La rápida difusión del culto a Santa Teresa del
Niño Jesús y de la Santa Faz es uno de los acontecimientos más notables de la historia religiosa de nuestra época. Entró al
Carmelo de Lisieux, a la edad de 15 años, en 1888, y murió en él el 30 de septiembre de 1897. En pocos años era conocida del mundo entero, y su caminito de sencillez y de perfección en las cosas cotidianas se hizo célebre en la espiritualidad cristiana. Numerosas gracias y milagros fueron
atribuidos a su intercesión. Fue canonizada en 1925.
MEDITACIÓN - EL CRISTIANO
DEBE SER CIEGO, MUDO y SORDO
I. Para ser dichoso en este mundo, para vivir en él santamente, hay que ser ciego para muchas cosas. Cierra los ojos a todo lo que pueda hacerte
concebir malos pensamientos, causarte tristeza o inspirarte orgullo; no mires los defectos de tu prójimo, o los tuyos. Dios mío, hazme ver la fealdad del
pecado y la hermosura de la virtud. Aparta mis ojos
para que no vean la vanidad. (E1 Salmista).
II. .Hay que saber ser mudo para vivir como cristiano. Cuando se presenta una ocasión de hablar
bien de ti mismo, de hablar mal del prójimo, de faltar la caridad, guarda silencio; porque generalmente
sucede que quien habla mucho comete muchos pecados y profiere palabras que lamenta después
amargamente. No hay nada más provechoso que vivir en el recogimiento, hablar poco con los demás y
mucho consigo mismo. (Séneca).
III. ¿Para qué querer oír todo y saber todo? ¡Muchas palabras criminales, muchas maledicencias,
muchos discursos impíos o atrevidos turbarán la paz de tu alma y despertarán en ella pensamientos
vanos o peligrosos! El retiro te facilitará la observancia
los tres consejos que hemos dado. Retírate a la soledad, no con el cuerpo sino con el
espíritu; la soledad del espíritu es la que se te recomienda, no la del cuerpo. (San Bernardo).
El amor a la soledad
Rogad por la Orden del Carmelo.
ORACIÓN
Señor, que habéis dicho: "Si no os hacéis
semejantes a niños, no entraréis en el reino de los cielos", concedednos que imitemos de tal modo la humildad
y sencillez de corazón de la virgen Santa Teresa, que logremos alcanzar las recompensas eternas. Por
J. C. .S. Amén.
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