo adoctrinando a su discípulo, San Prudencio, quien más tarde fue obispo de Tarazona y canonizó a su maestro. Al fondo se encuentra una espaciosa sala del s. XVIII con bancos de piedra y un busto del santo. Se trata del lugar donde celebraba sus juntas el Cabildo de Heros, Hermandad de labradores sorianos. Más arriba, subiendo por la escalera adyacente, se llega a la cueva de San Miguel, de quien era muy devoto San Saturio y lugar donde según la tradición habitó durante 36 años, y a la derecha, una losa donde se cuenta que se encontraron en 1580 sus reliquias. Los frescos de la capilla, que reflejan la leyenda saturiana en las paredes y es una antología del anacoretismo primitivo en la cúpula, fueron pintadas por Juan Antonio Zapata, discípulo de Lucas Jordán y de Palomino, que concluyó su obra en 1704. San Saturio es el patrón de la ciudad de Soria, España, y una figura muy entrañable y querida por los sorianos. |